Gruta de la Virgen de Lourdes, un paseo religioso y mirador natural de Luján

Devotos, vecinos y deportistas comparten el sitio, ubicado entre Agrelo y Perdriel, al sureste departamental.

Gruta de la Virgen de Lourdes, un paseo religioso y mirador natural de Luján
Lugares Mendocinos, santuario de la Virgen de Lourdes en Perdriel Luján de Cuyo. Santuario donde se junta gran cantidad de fieles a la hora de la misa Foto:José Gutierrez / Los Andes

“Es un lugar atractivo, está sobre un cerro y desde allí se tiene una vista panorámica de Luján, la cordillera frontal”, aseguran Gustavo y Marcelo Argañaraz, dos ciclistas que periódicamente visitan la gruta de la Virgen de Lourdes, entre Perdriel y Agrelo, Luján de Cuyo.

Si bien los deportistas aclaran que no lo hacen por un afán religioso, sino más bien recreativo, “desde la primera vez me llamó la atención cuando llegamos hasta la cima del cerro y nos encontramos con una construcción que prácticamente era una iglesia, y muy bien conservada. Eso demuestra el valor que le da la gente a este sitio”, asegura Gustavo.

Por estos días, la gruta es muy visitada y el jueves, Día de la Inmaculada Concepción, los fieles participaron de una misa en el sitio. Habitualmente, los oficios religiosos se llevan a cabo los cuartos sábados de cada mes.

Se encuentra en un lugar estratégico, donde se unen la ruta 40 con la Internacional N° 7 y además hasta allí llega la Variante Palmira, para cargas, que está en plena construcción. Se ingresa por calle Olavarría: hay que cruzar la 40 hacia el Este y tomar la paralela próxima, que es Terrada hacia el Sur, hasta donde termina una de las calles más largas del área metropolitana. Hay que subir un cerro de baja altura (a 850 msnm) por un sendero apto para ir en auto o en bicicleta y no tiene mayores complicaciones.

Una construcción de unos cinco metros de altura con la imagen de la Virgen recibe a los visitantes. Sitios para estacionamiento, acampe con árboles y un vía crucis se destacan en el ambiente agreste. “Un grupo de fieles se encarga de mantener este espacio que tiene muchos años”, cuenta el vecino Exequiel Mansilla, y agrega que la visita es permanente. “Creo que se debería reparar la calle Terrada, porque es de tierra y está en mal estado. Habría que regular las actividades, porque como hay muchos fieles, aquí varias personas dejan los cofres con las cenizas de sus seres queridos”, explica. El trabajador de YPF ya jubilado resalta que toda esta zona se está poblando. “Antes había viñas, frutales de un lado y del otro los cerros, una zona de actividad petrolera que llega hasta Barrancas”, dice.

Ubicación del cerro de la Virgen de Lourdes, en Perdriel.
Ubicación del cerro de la Virgen de Lourdes, en Perdriel.

La gruta ya superó los 100 años y siempre formó parte de los lujaninos. Américo Lázaro (83), de Agrelo, conoce la gruta desde cuando tenía 16 años y vivía en la finca Nerviani, de la calle Cochabamba. “Por entonces estaba la primera gruta, emplazada más al norte, y con los años se hizo el complejo que conocemos hoy. Nosotros y unos amigos éramos de ir en forma continua, especialmente los sábados y domingos; era uno de los paseos preferidos. Recuerdo que un señor, de apellido Salvático, de Tres Esquinas, era un agricultor y se ocupaba mucho de cuidar y arreglar las instalaciones. Lo hizo por años. Es bueno que lo recordemos”.

El periodista Miguel Títiro, oriundo de Luján, destaca que Ana Stalloca es una de las personas que más conoce el lugar: “Ana, hoy de 90 años, recuerda las procesiones para el día 8 de diciembre, Día de la Virgen, muchas de las cuales partían desde el santuario y basílica Nuestra Señora de Luján, frente a la plaza departamental”.

Títiro cuenta que la señora Ana concurrió “en varias ocasiones compañía de su esposo, el viñatero y bodeguero Eliseo Cabrini, ya fallecido, uno de los hombres destacados de la industria vitivinícola. Su casa está dentro del predio de la bodega Cabrini, sobre la ruta provincial 15″. Sobre las procesiones, la señora Ana recuerda: “Era una caminata muy importante y bien organizada por el recordado cura Raúl Galán, a quien perdimos hace unos años. Esas marchas eran verdaderas manifestaciones de fe, de varios kilómetros, al igual que otras que se realizaban de noche, y en las cuales los feligreses llevaban antorchas, lo que producía un sentimiento muy especial de recogimiento”.

La historia

En el libro Desde Luján de Cuyo, una mirada a los sucesos mendocinos, de la escritora e historiadora autodidacta Norma Acordinaro, se informa que por iniciativa de la familia Suárez Leanez se emplazó en Perdriel Este la Gruta de Lourdes, que –con el tiempo– pasaría a identificar la zona.

La propiedad de los Suárez Leanez tomaba parte de los distritos Agrelo y Perdriel por el Oeste hasta la calle Cochabamba y por el Este hasta Las Lomas. Tenían su casona de anchas galerías en la esquina de calle Suárez y carril (hoy ruta provincial 15) Nacional, junto a la que hicieron construir una pequeña capilla inaugurada en 1904, dedicada a la Virgen del Carmen, donde la gente de Perdriel y Agrelo pudieran concurrir a misa una vez al mes, ambas en pie con más de un siglo.

Norma Acordinaro resalta que, en 1950, la familia Suárez Leanez costeó un camino hasta el cerro de la Virgen y una gruta de mayor tamaño con torre, campanario y luz eléctrica, una novedad para aquel tiempo, ya que las casas no contaban con electricidad domiciliaria. El camino estaba iluminado con un foco cada 100 metros hasta las inmediaciones de la calle Moldes. Por muchos años, la gruta fue cuidada por la familia Ibaceta, agricultores de la zona.

Hace unos años, alumnos de la Escuela General Espejo, de Agrelo, conducido por la docente (ya jubilada) Aída Cordero, trabajaron en un proyecto para revalorizar el sitio, denominado “Sendero interpretativo en el ambiente de las Huayquerías”. Estudiantes de la Escuela Azopardo, también de Agrelo trabajaron sobre las comunidades que habitaron esta zona y se denominó “Agrelo amanece huarpe en el atardecer de un valle”, coordinado por la docente Adriana Gamez.

En la actualidad, Julio Encina es el misionero encargado de mantener el lugar. La gruta es administrada por los jesuitas, con sede en San Martín y Colón, de Ciudad. En varias oportunidades, la Gruta ha sido sede para realizar la tradicional Bendición de los Frutos de la Fiesta Vendimial de Luján.

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