Con más de 200 mil casos en todo el país, el dengue se expande de manera preocupante. Fernán Quirós señaló los puntos donde el mosquito se esconde y los horarios más propensos para su picadura.
En medio de uno de los brotes de dengue más significativos en la historia del país, el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires ofreció valiosas recomendaciones para protegerse de la amenaza del Aedes Aegypti.
“Estamos en el año con el brote epidémico de dengue más alto de lo que hemos registrado. Esto es una realidad de la ciudad, de la zona centro de la Argentina y de toda Sudamérica. Es un año de un brote enorme en toda la región y nosotros somos parte de eso”, explicó Quirós, enfatizando la magnitud del desafío que enfrenta la salud pública.
El cambio en el patrón epidemiológico del dengue ha sido notable. Antes confinado a ciertas estaciones del año, el virus ahora se presenta de manera más constante, con casos reportados desde noviembre. Quirós atribuye esta variación a múltiples factores, incluyendo los viajes internacionales y el cambio climático.
Al referirse a la prevención, el ministro destacó la importancia de identificar los lugares de mayor riesgo y los horarios en que el mosquito es más activo. “Es un mosquito que no pica de noche, en la oscuridad. Es un mosquito que pica habitualmente a la mañana, entre el amanecer media mañana o el atardecer. El horario tremendo es entre las cinco y las 21:00, es el horario donde el tiene la costumbre de volar y picar”, advirtió.
Además, Quirós ofreció un consejo práctico sobre la aplicación del repelente: “Ponerse en las zonas que no podés ver”, haciendo hincapié en la necesidad de proteger especialmente los tobillos, donde el mosquito suele atacar.
La incidencia del dengue no afecta a todos por igual. Quirós señaló que el grupo de mayor riesgo se encuentra entre los 10 y 30 años, posiblemente debido a actividades sociales que los exponen más al contacto con el mosquito.
En este contexto, el ministro subrayó la importancia de la conciencia pública y la acción preventiva para contener la propagación del dengue. Con medidas simples pero efectivas, como el uso adecuado de repelentes y la eliminación de criaderos de mosquitos.