El 26 de abril reabrió sus puertas el sector Covid del Hospital Universitario, luego de haberlas cerrado el 31 de diciembre del año pasado. Sin embargo, el proyecto de abrir su Unidad de Terapia Intensiva, anunciado a mediados de septiembre de 2020, quedó suspendido.
Si bien la institución dependiente de la Universidad Nacional de Cuyo originalmente cumple funciones como hospital de día, habilitó las internaciones en mayo del 2020 sólo para pacientes contagiados con coronavirus, al igual que ocurrió en esta segunda oportunidad. Pero las camas de terapia finalmente no se sumaron.
Cuando se hizo el anuncio, el director del nosocomio era Jorge Juri, quien renunció en diciembre a modo de protesta cuando anunciaron el cierre del sector Covid por la disminución de casos. El actual director general, Conrado Risso Patrón, explicó que, finalmente, ese proyecto quedó suspendido y no piensan retomarlo, al menos a mediano plazo.
“Primero se debió a que el hospital no es de internación, y abrir una terapia cuenta con una primera complejidad, que es el recurso humano”, detalló, agregando que, además, el proyecto no es viable porque “hace falta un montón más de equipamiento, como bombas de alimentación y de medicamento, y un quirófano, que tampoco tenemos”.
A esto hay que agregarle que las cinco camas que iban a funcionar en ese proyecto de terapia eran del Gobierno provincial. “Cuando asumí, hablé con los médicos y, como vimos que no las íbamos a poder usar, la universidad se las devolvió a la Provincia, que necesitaba tenerlas donde disponían de todo lo que se requiere para poder utilizarlas”, remarcó el director general.
Sobre el sector Covid
La demanda de camas generada por el gran incremento de casos durante la segunda ola de la pandemia en Mendoza, llevó, inclusive, a que se adelantara la apertura del área para pacientes con Covid-19, que estaba prevista para comienzos de mayo.
Risso Patrón detalló que, desde entonces, “han pasado unos 50 pacientes, con una permanencia promedio de entre 10 y 12 días”.
Quienes presentan cuadros leves suelen tener una permanencia de entre tres y cinco días, pero la mayoría requiere internaciones más extensas. El efector de la UNCuyo cuenta con elementos de asistencia respiratoria para pacientes con cuadros de mediana y baja complejidad.
“Hemos contribuido a la provincia con camas no críticas, los pacientes con cuadros que se complicaron se han tenido que trasladar a terapia, a otros hospitales que cuentan con asistencia mecánica, que nosotros no tenemos”, precisó el director general.
El problema de los traslados
Cuando algún paciente presenta un cuadro que se complica, y en el Hospital Universitario ya no pueden brindarle la asistencia que necesita, es cuando se dispone su traslado hacia otro efector que cuente con un servicio de terapia. Sin embargo, debido a la alta ocupación de camas críticas que hay tanto en el subsector público como en el privado, no es sencillo encontrar una cama. Esto es algo que refieren muchos trabajadores abocados a trabajar con pacientes Covid, al igual que las empresas de ambulancias.
“La demora para un traslado es complicada, porque cuesta conseguir una cama de terapia, pero como mucho hemos llegado a tener que pronar un paciente (ponerlo boca abajo), y esperar, máximo, 24 horas”, indicó Risso Patrón.
La institución trabaja sólo con adultos, aunque recientemente empezó a testear también a niños. “Teníamos para adultos nomás, porque no se puede hisopar niños con hisopos de adulto, pero ahora abrimos las dos áreas de demanda espontánea: si llegás a la guardia te testean, aunque un médico no te haya visto”, informó el director. La atención en el Hospital Universitario es para quienes tienen la obra social de los trabajadores de la UNCuyo, o derivados de obras sociales que tengan convenio con el nosocomio.