En 2017, Mariano Román y su esposa Vanina Ferrara fueron víctimas de un asalto por parte de 4 delincuentes, dos de ellos menores de edad, que le dispararon a la pareja dejando sin vida al productor de seguros. Pero la condena fue ahora y uno de ellos que estaba condenado a 12 años de prisión escapó de su casa mientras le dictaban la sentencia por Zoom.
El hecho
Todo ocurrió en la madrugada del 14 de mayo de 2017, cuando alrededor de las 5.30 la pareja volvía de festejar el cumpleaños 39 de Mariano, quien manejaba su auto mientras su esposa Vanina dormía. De pronto ella se despertó de golpe porque escuchó una acelerada, era su marido intentado escapar de un asalto. Pero los delincuentes dispararon y la bala atravesó el cuerpo del hombre impactando en el hígado de ella.
Los asaltantes escaparon inmediatamente del lugar y la pareja quedó inconsciente dentro del coche, hasta que un vecino dio alerta inmediata a la ambulancia. Mariano falleció en el lugar por la cantidad de órganos dañados con el mismo proyectil que entró por su axila y salió por su hígado para impactar en el cuerpo de su esposa, a quien lograron salvar en el hospital.
Por el hecho, la policía detuvo a cuatro delincuentes. Dos de ellos eran menores de edad que finalmente fueron juzgados el pasado 5 de octubre por el Tribunal de Responsabilidad Juvenil Nº2 de La Matanza que condenó a uno de los acusados a 12 años de prisión.
Pero, como el juicio lo siguió desde su casa, sin ningún tipo de custodia, cuando escuchó la sentencia escapó caminando.
Atrapados
Horas después del hecho, se presentó en la fiscalía una mujer con intenciones de declarar y dijo que era la novia de uno de los buscados, luego brindó detalles claves para poder dar con la banda. A los 20 días de ese testimonio, un operativo montado por la Policía Bonaerense encontró el arma homicida y logró detener a los cuatro ladrones. En ese momento se descubrió que dos eran menores de 16 y 17 años.
“Era una banda pesada. Para que te des una idea, en una de las casas allanadas nos encontramos de casualidad con un tipo que estaba prófugo por matar a un policía. Los dos mayores fueron enviados a un penal bonaerense y los menores a un instituto en La Plata pero estuvieron poco tiempo ahí”, explicaron a Infobae uno de los investigadores que participó de la causa.
Dos años después del hecho, la causa fue elevada a juicio oral dividida en dos: por un lado, los dos mayores y por el otro los que en ese momento eran menores. Los cuatro acusados con la caratula de homicidio criminis causa.
Acusados y condenados
El Tribunal de Responsabilidad Juvenil Nº2 de La Matanza, integrado por los jueces Daniel Testi, Gabriela Rozzuto y Leonardo Sauma, fue quien quedó cargo de la causa de los menores. Entre las primeras medidas que tomaron los magistrados, fue enviar a los detenidos a domiciliaria.
Lo cierto es que ambos menores fueron a sus casas con tobilleras electrónicas. Algo que duró poco, porque luego decidieron retirárselas por “buena conducta”.
“Los dos acusados se mantuvieron en sus casas sin ningún tipo de custodia ni nadie que los vigile. Es verdad que cumplieron con presentarse a todas las audiencias pero no dejan de ser dos acusados de homicidio solos en sus domicilios”, explicaron Alejandro Buigo y Daniel Pirozzo, los abogados de la familia de Román.
Hasta que la semana pasada llegó al juicio oral contra los acusados, que ahora son mayores. Pero las audiencias se dieron de manera virtual. Tanto los jueces como los abogados querellantes y defensores acordaron que el martes 5 de octubre, el día en que se leería la sentencia, el encuentro iba a ser de manera presencial y esto incluía a los acusados.
Sin embargo, misteriosamente y sin que nadie sepa bien por qué, algo cambió a último momento y decidieron hacerla por Zoom.
Ese martes al mediodía, el tribunal decidió absolver a uno de los acusados por el beneficio de la duda y condenar al otro a la pena de 12 años de prisión por el crimen. Los dos estaban conectados al momento de la sentencia.
Se escapó caminando
Según publicó el medio Primer Plano, cuando ese mismo día por la tarde la policía fue a la casa del condenado a detenerlo, la que salió a recibir a los efectivos fue la madre que con total naturalidad les dijo: “Pasen, pero mi hijo no está. Se asustó y se fue”.
La mujer no mentía, la casa estaba vacía. El recién condenado se fugó caminando tranquilamente con un bolso a cuestas. Algo que no le costó mucho, ya que nadie lo vigilaba porque le habían retirado la tobillera.
Sin embargo, a 4 años del crimen, la justicia de mayores aún no definió cuando celebrará el juicio contra los dos mayores. Ahora el juzgado avisó que se emitió una orden de captura nacional e internacional.
