La diferencia de 5 horas entre Mendoza (Argentina) y Nantes (Francia) llevan a que cerca del mediodía argentino el mendocino Agustín Galeotti (34) esté con más ganas de acostarse a dormir y descansar que de hacer otra cosa. Son las 12:30 en Mendoza, las 17:30 en Nantes, y hace algunas horas Agus se consagró subcampeón mundial de BMX (una especialidad de ciclismo) en la categoría hombres de entre 30 y 34 años. Más concretamente, lo hizo en rodado 20.
“Estoy muy contento, aunque un poco como que no caigo todavía”, son sus primeras palabras a Los Andes, mientras prepara todo para irse a acostar. Y es que el haber culminado en segundo lugar en el Mundial de BMX disputado durante toda esta semana en Nantes se ha quedado con todas sus energías. Ni hablar si se agrega que debió participar de la competencia con dos bicicletas y equipamiento prestado (zapatillas, calzas y hasta pedales). Porque la aerolínea en que llegó a Francia extravió el equipaje de Agustín, que incluía –entre otras cosas- los dos rodados con la que se había preparado para competir y todo su equipo profesional.
“En nuestra disciplina se usa todo el cuerpo, y cada cuerpo tiene sus características. Por esto mismo es que las bicicletas son personalizadas y se ajustan al peso y al largo del cuerpo, de las piernas, de los brazos. Yo tenía mis dos bicicletas preparadas para mí y en las que había entrenado, pero nunca llegaron. Ni tampoco las zapatillas, las rodilleras, las coderas ni las calzas. Por suerte llevaba el casco en el equipaje de mano. Pero todas las demás cosas las tuve que pedir prestadas de otros equipos que venían a competir. Y terminé usando la bici o las rodilleras y zapatillas que nadie usaba”, repasa Agus desde Francia. Y reconoce que de a poco va cayendo en el valor agregado que le da esto al subcampeonato mundial.
“Me quedo hasta el 13 de agosto y vuelvo por Frankfurt también, que es el mismo lugar por el que llegué. Ojalá que para entonces ya pueda haber recuperado mis bicis y el equipaje”, piensa en voz alta –y desea- Agustín Galeotti, quien también participó de la competencia en la categoría rodado 24 –también con bici prestada, ya que le extraviaron sus dos rodados- y llegó a la semifinal.
Bicis y ropa prestadas
Agustí Galeotti vive en Guaymallén y anda en bicicleta desde los 4 años, cuando su padre le regaló la primera bicicleta. Su trabajo principal está en la venta de autos, aunque siempre se hace un momento para entrenar en la bicicleta. “Trabajo 8 o 9 horas diarias, y después me organizo para entrenar todos los días”, describe sobre su rutina.
Durante toda esta semana que está terminando este viernes, Galeotti participó del Mundial de MBX en Nantes. “Corrí el martes en la categoría rodado 24 y ahí llegué a semifinales. No es una categoría muy fuerte aún, por lo que la aproveché como fogoneo previo. Y hoy me tocaba la final, en la categoría hombres de 30 a 34 años en rodado 20. Y acá salí subcampeón”, cuenta con humildad.
En ambas categorías, Agustín debió participar con bicicletas prestadas. “Tuve poca fortuna en el viaje. El itinerario cuando venía fue Mendoza – Ezeiza, Ezeiza – Frankfurt, Frankfurt – Madrid y Madrid - París. Pero cuando llegamos a Frankfurt había una medida de fuerza, por lo que en la aduana el personal estaba reducido. Eso me llevó a estar más tiempo en el lugar y a perder un vuelo. Pasé todo un día en el aeropuerto y el otro día salimos a Madrid y de ahí a París. Cuando llegué a París, me di cuenta de que el equipaje nunca había llegado. Esperé 3 días, pero me tuve que venir a Nantes y la huelga no llegaba a su fin. Y ahí me resigné a que no iba a poder compartir con mis bicicletas, fue como un golpe de realidad”, reconstruye Agus sobre la previa al inicio del campeonato. La aerolínea en que viajó Agustín fue Lufthansa, con la que tiene la vuelta programada además.
Así fue como Galeotti llegó al lugar donde participaría de la competición, sin sus bicis, sin sus zapatillas ni equipamiento y solo con su casco. “El primer entrenamiento lo hice con una bici prestada, después completé otra con una diferente. Y conseguí que me prestaran para competir”, repasa.
Durante toda la semana se celebró el mundial en esa ciudad francesa y Agus participó en las mencionadas categorías, primero el martes y luego este viernes por la mañana (hora argentina). “Si tengo en cuenta que participé con bicis que no eran de mi medida ni las mías y miro para atrás, me empiezo a dar cuenta de que tiene un valor enorme lo que pude conseguir. Creo que fue clave poder mantener la cabeza con frialdad y, aunque tuve algunos baches de confianza, me sentí bien y estuve al 100%”, destaca a modo de balance. Y no logra ocultar la emoción de haber podido lucirse en Francia, donde –según sus palabras- está el “jogo bonito” de las bicicletas.
De la categoría BMX hombres de 30 a 34 años rodado 20 participaron 48 participantes desde la clasificación y hasta llegar a la etapa final, donde Agus se consagró subcampeón. “De mundiales solo había participado de uno en el año 2000, que se disputó en Argentina –en Córdoba- y yo tenía 12 años. Ahí llegué a semifinales. Pero siempre me quedó pendiente cumplir el sueño de volver a competir, y lo pude retomar de grande”, cuenta el orgullo mendocino, quien encuentra en el BMX una verdadera pasión.