Los mendocinos que se hayan desplazado en las cercanías del monumento del cóndor pudieron notar su imagen con mayor claridad, puesto que ya no se resguarda el trabajo bajo la lona que lo cubría, de “Restauración Patrimonial”, ni tampoco con los andamios que lo rodeaban. Tras ser decapitado por la fuerte tormenta del verano de 2022, el cóndor fue restaurado completamente.
Como el resurgir del ave fénix, a diferencia de que en vez de las cenizas fue luego de una tormenta de granizo, el monumento está listo y sólo falta alistar la luminaria para que el 14 de agosto pueda ser reinaugurado. “La cabeza del cóndor era una ínfima parte de todo el daño que descubrimos que tenía la escultura”, relató días atrás a Los Andes, Horacio Chiavazza, director de Patrimonio Cultural y Museos del Ministerio de Cultura y Turismo.
Esto se debe a que la icónica escultura “sobrevuela” la ciudad desde 1977. Sólo había tenido una reparación minuciosa desde que fue montado sobre la base en la que se encuentra, el resto de reparaciones habían sido algunos emparchados con cemento y pintura por encima, sin optar por la prolijidad del detalle.
EL CÓNDOR: MÁS QUE UN MONUMENTO
En la previa de la culminación de la tan ansiada obra, referentes del Programa de Conservación del Cóndor Andino se refirieron a la importancia de esta ave carroñera que, además, es un limpiador natural en la naturaleza y tiene una alta valoración cultural y ancestral. En Mendoza, esta ave se encuentra protegida y declarada como monumento natural desde 1998, lo que lleva a que su caza está castigada por ley.
A nivel ecosistémico, el cóndor es un animal de los que se consideran “limpiadores naturales”. Esto tiene que ver con que se alimentan de la carroña de los animales en descomposición, donde hay bacterias que pueden ser trasladadas por el agua y convertirse en perjudiciales para el ser humano.
Además de su aporte como limpiador natural, de su declaración como monumento natural y de su protección por la Ley de Fauna, cultural y ancestralmente el cóndor andino tiene un valor particular, en especial en los pueblos cordilleranos y en las culturas precolombinas. En ese sentido, cada vez que el PCCA realiza una liberación de cóndor, se hace una ceremonia ancestral para acompañar el momento.
ORLANDO LEYTES: EL ARTISTA A CARGO DE LA OBRA
La obra, en su totalidad, ha sido desarrollada por el arquitecto, escultor y restaurador mendocino Orlando Leytes. Entre sus obras, se destacan el escudo de Godoy Cruz, escultura metálica realizada en base al concurso de rediseño de la obra. Este escudo formó parte de la restauración y puesta en valor del Concejo Deliberante realizada por el área de Patrimonio y Arte en 2016.
Leytes también participó en trabajos de restauración de molduras artísticas en la antigua Escuela Mitre, entre otros proyectos como “Derecho animal”, la imponente jirafa de metal que busca concientizar sobre su cacería y “Zorros salvajes”, escultura de cemento en homenaje a los animales de la región.
Cabe mencionar que por el monumento del cóndor se estimó una inversión total que ronda los 10 y 12 millones de pesos para todo el proceso, que incluye no solamente la restauración de la cabeza, de todo el monumento y la instalación de los andamios, sino también la contratación de seguridad.