Hasta mayo es la época de mayor riesgo para el dengue en Mendoza

Con el descenso de las temperaturas el mosquito vector comienza a verse afectado. Pese al brote en el país, el clima protege a la provincia y hay pocos casos. En 20 años nunca hubo una infección autóctona ni una muerte por esta causa a nivel local.

Hasta mayo es la época de mayor riesgo para el dengue en Mendoza
Hasta mayo es la época de mayor riesgo para el dengue en Mendoza

El brote de dengue que se registra en el país ya ha llegado a 14 provincias y va en aumento. En Mendoza, sin embargo, el tema no preocupa demasiado a las autoridades sanitarias aunque sí se mantienen en alerta.

Es que por cuestiones climáticas, de algún modo la provincia tiene algo de protección frente a la circulación del virus, asociado al mosquito aedes aegypti, vector que transmite el virus tras picar a una persona con la infección.

El insecto prolifera más en zonas cálidas y húmedas, condiciones que Mendoza ofrece de manera relativa. Por eso, su circulación se presenta desde el verano pero sobre todo en el otoño. En este sentido, la época de mayor riesgo sería la que se está transitando y culminaría en mayo, con las primeras heladas, ya que el frío lo afecta.

Asimismo, Mendoza no es una zona de circulación endémica y de hecho, en los 20 años que se lleva notificando este tipo de infecciones no se ha registrado un caso autóctono ni una muerte por esta causa.

De hecho, los casos notificados hasta ahora en la provincia son todos importados, es decir de personas que adquirieron la infección en otro territorio.

En Mendoza el dengue no es endémico, nosotros no somos una provincia por situación de clima y ubicación geográfica que tengamos dengue, esto se da en las zonas más calurosas y húmedas, no es la situación que hoy preocupa a Mendoza”, aseguró la Ministra de Salud de Mendoza, Ana María Nadal.

“En Mendoza el riesgo es bajo, no es cero”, aseguró el director del Departamento de Enfermedades Zoonóticas y Vectoriales, el médico veterinario Horacio Falconi.

Detalló que los riesgos son un conjunto de probabilidades: “No es lo mismo tener el mosquito durante todo el año como en provincias del Norte que tenerlo una parte del año, en Mendoza es un mosquito típicamente otoñal, la primeras apariciones suele ser a fines de diciembre y principios de enero”. Luego, cuando las temperaturas empiezan a descender de los 17 grados, empieza a disminuir la reproducción y quedan nada más que los adultos y con las primeras heladas, las tempranas de mayo, ya casi no queda población.

“Son muy afectados por la irradiación solar y la baja humedad ambiente que les reduce la actividad”, destacó. De alguna manera eso protege a Mendoza el resto del año

En definitiva, el otoño es la etapa de mayor riesgo en la provincia, es cuando hay mayor régimen de lluvias, que suelen darse más en febrero y marzo.

El Ministerio de Salud de la Nación informó que hasta la semana epidemiológica 13, es decir hasta el 1 de abril, se notificaron en el país 28.235 casos de dengue, de los cuales 25.419 adquirieron la infección en la Argentina. Al momento, la circulación de este virus se ha identificado en tres regiones: Región Centro (Buenos Aires; Ciudad Autónoma de Buenos Aires; Córdoba; Entre Ríos; Santa Fe); región NEA (Corrientes; Formosa; Chaco) y región NOA (Catamarca; Jujuy; La Rioja; Salta; Santiago del Estero y Tucumán). Hay 22 fallecidos.

Situación del dengue en Mendoza

Desde el ministerio subrayan que Mendoza tiene presencia del mosquito Aedes aegypti pero no se ha demostrado circulación viral.

“La situación es de alerta, en salud pública y en epidemiología implica que si algún vecino está teniendo algún problema hay que cuidarse, hay que tener en cuenta que se trata de una enfermedad en la que tiene que ver mucho la movilidad poblacional”, explicó Falconi.

Destacó que se asocia al aporte de enfermos que llegan desde otras zonas donde hay circulación viral, entre ellos países limítrofes actualmente afectados como Bolivia, Paraguay y Brasil.

La clave para combatir el dengue es el descacharreo domiciliario.
La clave para combatir el dengue es el descacharreo domiciliario.

