De la mano de la crisis y el aumento de las ferias populares, la “moneda libre G1 o “Juna” tomó impulso entre los usuarios de las ferias de trueques. Se trata de una forma de pago que es emitida por los miembros, de forma independiente a otras monedas convencionales (como el dólar o el Euro), y que se utiliza cada mes en el lugar que informan para reunirse; aunque mayormente se realiza en el Parque Central de la Ciudad de Mendoza, los sábados por la mañana.
En la provincia existen distintas ferias gestionadas para diferentes públicos y billeteras. Sin embargo, el trueque es una opción que renace en tiempos de austeridad, aunque ahora ya no se negocia con los ticket canasta como ocurrió en el 2001.
Desde hace más de un año, un grupo de feriantes y productores organiza encuentros mediante redes sociales para realizar intercambios de todo tipo. No hay una única forma de negociar, sino que hay libertad a la hora de realizar una transacción.
Según los que adhieren, la “moneda digital ecológica” no crea privilegios ni competencias o lógicas de acumulación entre sus usuarios. “La diferencia fundamental con otras ferias en pesos, es que el valor de lo que llevamos para intercambiar, o de nuestro servicio, lo acordamos entre nosotros”, explicó Jimena Castillo, una de las organizadoras, en conversación con Los Andes.
“En el caso de que esos valores sean iguales en Junas se lleva a cabo el trueque, el intercambio directo”, puntualizó Castillo.
“Usamos el sistema de moneda libre y además un sistema informático que nos permite usar esta moneda digitalmente, es como un mercado pago donde nos enviamos Junas”, comentó la organizadora.
“Si bien la situación está difícil para todos, en la última reunión se sumaron unos 6 feriantes nuevos que nunca habían intercambiado; están aprendiendo el sistema y les sirve mucho cambiar con otros feriantes”, se sinceró Jimena. “Otros, prefieren vender en pesos ya que necesitan el dinero para reponer sus productos”, agregó.
PRODUCTOS DIRECTOS DEL CAMPO
En el mismo lugar donde se organiza “Moneda Libre” participa “Vida Feria”, un mercado que funciona todos los sábados desde las 10 de la mañana hasta las 17 horas en el Parque Central.
Allí, muchos productores venden sus productos con este sistema, también reciben otros medios de pago. “Llevan más de 15 años, una convergencia de productos agroecológicos, verdura, fruta fresca, fruta seca y sus derivados, con precios de la economía social. Nuestros productos están categorizados de la siguiente forma: 100% agroecológico y en proceso de transición (tienen algunos ingredientes no agroecológicos)”, informaron desde el municipio. Los productores, también trabajan por pedidos y envíos a domicilio, ya que muchas veces suele hacerse cola para poder adquirir los productos.
Pueden adquirirse quesos, lácteos, envasados como aceitunas, kéfir, salsa de tomate, vinos y miel orgánicos, además ofrecen gran variedad de productos aptos para veganos y celíacos. “Es una innovación social y tecnológica que en mucho puede contribuir a los procesos de otra economía y Buen Vivir de los cuales hacemos parte”, resaltaron desde la organización del evento.
¿Qué es G1?
Según explicaron sus usuarios es una moneda social no especulativa, que tiene su propia cadena de bloques para hacerla segura y confiable, pero no se pueden generar beneficios comprando y vendiendo como otras monedas, porque la única forma de conseguirla es vendiendo productos o servicios, ya que el objetivo de la moneda es facilitar los intercambios, no ser una reserva de valor.
“Con las Junas lo mejor de todo es que es una moneda universal para poder usar en todo el planeta siempre que haya personas que quieran aceptar este método de intercambio”, comentaban los usuarios del sistema.
El sistema utiliza la tecnología blockchain como las criptomonedas. “Otra diferencia fundamental es que es un sistema descentralizado, es decir que no hay un ente que emita esta moneda, se genera por cada miembro del sistema”, agregó Jimena.
“Se quiere seguir sosteniendo que la Juna sea un medio de intercambio nada más, no que tenga un valor en sí como sucede con la moneda deuda, como dólares o pesos”, reiteró Castillo. “Incluso teníamos unos billetes físicos, pero no se usan, básicamente por los riesgos que se corren de su falsificado, tal como sucedía en el 2001. Justamente la tecnología y la idea del sistema permite que sea justo y transparente para todos”, agregó Gustavo, uno de los participantes juneros.
UNA CRIPTOMONEDA QUE NACE EN FRANCIA
Stéphane Laborde es un ingeniero francés que ha cuestionado los mecanismos de creación monetaria centralizada y publicó un libro en 2010 donde expone su Teoría Relativa de la Moneda (TRM), la base de este sistema.
La “Moneda libre G1″ (o Juna) es una criptomoneda social puesta en funcionamiento en 2017 por un grupo de activistas y desarrolladores franceses a partir de los conceptos de la TRM. A la cual definen como una moneda digital ecológica, por su bajo consumo energético, emitida y co-creada por los usuarios miembros de la red de confianza que la usan, independiente de otras monedas y que no crea privilegios ni competencias o lógicas de acumulación entre sus usuarios.
Actualmente este sistema es posible a través del software libre Duniter, utilizado por una red de confianza con miembros en diferentes partes del mundo y que recientemente inició su implementación en América Latina.
Tanto la Teoría Relativa de la Moneda como la G1 proponen una innovación a partir de la crítica a la lógica especulativa y desigual de los sistemas centralizados de emisión monetaria convencional. A su vez, son una respuesta a la siguiente pregunta que plantea Laborde en su libro y que motiva e inspira a todos los miembros activos de la red de confianza y cocreadores.
La propuesta, se ha globalizado en grupos que se autogestionan en diferentes zonas geográficas del mundo, además de Francia en Portugal, Italia, Alemania, Suiza, Canadá, Estados Unidos, Senegal y la mayor comunidad se encuentra en España, donde están presentes en Andalucía, Aragón, Cantabria, Castilla y León, Catalunya, Galicia, Madrid, La Rioja, Islas Canarias, Islas Baleares, Murcia y Valencia
Como grupos vecinos del continente, forman parte Uruguay, Chile, México, Colombia, Brasil, Perú, Paraguay, Costa Rica y Guatemala. En Argentina también comenzó a expandir su uso y en Mendoza, encontró en las ferias populares su ámbito para crecer.
PASOS A SEGUIR PARA USAR JUNAS
Con el ingreso como participante, regalan unas 50 junas virtuales para que pueda hacer sus primeros intercambios, el cual reciben en unas 48 horas. El grupo que cada día crece más se comunica principalmente por Telegram, donde los miembros se ayudan mutuamente, tanto en el aprendizaje del sistema como en negocios de productos.
Según explicaron, tienen tres tipos de monederos, denominados SuperbotG1, Ginkgo y Cesium, se puede usar uno solo o los tres a la vez pero con cuentas distintas, ya que no se puede usar la misma cuenta en los tres monederos.
“El más complicado es el Cesium, pero se puede instalarlo desde la página oficial, ya que no se encuentran en el App Store o Play Store”, comentaba Elena, quien se sumó hace ya unos 4 meses. “De cualquier forma también hay un manual y siempre hay alguien dispuesto a explicarte”, agregó.
Para empezar, recomiendan usar el superbot o el ginkgo son más fáciles de usar y no requieren claves para crearte una cuenta, en ambos casos, desde la organización brindan asesoramiento.
El próximo encuentro está planificado para el sábado 23 de marzo a partir de las 9:30 en la calle Vendimiadores y El Parral del Parque Central. Para más información ingresar a moneda-libre.org