El pasado 12, en coincidencia con la Fiesta de la Virgen de Guadalupe, miembros del pueblo originario huarpe compartieron la experiencia de unirse en el Centro Espiritual Huarpe, para colocar al Cristo de la Peste y de la Pandemia, obra realizada por Rubén Díaz, miembro activo de la comunidad indígena.
Fue una vivencia enriquecedora para toda la comunidad lavallina, ya que compartieron la misma espiritualidad hacia el Cristo doliente y en la Cruz de madera que mira cómo la peste abatió a un habitante originario.
El Cristo de la Peste y de la Pandemia
Gracias al esfuerzo y trabajo de más de un año, del artesano huarpe Rubén Díaz, los habitantes de la comunidad de las lagunas del Rosario, cuentan con la imagen del Cristo de la Peste, tallado en madera. Dicha imagen refleja el cuerpo escarnecido de Jesús y sus ojos abiertos sobre el momento en que la peste, en el 1905, enfermó a un habitante originario, Pascacio Videla, quien cargó sobre sí mismo todo el sufrimiento de dicha enfermedad y no contagió a nadie de su comunidad.
Pascacio Videla inspiró al artesano Díaz, en el tallado de la obra del Cristo crucificado que carga con todos los males de la humanidad para liberarnos a todos los que creemos en Él. El pueblo huarpe denomina en su lengua original: “chutuc”, al término que evoca la conexión de la comunidad con Dios y la Naturaleza y es utilizado para el emplazamiento en el que se encuentra la imagen del Cristo de la Peste.