Una mujer descubrió que su abuelo había dejado su hogar en Europa para huir del Holocausto gracias a una tarea de su hija. Adriana Lerman se puso a indagar sobre su origen familiar para armar un árbol genealógico.
“Cuando mi hija me cuenta de que tenía que hacer un trabajo sobre su familia y de dónde venían sus abuelos, le pidió ayuda a papá y él le cuenta lo poco que sabía de mi abuelo y ella hizo un trabajo que era tan conmovedor que yo cuando lo leía a mí se me caían las lágrimas”, contó a TN.
“Esto encendió mi búsqueda de saber cuáles eran mis raíces y el querer saber qué pasó en mi familia”, explicó Lerman. Buscando información, encontró una carpeta con más de 100 documentos que había guardado su abuelo.
Shlomo Lerman nació y creció en Ostrowiec Świętokrzyski, una ciudad que está ubicada al sur de Polonia y que debió abandonar en 1935. En la carpeta que encontró su nieva había fotos, cartas y pasaportes que había usado para viajar por Europa durante su huida.
“Él se carteaba constantemente con su mamá, sus hermanos y sus sobrinos. Después de las traducciones, que muchas fueron palabra por palabra, pude descubrir el amor de una madre, de priorizar la seguridad de su hijo a tenerlo cerca todos días”, contó la mujer.
Los documentos estaban escritos en yidish, polaco, francés y hebreo. Gracias a un trabajo importante de traducción, la familia pudo descubrir que sus tíos, bisabuelos y primos habían pasado por Treblinka, uno de los centros de exterminio nazi.
Gracias a toda esta nueva información, Lerman logró armar una especie de diario íntimo que lleva la voz de su abuelo. “Él nunca lo pudo hablar, pero yo creo que dejó estos los documentos, estos souvenirs con los que sentía a su familia de cerca, para que alguien pueda reconstruir su vida”, dijo.
Todo este largo camino concluyó con un libro llamado El dolor de estar vivo, que lleva la historia de Shlomo Lerman.