“Es multifactorial, tiene que ver con la presencia del mosquito, es una enfermedad que los únicos reservorios son las personas y el mosquito, para que un mosquito pueda transmitirla tiene que picar a una persona enferma, pasan 8 días, y a partir del día 8 y hasta el día 12 ese mosquito puede contagiar a una persona sana”, detalló.

Los casos de dengue que ha habido en Mendoza, son casos que llamamos importados, gente que viene de lugares donde hay circulación de la enfermedad y llegan a la provincia y la desarrollan”, destacó respecto de las últimas notificaciones.

Durante el periodo epidemiológico actual, que inició en agosto, se han notificado 18 casos en Mendoza, de los cuales 4 fueron descartados.

El período epidémico comprende de agosto de un año a agosto del año siguiente.

El último informe que ha puesto a disposición el ministerio refiere a la situación de la semana epidemiológica 14, con datos hasta el 3 de abril. Consultado ayer se informó que no hay cambios.

De las 4 subvariantes del virus que hay, en la provincia se han detectado dos.

Hay 3 casos confirmados de DEN-2: un caso en octubre 2022, uno en enero 2023 y uno en marzo 2023. Los 3 con antecedentes de viaje a otros países (Cuba y Bolivia).

Además hay 1 caso confirmado de DEN-3: en noviembre de 2022; con antecedente de viaje a México.

Por otra parte hay 1 caso probable, detectado en enero de 2023; con antecedente de viaje a Bolivia, 2 casos sospechosos, uno de agosto de 2022, con antecedente de viaje a República Dominicana y el último caso notificado a la fecha (el 2 de abril de 2023), con antecedente de viaje a la provincia de Tucumán.

A esto hay que sumar 7 casos sospechosos no conclusivos: un caso reportado en septiembre de 2022 y los seis restantes de enero a marzo de 2023; todos con antecedentes de viaje a otros países u otras provincias.

Finalmente hubo 4 casos que fueron descartados. El ministerio informó además que no se han notificado casos confirmados de otras arbovirosis como fiebre Chikungunya, zika o fiebre amarilla.

“Igual que en todas las enfermedades transmitidas por vectores tomamos todas las prevenciones que son necesarias esto tiene que ver con mucha comunicación, con acciones concretas, sabemos que el mosquito tiene la particularidad de vivir donde hay estancamiento de agua entonces estamos pidiéndoles a las familias que hagan de descacharreo, eso implica tirar el aguita de los cacharros donde se junte para evitar tener fuentes de llegada del mosquito posiblemente contaminado”, explicó la ministra.

“Mendoza no está tranquila sino en alerta, se hace una vigilancia activa del síndrome febril, para identificar tempranamente los sospechosos de la enfermedad para poder realizar el aislamiento , diagnóstico oportuno y tratamiento y obviamente medidas preventivas”, dijo Falconi.

Hay que tener en cuenta que se trata de una enfermedad que no tiene una vacuna de uso regular, en Argentina se evalúa la posibilidad de una pero llevará tiempo de análisis, tampoco hay tratamiento más allá de los síntomas.

El director señaló que se concentra todo en evitar la picadura del mosquito e informar a la gente que cuando esté en lugares donde haya brotes y presente síntoma concurra inmediatamente al médico.

Se trata de una enfermedad que afecta más que nada a jóvenes y adultos jóvenes. En niños y adolescentes no se han visto complicaciones pero estas pueden surgir en el caso de adultos mayores cuando tienen comorbilidades.

La complicación

Uno de los problemas que podría presentarse de complicarse la situación al respecto es que según explicó Falconi, en zonas endémicas hay una buena proporción de personas que ya se han infectado. Pero cuando ingresa a un lugar donde hubo poco contacto con el virus, se producen brotes rápidos con muchos casos. Algo que ya se vio con el Covid.

Asimismo, el cuadro que puede presentarse resulta más grave a medida que se produce una reinfección, sobre todo porque podría tratarse de otra subvariante. Así la segunda vez puede ser más grave que la primera y la tercera más grave que la segunda.

Los síntomas son fiebre acompañada de uno o más de los siguientes síntomas: dolor detrás de los ojos; de cabeza; muscular y de articulaciones; náuseas y vómitos; cansancio intenso; aparición de manchas en la piel y picazón; sangrado de nariz y encías.

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