Marcelo Fortunato, es un reconocido, y muy querido, periodista y profesor de batería, oriundo de San Martín, y al que le tocó batallar contra el coronavirus por más de dos meses, pero como un gran guerrero pudo ganarle al virus.
A pesar de haber pasado un año muy duro, y pese a estar aún transitando su recuperación, el periodista (trabaja en el área de prensa del municipio) decidió cumplir con su país y presentarse a votar. Así fue que en la jornada de las PASO 2021 Marcelo llegó a la Escuela Normal José de San Martín (popularmente conocida como “el Nacional”), en pleno centro de ese departamento, en unas elecciones marcadas por los protocolos de una pandemia que para él no fue cualquier cosa.
“Había que ir votar, obviamente. Es un deber cívico, pero también una tradición en la que uno tiene que participar, votemos en blanco o no. Había que ponerle el pecho. Imaginate que los recuperados de Covid-19 le hemos puesto el pecho a cosas detrás de las cuales todas las demás parecen poco importantes, pero esto era importante, más allá de las propuestas que había para elegir”, reflexionó.
“La votación en sí me pareció innecesaria, como a un montón de gente. Pero los protocolos, por lo que yo pude ver, estuvieron bien cuidados. Había mucha afluencia de gente, a las 10.30, pero creo que esto nos va a servir como experiencia. Vi que muchos se volvían porque era muy larga la cola, pero también a gente muy mayor y a jóvenes muy entusiasmados”, contó.
Un sobreviviente
En enero, Marcelo se disponía a tomarse unas merecidas vacaciones en San Luis, pero lamentablemente sus planes se vieron arruinados. “Antes de irme, y sin tener síntomas de coronavirus, decidí hisoparme y me dio positivo. A los tres días ya estaba internado en terapia intensiva”, recordó.
A partir de ese momento comenzó una pesadilla que lo llevó a estar 63 días internado, con respirador, en coma inducido, y codeándose con la muerte. Marcelo fue protagonista de innumerables cadenas de oración, contó con el apoyo de su novia, sus hijos, familia, amigos, sus alumnitos de batería, y claro el trabajo de los médicos que lucharon codo a codo con él dándole batalla al virus.
Finalmente, el 24 de abril recibió el alta. Pudo regresar a San Martín, donde lo esperaban amigos, familia y compañeros de trabajo para darle la bienvenida como a un héroe. Hoy Marcelo poco a poco va volviendo a su vida normal, a la rutina del trabajo, las clases de batería y el gimnasio.
Ante la oportunidad de una jornada electoral como la de ayer, no dejó de expresar sus anhelos, que son los de un hombre que este año puede decir que es otro, distinto al que era: “Yo expreso deseos que supongo serán los mismos para todos: salud para los argentinos, vacunas para todos y que se reactive la economía para que podamos salir. Para que todo vaya de la mano, porque si no mucha gente se queda en el camino”, cerró.