El agua que el Departamento General de Irrigación eroga desde el dique Cipolletti, debido a las altas temperaturas, alcanzó el sistema de cauces y lagunas del denominado secano lavallino. Allí, cerca del punto georeferencial más conocido de la zona: La Capilla de Nuestra Señora del Rosario de Guanacache, varias depresiones del terreno que esperaban el agua ya poseen su fisonomía de laguna bien definida.
“El actual paisaje de las lagunas es una especie de bendición para los lugareños, según lo que nos han manifestado. Pero, por otra parte, también tienen la necesidad de saber hasta cuándo puede extenderse esta llegada del agua a esa zona, que estaba seca desde hace 18 años. Es difícil de pronosticar y todo depende de las temperaturas. Si el derrame desde Los Andes se mantiene como hasta ahora por el calor, el agua llegará por una semana más y si este evento es ayudado por lluvias se podrá extender hasta 10 días”, afirmó el Jefe de Distribución del río Mendoza, Carlos Sánchez, el pasado sábado 10 de febrero.
Es importante destacar que Irrigación opera erogaciones periódicas desde el mes de enero debido a las altas temperaturas y de ese modo se ha logrado un aporte a este histórico lugar del Noroeste de Mendoza.