Invitan a un peña en el Seminario mendocino para recaudar fondos y reunir a las familias

El encuentro, denominado Gran Peña Brocheriana, se realizará este sábado en el centro formador de sacerdotes de El Bermejo, Guaymallén.

Invitan a un peña en el Seminario mendocino para recaudar fondos y reunir a las familias
La tradicional reunión ya superó las 20 ediciones.

El Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Rosario organizó para mañana, a partir de las 21, la denominada Gran Peña Brocheriana en sus instalaciones de calle Mathus Hoyos 3715 de El Bermejo, Guaymallén.

El objetivo, además de recaudar fondos para el sostenimiento del lugar, es reunir a la gran familia del seminario, establecimiento donde se forman los futuros sacerdotes.

Federico Amad, a cargo de la difusión del encuentro, se refirió a la importancia de este tradicional encuentro que lleva más de 20 ediciones y que, si bien en cada ocasión sigue sumando gente, continúa necesitando el apoyo de toda la comunidad.

“Son celebraciones muy hermosas y valoradas por la gente que concurre. Estamos muy felices de organizarlo y de reunir a la gran familia del seminario, en especial a quienes se van sumando en el camino, amigos, familiares…”, amplió, para agregar que, de todos modos, reunir el dinero para sostener la estructura es otro de los objetivos fundamentales.

“Cuesta mucho, en estos tiempos, mantener el seminario. Siempre decimos que es como una casa, un hogar de familia donde debemos hacer frente a muchísimos gastos. Por eso es nuestro deseo de que la gente se siga sumando”, dijo. Y agregó:”habrá diferentes platos como hamburguesas, pernil, empanadas, bebidas, postres, helados. Esperemos que nos acompañe el buen tiempo”.

La peña es un espacio de disfrute donde los presentes comparten un hermoso momento y un clima familiar y de amistad.

“Hemos vendido entradas anticipadas a 600 pesos en diferentes puntos, aunque el sábado se podrán comprar en taquilla a 700. Contamos con estacionamiento privado y seguridad sin costo alguno”, añadió Federico Amad, para comentar que la organización del encuentro tiene distintas comisiones (economía, cantina, etc).

En el seminario reside un total de 18 personas, entre ellas tres sacerdotes que acompañan en la formación y el resto jóvenes que se están preparando.

“Este sábado compartiremos una hermosa noche que tendrá varios ingredientes, como patio de comidas, sorpresas y shows varios”, anticipó Federico, que es oriundo de Junín y tiene 27 años.

Vocación

Hijo de Marcelo, administrador de empresas, y de Silvia, ama de casa, tiene dos hermanos, Matías (25) y Valentina (30). Sobre el llamado de su vocación, el joven cuenta que era adolescente cuando practicaba hóckey sobre patines en un club de San Martín. “Pasaba siempre por la parroquia Nuestra Señora del Líbano y me quedaba sorprendido por la gran cantidad de jóvenes que se congregaba. Un día decidí preguntar y más tarde integrar ese grupo. Poco después dejé ese deporte porque ya el tiempo no me alcanzaba, tomé la confirmación y empecé a sentirme más comprometido e involucrado con la parroquia”. Más adelante recordó que un día se preguntó: “¿Me gustaría que mi vida sea como la de todos los sábados?”. Inició, así, el camino del discernimiento y de la reflexión para poder llegar a la conclusión final, mientras también participaba de retiros para los jóvenes varones que solían efectuarse una vez al mes.

Y, de alguna manera, se inclinó hacia la vida laica. Tras salir de una secundaria técnica estudió Ingeniería; luego Diseño Industrial y hasta llegó a tener alguna novia.

“Pero con el tiempo volvió a aparecer la pregunta, la inquietud de volcarme hacia la iglesia y de formar parte del seminario. Es un camino que hoy me da muchísima felicidad”, reflexionó.

Federico se refirió también al “capítulo aparte” que representó comunicarles su decisión a sus padres. “Por algún motivo que nunca sabremos, no me acuerdo”, señala entre risas y agrega: “Tal vez por la misma emoción no tengo presente el momento en que les conté que deseaba ser sacerdote”.

De todos modos, según cuenta, sintió el apoyo desde un primer momento. Así, Marcelo y Silvia participan de todas las actividades y acontecimientos relacionados con el seminario. “De hecho, este sábado estarán firmes y comprometidos en la peña, como lo hacen siempre”, destaca.

En los ocho años de formación, los seminaristas llevan a cabo estudios de profesorado de Filosofía (es abierto a quienes deseen estudiar en formato terciario) y el bachillerato en Teología.

“Por este motivo nuestro día se inicia temprano. Algunas mañanas tenemos misa a las 6.40; luego desayuno y limpieza de espacios comunes para luego ir a cursar, de 8.30 a 13″, relata. Luego llega el momento del almuerzo y la tarde está destinada a estudiar y al Lectio, es decir, rezar con la Biblia o adoración al Santísimo. Y completa: “Otros días tenemos Lectio por la mañana y misa en la tarde. tenemos la misa. Las siestas son dedicadas al descanso o al deporte y los fines de semana cada uno está destinado a alguna parroquia”.

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