La Dirección Provincial de Vialidad relevó las zonas más vulnerables de Mendoza, en su mayoría circuitos ubicados en la zona de secano, y constató que hay más de 2.000 kilómetros de caminos rurales y ganaderos se encuentran afectados por la sequía, lo que genera una serie de inconvenientes para transitarlos.
“La falta de lluvias ha generado un desgaste notable en rutas y caminos de la zona rural y ganadera. Son ejes que dependen del agua para poder ser estabilizados y consolidados, en los cuales solo se puede transitar con vehículos 4 por 4″, indicaron desde el organismo vial.
Se trata de un área bastante amplia que compone el secano mendocino, es decir, “la superficie que depende únicamente del agua de lluvia para todas sus actividades”, lo cual preocupa a las autoridades por la ausencia de lluvia (desde enero que no precipita en la zona) y el pronóstico para el futuro, que no es muy alentador.
El secano mendocino contiene una estructura vial que se extiende desde el sur de Lavalle hasta San Martín, y continúa a través de Junín, Rivadavia, Santa Rosa y La Paz; para luego conectar con San Rafael y General Alvear, donde están comprendidas las rutas provinciales 152, 203, 205, 206 y 190.
“Las zonas Norte, Este y Sur de Mendoza son las más afectadas por los efectos de la sequía”, subrayaron desde el ente vial. Ante esta situación, “consolidar las rutas de suelo natural en los sectores del secano es una de las tareas más arduas por parte de Vialidad”, indicaron desde la cartera provincial.
“Es una labor que requiere modificar la estructura de la traza incorporando una mezcla de material árido y arcilla para elevar y solidificar la superficie de rodamiento”, especificaron mediante un comunicado. Posterior a eso, se realiza una regada y “sellada” por los equipos viales que completan la obra generando los declives necesarios para posibilitar el drenaje correspondiente.
