Nunca lo hacía. De hecho su familia ya se lo había advertido: “No vayas a la ‘garganta del Diablo’ porque el agua aparece de pronto y te puede llevar”. Aún no saben por qué rompió con su característica obediencia, pero el jueves pasado por la tarde Kevin Castro, de 14 años, y dos de sus amigos, Víctor, de 15, y Matías, también menor de edad, fueron a jugar a una enorme quebrada en el piedemonte de Godoy Cruz y todo terminó en tragedia.
Los tres menores fueron arrastrados por una repentina crecida de agua que originó la histórica tormenta del jueves (en apenas 45 minutos precipitó un tercio de lo que llueve en un año). Kevin murió y Matías está grave.
Los vecinos del barrio Campo Papa, Sol y Sierra y del Oeste godoicruceño saben que la “Garganta del Diablo” es una gigantesca quebrada que las fuerte lluvias han erosionado con los años en las inmediaciones del dique Maure, construido en 1940 para justamente atenuar crecidas.
“El agua se filtra y se desborda del dique y se ha formado una quebrada de unos 20 metros de profundidad”, intentó explicar Ángel Castro, quien hace dos días se convirtió en rescatista y localizó a su hermano menor Kevin ya sin vida.
Minutos de desesperación
Kevin, Matías y Víctor jugaban en la “Garganta del Diablo” cuando un diluvió los interrumpió. Víctor era el que más cerca de la orilla estaba, pudo sujetarse de una roca y salió por sus propios medios.
Asustado, se reincorporó, miró hacia atrás y sus amigos no estaban. Corrió lo más rápido que pudo. Hizo en pocos minutos lo que a un ritmo normal le hubiera llevado casi media hora, llegó a la casa de Kevin y advirtió sobre el accidente.
“Salimos a buscarlos al dique. No logramos encontrarlos y avisamos a la Policía”, relató Ángel, el hermano mayor de Kevin.
De repente, una luz de esperanza. Encontraron a Matías caminando cerca de la intersección de Segundo Sombra y Perón, a unos 200 metros de la “Garganta del Diablo”. Estaba completamente desnudo, la corriente lo había despojado de toda su ropa, pero estaba con vida.
“Cuando lo vi a Matías, corrí unos diez metros y vi a mi hermano. En ese momento no lo reconocí, solo tenía una zapatilla”, contó Ángel. “Hice de todo. Respiración boca a boca, masajes en el pecho, le tiré agua en la cara. Nunca reaccionó”, dijo Ángel en un comprensible estado de shock.
El hermano de Kevin y otro vecino intentaron sacar el cuerpo del lugar, pero “la Policía les dijo que lo dejaran allí. Ni siquiera nos ayudaron a subirlo”, se quejó Ángel. “Cuando arribó el interno 135 del SEC (Servicio de Emergencias Coordinado) el médico a cargo continuó con las maniobras de RCP, y a las 20:23 constató el deceso”, aseguró el reporte oficial.
Matías está internado en el hospital Notti y su estado es grave. Ángel aseguró que el amigo de su hermano tiene un pulmón perforado y que necesita asistencia respiratoria mecánica.
“Estaba contento porque iba a empezar la escuela”
Kevin Brian Castro Ahumada era el segundo de seis hermanos. Ángel, de 20 años, es el mayor.
Los cinco más chicos vivían junto a sus padres en el barrio Campo Papa, en el sector 11. Ángel construyó su propio hogar en el mismo terreno y vive con su pareja. “Kevin era muy bueno, estaba contento porque iba a empezar de nuevo a ir a la escuela”, dijo el mayor de los Castro.
“Siempre que llueve esa quebrada se inunda. Deberían canalizarlo o poner un caño para que desemboque directamente en el canal”, finalizó.