Si hay algo que la historia misma nos ha demostrado prácticamente desde siempre es que la ciencia y la religión –cualquiera sea- o los mitos no suelen ir de la mano. De hecho, la primera de éstas suele encontrar explicaciones verificables y empíricas a lo que la segunda (o las segundas) llama –generalmente- “milagros”. Y lo que se verá esta noche en el cielo –y en todo el mundo- es parte de esta eterna dicotomía. Porque este lunes 21 de diciembre por la noche se podrá observar en el cielo una conjunción entre Júpiter y Saturno, planetas que se apreciarán más juntos de lo que han estado durante 800 años. Y que tendrán una luminosidad que permitirá que sobresalgan por sobre los otros cuerpos.
Esta particularidad, la referida a cómo se cruzarán y se observarán alineados entre sí ambos planetas esta tarde - noche, brindará un espectáculo único en los últimos ocho siglos: por un instante brillarán como un único cuerpo celeste, con una imponente presencia en el firmamento. Y es su proximidad en el calendario con la Navidad lo que ha llevado a que, como si se tratara de una inmejorable estrategia de marketing, se la asocie –erróneamente, vale aclarar- con lo que en la religión se conoce como la Estrella de Belén. Y es que, siempre de acuerdo con los relatos bíblicos (del Evangelio de Mateo, más específicamente), fue un cuerpo celeste más luminoso que el resto –como el que se verá esta noche- el que marcó el camino de los tres Reyes Magos desde Oriente para llegar a Belén, a contemplar el nacimiento del Niño Jesús y entregarle obsequios al niño. Se la conoce como Estrella de Belén, porque hacia allí dirigió al trío de emisarios.
“Se trata de una conjunción entre Júpiter y Saturno, que nada tiene que ver con la teología; es un fenómeno astronómico. De hecho, ni siquiera se sabe científica y realmente si existió algo llamado Estrella de Belén”, destacó la doctora en Astronomía, Beatriz García; quien brindó detalles científicos sobre el fenómeno y cómo apreciarlo desde Mendoza. “La denominación de Estrella de Belén tiene que ver, por un lado, con el momento en el calendario en que se va a observar la conjunción. Pero, además, se ha difundido una nota desde Estados Unidos donde se intenta explicar por qué es la Estrella de Belén. Al final ponemos al mismo nivel la astronomía, astrología, la teología, lo verificable y lo que no lo es. Uno hace un esfuerzo enorme por tratar de alfabetizar científicamente a la gente; pero todo entra en una misma bolsa”, sintetizó García.
Explicación
Según explicó la doctora en Astronomía e investigadora, el fenómeno de las conjunciones entre Júpiter y Saturno se da cada 20 años; y tiene que ver con la ubicación de la Tierra respecto del sol. “La conjunción se da cuando los cuerpos están más lejos del sol respecto de la Tierra. En el caso de las conjunciones entre Júpiter y Saturno, es porque -proyectados en el cielo-, a veces se ven más cercanos. Lo que vamos a ver esta noche es que se alinean, cada uno en sus órbitas. Se trata de un fenómeno de proyección y donde ambos planetas aparecen medianamente alineados. Pero esto no quiere decir que se junten, sino que se alinean uno detrás del otro”, indicó García.
La aproximación entre ambos planetas será de 6 minutos de arco esta noche- “Es realmente poco, van a estar muy cerca. Desde 1226 que no están tan cerca; y en aquella oportunidad estuvieron más cerca aún”, agregó.
Más allá de que esta noche, pasadas las 22, será el momento en que se los avistará más cercanos; ya desde hace más de una semana que ambos planetas se están avistando como más cercanos entre sí. “Cualquiera que haya mirado el cielo al atardecer habrá visto dos puntos luminosos que cada vez que se han ido acercando más durante los últimos días. A diferencia de lo que ocurre con las estrellas, con Júpiter y Saturno se nota que se mueven y se acercan. Esto es porque los planetas están más cerca que las estrellas”, agregó de forma didáctica.
El punto de mayor aproximación
Todo este fenómeno de acercamiento entre ambos planetas –y que se ha podido observar en el cielo como dos “puntos luminosos” muy próximos entre sí y que sobresalen por sobre los otros- tendrá su punto más alto (y cúlmine) esta noche. Alrededor de las 22:20 de este lunes 21 de diciembre ambos planetas estarán a una altura cero, por lo que el “punto luminoso” se observará en su mayor esplendor.
