El Carrizal, un pueblo pequeño del Este mendocino, con amplios descampados, fincas, viñedos y grandes casonas comenzó a sentir, a mediados de los años 60, fuertes señales de cambio cuando el gobierno provincial buscaba una innovadora solución al problema que plantea la escasez de agua para riego y los grandes caudales que arrastra el río Tunuyán.
El crecimiento de la superficie cultivada en el árido suelo mendocino, impuso la urgente necesidad de construir una presa de embalse y regulación, en un sitio donde, por entonces no existían los servicios, el agua se tomaba del arroyo El Carrizal y las familias residentes accedían al pueblo por un callejón de tierra desde la vieja ruta 40.
En 1965, el gobierno provincial comandado por la segunda gestión de Francisco Gabrielli, comenzó a construir el dique El Carrizal.
El tranquilo distrito, del centro-norte de Mendoza, comenzó a cambiar su fisonomía: empresas contratistas, obreros, camiones y maquinaria pesada iniciaron los movimientos de suelo para la construcción de la obra emblema que no sólo regulará el caudal del río Tunuyán sino que además mejorará el riego de 110 mil hectáreas productivas del sector Este de la provincia y Luján de Cuyo.
Los siguientes avances fueron la construcción de la rutas 16 (de Ugarteche a El Carrizal) y 61 (de El Carrizal al dique Gobernador Benegas).
Pasaron seis años de intensa labor y finalmente el 27 de noviembre de 1971 se inauguró el dique El Carrizal, durante un gobierno de facto, con Gabrielli como interventor, cumpliendo su tercer mandato al frente de la provincia.
El dique se hizo de tierra y piedra, con un núcleo y una base de arcilla, embalsando un espejo de agua de 15 kilómetros de largo y 4 kilómetros de ancho, cuya finalidad es regular el fluctuante caudal del río Tunuyán, que tiene como fuente glaciares de los Andes, y su aprovechamiento es esencial para el riego de una árida región y para asegurar la sustentabilidad de 20 mil productores.
De 325 hectómetros iniciales a 462 hm3 actuales
La capacidad útil del embalse, prevista al momento de la construcción fue de 325 hectómetros cúbicos. Hoy alcanza a 462 hm3. La margen norte pertenece a Luján de Cuyo, mientras que la sur, a Rivadavia.
En 1970 comenzó la construcción de la Central Hidroeléctrica, que finalizó 3 años despúes, ampliando así los propósitos de la presa: la generación de energía. La central posee dos turbinas tipo Francis con una potencia unitaria de 8,5 megawatts y una generación media anual de 83 gigawatts hora, que abastece de energía eléctrica a 9500 hogares
El agua del embalse se turbina para hidroelectricidad en una usina hidroeléctrica, construida en 1971, con una capacidad de generación instalada de 17 megawatts.
Cada año en el mes de mayo, la Dirección de Hidráulica realiza en la represa El Carrizal el cierre de las compuertas para dar inicio al periodo de corte anual de aguas que establece el departamento General de Irrigación y que se extiende, generalmente, hasta agosto, dependiendo del nivel de agua que presente el embalse y el caudal del río.
Terminando el periodo de corte anual se habilitan las tuberías que conducen el agua con la apertura de compuertas y se deja así el sistema en condiciones de erogar por la central hidroeléctrica o zona de riesgo.
El crecimiento para la villa fue exponencial, en el lugar se instalaron clubes de pesca y náuticos, se formó la Asociación Turística Dique El Carrizal, se creó un mirador con una espectacular vista hacia el Este, la presa y las serranías de Rivadavia, se hicieron loteos turísticos y en honor al característico pejerrey que habita las aguas del dique, se emplazó un monumento y se creó su propio festival.
El año pasado, la construcción de un mirador ubicado en un sector que permite vistas panorámicas excepcionales, la reforestación y generación de estacionamientos y la mejora de la Ruta Provincial 61, que recorre el perilago del dique, conforman la serie de obras que de manera conjunta impulsan la Dirección Provincial de Vialidad y la Municipalidad de Rivadavia.
