El Arco de Desaguadero es un sitio emblemático para Mendoza y la puerta de uno de los principales ingresos terrestres a la provincia desde San Luis. Su construcción de estilo neocolonial ya tiene 87 años.
La arquitecta Cecilia Raffa, del Instituto de Ciencias Humanas, Sociales y Ambientales (Incihusa) del Conicet, nos invita a conocer cómo se concibió arquitectónicamente en la década del 30 del siglo pasado.
Durante la gestión del gobernador Ricardo Videla, se avanzó en el proyecto de construcción del Arco Desaguadero en el límite con la provincia de San Luis.
La frase “Bienvenido a Mendoza, la tierra del sol y del buen vino”, se propuso como símbolo de la recepción cordial de Mendoza para todo forastero que ingresase en su territorio.
El conjunto se emplazó sobre la antigua posta del Camino real que unía el Atlántico con el Pacífico. Lo integraban oficinas para la policía caminera, control sanitario, correos, un local para reparaciones de automóviles, una cantina, habitaciones para el pernocte de turistas y viajeros y una bomba de nafta en las inmediaciones.
Para esta obra desde la Dirección Provincial de Arquitectura se hicieron dos propuestas arquitectónicas, una en lenguaje racionalista y otra neocolonial, que fue la que finalmente por decisión del Ejecutivo se construyó. El proyecto estuvo a cargo de la Dirección de Arquitectura, que dependía del Ministerio de Industrias y Obras Públicas, cuyo titular era Frank Romero Day.
Los hermanos Civit, a cargo de esa Dirección, realizaron el diseño del edificio que contemplaba oficinas para la administración en el sector y de una bomba de nafta en el sector sur. Hacia 1940 funcionaba allí una Estación de YPF atendida por Pedro y Alfredo Tonza.
El estilo
El conjunto remite al estilo neocolonial, utilizado por los arquitectos en otras obras realizadas desde la Dirección de Arquitectura, entre ellos, la Hostería de Cipolletti y la Dirección de Pensiones y Jubilaciones de Mendoza. Originalmente, el edificio se leía como una unidad, de equilibrada composición, en donde se destacaban, en el bloque norte que aloja las actividades administrativas, las escalinatas externas que llevaban a la planta alta, la galería con arquerías del primer piso y los balcones.
En tanto, el volumen de la estación de servicio, de un único nivel, tenía cubiertas inclinadas de tejas. La bomba de nafta fue reemplazada por un restaurant para atención de los viajeros. Asimismo, el volumen de la estación de servicio, de un único nivel, tenía cubiertas inclinadas de tejas. La bomba de nafta fue reemplazada por un restaurant para atención de los viajeros.
En 2018 se hicieron tareas de restauración en el Arco de Desaguadero. Obreros, técnicos y especialistas encararon las tareas. También se mejoraron los servicios. Y está en proceso la puesta en valor del conjunto, por medio de la elaboración de un master plan.
Fuente: Cecilia Raffa. Construir Mendoza: obras y políticas públicas en el territorio, 1932-1943. Enlace: https://bdigital.uncu.edu.ar/15153