Norma Nieto era profesora de Biología, muy querida por todas las comunidades educativas donde trabajó. Era soltera, no tenía hijos, amaba viajar y era una persona humilde y solidaria.
Juliana Barquero estaba casada, era mamá de tres hijos, orientadora vocacional en la Escuela 3 de Bahía Blanca y de muy bajo perfil.
Ambas se encontraban entre el público que el sábado a la tarde-noche se hizo presente en el club Bahiense del Norte, en la primera cuadra de la calle Salta, para disfrutar del show de patín de los alumnos.
Lo que prometía ser una jornada festiva y de alegría se convirtió en una trampa mortal para Norma y Juliana, que quedaron atrapadas bajo los escombros.
“Me acabo de enterar que partió Norma Nieto, mi paciente hasta que me jubilé y una persona increíble, cariñosa, inteligente y humilde”, dijo María del Carmen, médica jubilada.
“Nos unió la ciencia. Fui a dar una charla sobre sida al colegio Nacional y quedamos con un vínculo muy especial. Lamento profundamente su fallecimiento”, dijo, para agregar que Norma era una persona “ordenada y rigurosa con sus controles médicos, sociable y atenta. Seguramente había concurrido a ver actuar a la hija de alguna de sus muchas amigas entrañables”.
Otra de sus amigas, Laura Muñoz, la despidió en Facebook. “Te llevaré en mi corazón y en mi mente siempre. Mi pilar en nuestro querido colegio Nacional y el resto de los años que seguimos compartiendo la vida a través de las redes. Solo espero que hayas sabido lo mucho que te quise y lo importante que fuiste para mí desde el primer día en que te conocí a través de mi hermano. No puedo creer estar escribiendo esto, Normita querida”, escribió.
Norma estudió licenciatura y profesorado en Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional del Sur (UNS) y era una amante de los viajes. Además, promovía la donación de órganos y era “amiga de los amigos”.
Juliana y el cumpleaños que no pudo ser
Juliana Barquero cumplía años al día siguiente del evento que resultó ser un antes y un después en la historia de la ciudad de Bahía Blanca. Había ido a ver a su hija menor. A las 20.30 comenzó el desastre.
“Conozco a Sebastián, su esposo, de toda la vida. Sé que Juliana estaba con su hija en el festival. A la nena la encontraron enseguida en medio del derrumbe, pero la esposa estaba desaparecida hasta al menos la 1.35 de la madrugada del domingo, fue mi último whatsapp con él. Era terrible la desesperación. A las 5.30 nos llegó el mensaje con la confirmación de que había fallecido. Una desgracia”, dijo Leandro a Los Andes.
“No lo puedo creer, Juliana Barquero. Hoy sería tu cumple”. Con esas palabras Teresa Aliman, docente y amiga, se despidió de la mujer con quien compartió el trabajo durante muchísimos años.
“Juliana hoy cumpliría los años. Estoy devastada, no puedo hablar”, se limitó a señalar la mujer.
Juliana era una mujer de bajo perfil a la que no le gustaban las fotos. Tal vez por eso, en su imagen del perfil del Facebook solo se observan dos manos tomadas con un corazón en el medio y la palabra “Love”.
“Lamentable, tristeza total”, dijo Graciela Rau, también del ambiente de la docencia bahiense. “Tristeza total. Bahía de luto”, agregó Mónica en Facebook.