Corría el año 1972. Con un bar porteño como escenario, nacían los bocetos de una de las canciones más icónicas de León Gieco. El artista, que se describe a sí mismo como “cantante de protesta”, ha contado en innumerables ocasiones la fuente que inspiró “Hombres de Hierro”, una de sus primeras canciones arraigada firmemente a nuestra propia historia.
La influencia de Bob Dylan, un contexto histórico que marcaría una etapa significativa en la historia mendocina y un cantautor veinteañero que pasaría a ser leyenda con su primer tema dedicado al Mendozazo.
Medio siglo después, su canción se ha convertido en todo un himno revolucionario que nos recuerda nuestras raíces, aquella historia que atravesó a una provincia que se unió para reclamar y ganar.
En aquel bar porteño, en pleno año ‘72, Claudio Gabis (guitarrista de Manal), Horacio Fumero (ex bajista de Los Moscos) y León Gieco se reunieron para debatir cuestiones relacionadas a la música.
Los pies de Gieco recién comenzaban a andar en el ambiente y le cuenta a Gabis, a quien acababa de conocer, sus ganas por dedicarse de lleno a la industria artística. Había llegado a Buenos Aires para trabajar en una fábrica, pero las vueltas de la vida lo llevaron por otros rumbos, ¡y qué suerte!
La armónica resultaría ser un regalo preciado de Claudio para el recién aventurado músico, quien se declaraba como un fiel discípulo de Bob Dylan.
Gabis le cuenta que tiene uno de estos instrumentos con atril, muy similar al que tenía Dylan y decide prestarle a Gieco su armónica afinada en La, misma nota que su ídolo utiliza en su icónico tema “Blowing in the wind”, el cual, a su vez, es una adaptación de la canción de Gospel “No more auction block”.
Gieco no podría haber imaginado que esa sería su inspiración para la primera canción de su carrera, aquella que, lejos de inspirarse en el sentir o en la experiencia, nacería a raíz de la propia historia.
“Bob no sabe que gracias a él escribí mi primera canción y que esa primera canción destapó una olla de 300 canciones que vinieron después en 40 años de carrera”, ha declarado el músico en incontables ocasiones, haciendo alusión a Blowing in the wind.
El Mendozazo, fuente de inspiración
En paralelo, la Argentina vivía bajo un régimen militar en manos del general Alejandro Agustín Lanusse. Las calles estaban inundadas de controles y de miedo, pero también se respiraba un ambiente de revolución que abarcaba buena parte de América. El 4 de abril de 1972, las calles mendocinas se llenaron de personas dispuestas a marchar en favor de sus derechos.
El famoso “Mendozazo” nació como un estallido social donde cientos de personas reclamaron contra el aumento excesivo (300%) de las tarifas eléctricas, siendo reprimidas por la policía que provocó la muerte de tres personas, decenas de heridos y cientos de detenidos.
Las paredes de Mendoza se inundaron de afiches ubicados en los frentes de las casas y los comercios bajo la leyenda «Yo no pago la luz. ¿Y usted?».
El movimiento duró cuatro días, del 4 al 7 de abril de ese año y provocó la renuncia del entonces gobernador de Mendoza, Francisco Gabrielli.
“Hace dos meses me encontraba en Mendoza, de casualidad, y de pronto vi caer a la gente. En realidad, la gente caía porque estaba muerta y todos sabemos quién mataba a esa gente. Entonces surgió este tema, que se llama Hombres de hierro y hombres de piel”, anunció Gieco en el Acusticazo, el primer recital acústico de la historia del rock que empezaba a denominarse como nacional.
Aquel festival se llevó adelante el 16 de junio de 1972 en el Teatro Atlantic de Buenos Aires y participaron artistas entonces emergentes como Litto Nebbia, David Lebón, Edelmiro Molinari, Carlos Daniel, Miguel y Eugenio, entre otros.
Más tarde, cuando en 1973 se lanzó el disco “León Gieco”, con producción de Gustavo Santaolalla, la canción limitó su nombre solamente a “Hombres de Hierro”.
50 años de la revuelta popular
Esta semana, se cumple medio siglo desde que aquella movilización que tuvo lugar frente a la Casa de Gobierno de nuestra provincia. El aniversario da lugar también a la conciencia, el conocimiento y la memoria.
Hace una década atrás, en 2012, se publicó el libro llamado “Hombres de Hierro, de León Gieco. Estampas del Mendozazo”. En él, la artista Marcela Furlani, los sociólogos Leandro Forniés y María Laura Furlani, y el propio León, reviven aquellos acontecimientos.
“Hombres de Hierro es mi primera canción que es muy importante porque es la etapa que se destapa esa cacerola llena de cosas”, dijo Gieco cuando asistió al 40 aniversario del Mendozazo en nuestra provincia y presentó el libro.
“Es muy importante refrescar el Mendozazo porque nosotros somos de una generación que ha vivido esa época que, por ahí, los estudiantes no conocen. Valoramos mucho a toda esa gente que salió a la calle a exponerse, a recibir palazos, represión, balazos y muertes. Estar ahora conscientes, vivos, trabajando, elaborando cosas como este libro es un orgullo para mí”, dijo en aquella charla que brindó en la UNCuyo.
“En realidad el Hombre de Hierro no lo tenemos que limitar al aparato militar represor sino también al tipo que ataca las buenas cosas, el que no quiere que el país progrese. Hoy todavía en la Argentina hay muchos Hombres de Hierro”, completa.