“¿Miedo al viento? Por supuesto que no. Venimos de Bahía Blanca, la capital del viento, y de Monte Hermoso, un balneario a 100 kilómetros también muy ventoso. Esto, para nosotras es un chiste”, bromearon, casi a coro, Alicia Maquia y Alicia Asquibel, que llegaron del sur bonaerense con todas las expectativas puestas en recorrer Mendoza y hoy comenzaban por un tour en la ciudad.
Claro que en el mismo hotel donde ambas se encuentran alojadas fueron alertadas sobre la presencia del famoso Zonda que, de inmediato, buscaron por Internet: “Viento fuerte, muy seco y de elevada temperatura”, señalaba. También desde el hotel les anticiparon ayer que podrían sufrir baja presión, cansancio y dolor de cabeza.
Pero Alicia y su tocaya se levantaron “perfectas” y decididas a comenzar a caminar y explorar un lugar que ambas desconocían. Al menos eso dijeron hasta que les aconsejaran regresar al hotel.
Del mismo modo que estas dos bonaerenses se comportaron otros tantos turistas que, cerca del mediodía, se acercaron a las garitas del Bus Turístico, en Plaza Independencia, para sacar sus entradas y empezar a realizar el clásico recorrido por los principales puntos de Mendoza.
Entre ellos, los chilenos ganaron por mayoría, teniendo en cuenta las fiestas patrias que se celebran en el país trasandino y que generó una verdadera avalancha hacia esta provincia. También hubo colombianos y muchos visitantes provenientes de distintas ciudades de la provincia de Buenos Aires.
“Desde aquella catástrofe climática del pasado 16 de diciembre en Bahía Blanca, cuando la ciudad quedó destruida por un viento histórico, ya no le tememos a nada”, dijo Alicia, un poco en serio y otro poco en broma. Y las dos subieron al micro.
Maira, una de las coordinadoras de los tours, dijo a Los Andes que hasta el momento, pasadas las 12, la actividad era normal y que continuarían hasta recibir la orden de suspender.
“Estamos funcionando con normalidad, ojalá no suceda porque hay mucha gente con ganas de disfrutar. La afluencia fue normal hasta ahora. Sabemos que los lugares más afectados son la alta montaña, Potrerillos y Uspallata”, indicó la guía, para agregar: “Nos dijeron que sobre la hora de la siesta hay más probabilidades de sufrir el viento zonda, pero la naturaleza es impredecible. De hecho esperábamos ayer miércoles las ráfagas más intensas y llegaron a la medianoche”, sostuvo.
Jimena Hernández y Gastón Ortega llegaron desde Concepción, en Chile, el lunes pasado y seguirán disfrutando hasta el sábado de la Tierra del Sol y del Buen Vino.
“Eso sí, nos acaban de suspender un tour a pie que teníamos muchas ganas de hacer. Todo por el viento Zonda que, finalmente, no lo hemos sufrido”, dijo Gastón, aunque sí reconoció el clima “pesado” y caluroso.
“Por eso, reemplazamos ese tour por el paseo en el micro”, dijo Jimena, para añadir que los precios están “igualados”. “Ya no es negocio para nosotros venir a Mendoza a hacer esas grandes compras, como sucedía antes”, agregó Gastón, aunque confesó que en su valija se aseguró unos cuantos vinos Malbec y alfajores mendocinos.
Mario y Soraya, también de Chile, también están de paseo en esta provincia. “Mi esposa se asustó un poco anoche con las ráfagas, pero no pasó a mayores. Creo que fue más el ruido de las palmeras que otra cosa”, graficó el hombre, proveniente de Santiago.
El meteorólogo Fernando Jara dijo a Los Andes que las probabilidades de que el Zonda descienda al llano serán mayormente a la tarde. “Tenemos viento con ráfagas de entre 30 y 40 kilómetros por hora, pero se incrementará a la tarde y a las 18 o 19 empezará a mejorar”, anticipó.
Durante la madrugada de este jueves, un viento Zonda considerable sacudió a la provincia. Ya el SMN había emitido una Alerta Naranja en Mendoza.
Dicha a alerta señala una intensidad que puede rondar entre 50 y 100 kilómetros por hora. Luego de la alerta naranja bajará a amarilla, pero continuará el Zonda con velocidades entre 35 y 50 kilómetros por hora con ráfagas que pueden superar los 65 kilómetros por hora.
Este fenómeno podría provocar reducción de la visibilidad, un aumento repentino de la temperatura y condiciones de humedad relativa muy baja, por eso se pide la mayor precaución posible a conductores y peatones.
