Enero de 2023, en uno de los tantos hoteles de lujo ubicados en Playa del Carmen (en la paradisíaca Riviera Maya de México). En una habitación estaban alojados Edith Daniele y Jorge Mesa, un matrimonio que había llegado de vacaciones desde Mendoza y con la idea de relajarse y disfrutar. En la habitación de enfrente, por su parte, se hospedaban Manuela y su esposo, Laurent, ambos llegado de Francia y en el mismo plan.
Hasta ese momento, ni siquiera se conocían entre sí. Dos parejas que coincidían en un hotel de vacaciones, como otras cientos. O miles, O millones en el mundo.
“Yo me estaba bañando y justo cuando salía, escuché los gritos de una mujer. Le avisé a mi esposa, porque pensé que era un episodio de violencia de género”, describe Jorge, quien es peluquero y vive en San Martín.
Y aunque no se trató de violencia de género, la situación no estuvo exenta de drama y dolor. Porque ese mismo día, Laurent moriría víctima de un paro cardíaco en la habitación del hotel -eso motivó los gritos de desesperación de Manuela-.
Ese mismo día nacería, además, una linda historia de amistad entre la mujer francesa (quien tenía 39 años en enero del año pasado) y el matrimonio sanmartiniano. La misma historia de amistad que se mantiene hasta hoy, y que trajo de visita a Manuela a Mendoza para reencontrarse con aquellos amigos a quienes conoció en medio del dolor y la conmoción.
LA AMISTAD QUE NACIÓ DE UNA TRAGEDIA
Jorge Mesa, peluquero en San Martín (Mendoza) y su esposa Edith Daniele, trabajadora de la comuna sanmartiniana y directora de escuelas jubilada, habían elegido Playa del Carmen como destino para sus vacaciones 2023.
Un plan interesante y atrapante, sin más nada que preocuparse que por disfrutar del mar y de las excursiones infaltables en este destino. Pero el destino no tenía los mismos planes para ellos, ni tampoco estaba orientado para el lado de la calma absoluta.
En el mismo momento en que Jorge oyó el grito de la mujer, su esposa salió sin pensarlo dos veces hacia el pasillo del hotel. Y es que el grito femenino se había oído allí mismo, como si la secuencia -cualquiera fuera- estuviese transcurriendo en la puerta del cuarto de los mendocinos.
“Los dos pensamos que era una situación de violencia. Y como mi esposa había trabajado en la Asesoría de la Mujer de la Municipalidad de San Martín, salió corriendo en el acto”, rememora Jorge, quien se define a sí mismo como un mero espectador de toda la situación. Y le otorga el mote de “heroína” a Edith.
A toda velocidad y con lo primero que encontró, Jorge se vistió y salió al pasillo, al encuentro de su esposa y de la evidente situación conflictiva que ya habían detectado por los gritos. Pero en el pasillo de hotel no había nada, ni nadie.
Cuando Jorge decidió inspeccionar con su vista y recorrer qué había a su alrededor, se encontró con la puerta de la habitación de en frente a la suya abierta de par en par. Y con Edith subida la cama en ella, al lado del cuerpo de un hombre tendido.
Quien estaba allí, inconsciente, era Laurent (50), acompañado de su esposa, Manuela, era quien había gritado luego de que su pareja se desvaneciera. Los dos habían llegado de Francia con la misma idea que Jorge y Edith: disfrutar de unas relajantes y merecidas vacaciones en la Riviera Maya.
NADA QUE HACER
En sus años como directora de escuela, Edith Daniele había aprendido las técnicas de Resucitación Cardiopulmonar (RCP), y al encontrarse con Laurent desvanecido en su dormitorio, aplicó todo su conocimiento y practicó estos movimientos.
“Yo me fui corriendo a la recepción, desde donde llamaron a la ambulancia. Llegó a los 12 minutos, que es muy poco para lo que uno está acostumbrado en Argentina. Pero, por desgracia, fue mucho tiempo para una vida humana, y después de 20 minutos intentando resucitarlo, confirmaron que estaba muerto”, recuerda, con dolor, Jorge.
Recién allí los mendocinos supieron quiénes eran sus vecinos de habitación y de dónde venían. Y también fue el momento en que comenzó a nacer la gran amistad entre ellos con Manuela.
EL NACIMIENTO DE UNA AMISTAD
Luego del trágico episodio, Manuela había quedado en shock. Como si con ello no fuese suficiente en lo que a trauma se refiere, debían iniciar los trámites para el traslado del cuerpo de Laurent a Francia. No le esperaban días nada fáciles a Manuela, pero ese día descubrió que tampoco estaba sola.
“El gerente del hotel nos preguntó si podíamos quedarnos con ella, para acompañarla en el momento difícil y nos ubicaron en un pent house con tres habitaciones para estar juntos y cómodos mientras avanzaban todos los trámites. Ellos habían alquilado un auto para sus vacaciones, así que estuvimos los tres juntos los 7 días que nos quedaban en Playa del Carmen, Y siempre nos acompañamos”, repasa Jorge Mesa.
En medio del dolor -lógico e inevitable-, Jorge y Edith lograron que la estadía de Manuela en Playa del Carmen tuviese un poquito más de luz. Ya le había dicho que los trámites de repatriación de los restos de Laurent tomarían cerca de 20 días, y la situación era por demás dura.
Al cumplirse los 7 días de vacaciones de Jorge y Edith, la pareja de sanmartinianos tuvo que abandonar el hotel para regresar de Playa del Carmen. Y al octavo día, la propia Manuela -nacida en París y de padres portugueses- decidió regresar sola a Francia, y esperar en su tierra la repatriación del cuerpo de su esposo.
“Me quedé sin mi compañía, sin mi sonrisa, sin mi todo” fue el mensajito que Manuela les envió a sus nuevos amigos mendocinos el mismo día en que ella regresó a París, un día después de que el matrimonio sanmartiniano debiera marcharse de Playa del Carmen.
TODO POR HACER
Fue tal y tan estrecho el vínculo que forjaron Jorge y Edith con Manuela, que ni siquiera la distancia se convirtió en un obstáculo para seguir conectados entre sí. ¡Mucho menos en la era del WhatsApp y las telecomunicaciones!
Y, entre tantas comunicaciones diarias que mantenían los sanmartinianos con la francesa, un día Manuela les dijo que vendría a visitar a Mendoza a quienes se convirtieron en sus grandes amigos y su contención en uno de los momentos más difíciles de su vida.
Ese día llegó, y esta semana Manuela aterrizó en Santiago de Chile como escala previa a Mendoza. Hacia allí fueron a recibirla Jorge y Edith, quienes aprovecharon un par de días para visitar las playas y calles de Reñaca con su amiga francesa.
Este jueves los amigos estarán en Mendoza. Y, como la estadía de Manuela es por 15 días en Argentina, una vez que recorrer un poco de Mendoza -y, por supuesto, San Martín-, Manuela, Edith y Jorge visitarán las Cataratas del Iguazú y la Ciudad de Buenos Aires. Y, después de un año y medio, el esperado reencuentro entre los amigos servirá para volver a darse esos abrazos que tan bien les hicieron en enero de 2023 y en la ya lejana -en tiempo y espacio- Playa del Carmen.