El pasado 24 de marzo se llevaron a cabo en distintos puntos del país actos y movilizaciones para conmemorar el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. El epicentro de los eventos fue en el edificio de la exESMA, en Capital Federal, a donde llegaron cientos de manifestantes movilizados por distintas agrupaciones.
Como suele ocurrir en dicha circunstancia, La Cámpora fue una de las protagonistas de la jornada al congregar a gran cantidad de militantes. En ese contexto, una persona con retraso mental –Carlos Véliz de 54 años- fue llevada desde el conurbano hasta CABA y los punteros políticos se olvidaron de devolverlo a su domicilio; por lo que deambuló por la metrópoli sin comida y durmiendo en la calle.
Uno de los responsables de semejante desidia es Adrián Zárate, un puntero de la agrupación que comanda Máximo Kirchner, quien habló con Clarín y se justificó por la repudiable situación.
Zárate, de profesión pintor, se definió como “Un orgulloso peronista de Hurlingham y hace tiempo que me dedico a la política. Porque me gusta y, además, se vive mejor, je”.
Según el mencionado diario, desde fines de 2021 y casi todo 2022 figuró como empleado del hospital municipal, a pesar de que allí no había trabajo. Incluso, iba pocas veces y nadie lo controlaba.
“El contrato me lo dio La Cámpora cuando quedó a cargo de Hurlingham, pero fueron sólo 50 lucas por mes con la promesa de que me lo iban a aumentar y nunca lo hicieron. Después me lo cortaron”, aseguró.
“También me encargo de movilizar para los actos. Acá me conoce todo el mundo y yo los convoco muchas veces yendo casa por casa. La Cámpora me asigna los micros y la comida para repartir. Nadie va obligado”, remarcó.
El ‘descuido’ que pudo terminar mal
EL pasado 24 de marzo, Zárate pasó a buscar a Véliz, quien padece epilepsia además de retraso mental. Lo subieron a un micro y lo llevan al acto en la exESMA para “conmemorar a los desaparecidos”. Le pusieron una remera de “la Orga” y a cambio de asistir, durante la tarde de ese mismo día la familia de Véliz recibió una caja con fideos, arroz y aceite, entre otras mercaderías.
Sin embargo, Carlos nunca volvió de la movilización y los referentes y responsables de él se dieron cuenta de lo ocurrido cuando iban de regreso a la zona de donde habían salido. A esto se suma que Véliz no comprendía lo que ocurriía, por lo que no pudo volver por sus propios medios y quedó a la deriva en la Ciudad de Buenos Aires casi una semana.
Durante ese tiempo se alimentó como pudo y durmió en la vía púbica, hasta que lo localizaron sucio y más delgado.
“Yo lo fui a buscar para el acto, lo reconozco, y me equivoqué. Me arrepiento de haberlo llevado. No sabía que estaba tan mal. Pero no me vean como un desalmado. Ya lo habré llevado a unos 20 actos y nunca tuvimos ningún problema”, argumentó a su favor el puntero.
“El día que desapareció no lo podíamos creer. Cometimos un error terrible. Nos dimos cuenta que Carlos no estaba arriba del micro. Inmediatamente volvimos y lo buscamos por todos lados pero no aparecía”.
“Luego radicamos la denuncia en la comisaría. Siempre estuve en contacto con la familia. Inclusive el lunes (el acto había sido el viernes), juntamos unos 10 autos con compañeros de Hurlingham para hacer un rastrillaje por la Capital. Tampoco lo ubicamos. Afortunadamente lo encontraron en Juramento y Cabildo”, aclaró.
En La Cámpora niegan haberle bajado plata, comida o micros a Zárate para llevar gente al acto del 24. Sí admiten que entre la gente que se sumó a la municipalidad en la gestión de Damián Selci le dieron un contrato.