“En la noche de hoy van a estar con la máxima aproximación, y mañana ya no se van a ver tan juntos. Desde el atardecer (aproximadamente a las 20) y hasta las 22:30; mirando hacia el suroeste –detrás del sol y casi en el mismo camino aparente (las órbitas son coincidentes, aunque a diferentes distancias)- vamos a ver ponerse estos objetos detrás de la cordillera también, siempre como consecuencia de la rotación de la Tierra”, explicó García. Incluso, es casi un hecho que, teniendo en cuenta los 5° de inclinación que tiene la cordillera sobre el horizonte; a partir de las 22 no sea observable la conjunción en Mendoza.
En cuanto a las recomendaciones para ver y disfrutar este fenómeno, García recomendó –a quienes puedan- recurrir a un telescopio. “Esta noche, Júpiter y Saturno se van a poder ver más juntos que nunca en los últimos 800 años. Si uno puede verlo con un telescopio, van a aparecer ambos planetas juntos en el ocular; y sería interesante de ver. Se van a ver los anillos de Saturno con claridad, y tres de las lunas de Júpiter. Es una lástima que esto se dé en pandemia, porque si no sería una inmejorable oportunidad para organizar encuentros temáticos y verlos todos juntos”, sostuvo.
La errónea vinculación con la Estrella de Belén
García tiene en claro que hay dos factores que llevan a que se vincule –erróneamente- a la conjunción entre ambos planetas con la figura religiosa de la Estrella de Belén. El primero tiene que ver con que justamente este año se da en diciembre, a tres noches de la Nochebuena y a cuatro días de la Navidad. Pero, además, se suma esta corriente de intentar recurrir a aspectos no científicos para adjudicar los comienzos de nuevas eras post pandemia o de señales; todas realidades contrarias a la evidencia científica.
“Nadie sabe bien qué fue la Estrella de Belén, que solo es mencionada por uno solo de los Evangelios. Desde siempre hay gente en el ámbito de la ciencia que se encarga de analizar de los Libros de Confesión de distintas religiones, e intentar explicar científicamente los distintos fenómenos astronómicos de distintas épocas. Pero tenemos que tener en cuenta que estamos hablando de una época en que la gente intentaba explicar la vida con las estrellas. Respecto a la Estrella de Belén, hay personas que han hecho cálculos para intentar explicar qué fue. Teológicamente hay gente que lo propone como una metáfora, pero es algo teológico; no científico”, indicó García.
Incluso, la ciencia ha intentado explicar aquel episodio del que –de acuerdo a la religión- se cumplirán 2021 años en los próximos días. “El mismo Kepler propuso una conjunción de Júpiter y Saturno en el año - 7, pero ambos objetos estaban bien separados; por lo que no se cree que fuera un evento tan llamativo en el cielo. Otra gente habló en el año – 4 de una conjunción de Venus con Júpiter. Pero no hay certeza de nada, por eso en general se piensa que es un tema teológico y metafórico”, siguió la doctora en Astronomía.
Tampoco fue un cometa
En el cuadro “La adoración de los Reyes Magos”, de 1304, el pintor Giotto representa a la Estrella de Belén como un cometa situado –casi suspendido- por sobre la escena del Nacimiento de Jesús. Sin embargo, la inspiración de esa figura en la pintura tiene una explicación que nada tiene que ver con lo que podría haber tenido lugar aquella noche. “Sabemos que esa idea del cometa viene del cuadro de Giotto, donde aparece un cometa sobre el cielo. Pero tiene que ver con el paso del Cometa Halley en 1301, tres años antes de que se pinte el cuadro. Por eso lo pintó así. Pero también se sabe que la Estrella de Belén tampoco fue un cometa; y se lo asocia con este cuerpo por esa pintura”, se explayó la investigadora.
De regreso a lo que se observará esta noche, García destacó que la conjunción planetaria no tiene nada que ver con las señales teológicas con las que se asocia y explica la Estrella de Belén. “Es un poco triste volver a un pasado remoto de ignorancia referido a cómo se mueven los cuerpos en el sistema solar. Hacerlo es negar a la ciencia, y estamos haciendo un esfuerzo muy grande para llevar y difundir la ciencia”, lamentó la doctora en Astronomía.
“Uno no pretende deprimir a la gente, ¡todo lo contrario!. Ver el cielo siempre es lindo. Pero tenemos que quitarle relación con nuestra suerte, nuestra vida, nuestro futuro; o intentar encontrar señales de una nueva época. ¡No lo son, son eventos naturales predecibles; que no inciden en nuestra vida, futuro!. Nosotros somos artífices de nuestros propios destinos. Las estrellas no tienen una influencia en lo que va a ser nuestra vida. Fenómenos como la conjunción de Saturno y Júpiter son fenómenos predecibles, calculables y naturales. Hace miles de años se predicen; y gracias a eso, a poder explicar, es lo que permite que evolucionemos”, sintetizó García.