Laura Demiras vive en Fray Luis Beltrán y creció en una finca de olivos situada en cercanías del barrio 12 de Octubre, la misma que heredó junto a su hermano Horacio cuando falleció su papá. Daniel Garnica es salteño, tiene 35 años y llegó a esta zona de Maipú buscando oportunidades laborales. Alquiló una porción de tierra, una piecita, y contemplaba con mucha expectativa los tomates, pimientos y zapallitos que tenía prolijamente sembrados.
Laura y Daniel no se conocen, pero el miércoles, alrededor de las 19, muy cerca uno de otro, sintieron la misma desazón al ver derrumbarse todas las esperanzas de buenas cosechas.
“Tenemos casi tres hectáreas completamente destruidas. Las aceitunas ya estaban grandes, hermosas, como para empezar a cosecharlas los primeros días de abril. Llegué a la finca y encontré todo en el piso”, relató Laura a Los Andes.
“Era piedra en seco, muy fuerte, dañina. Luego cayó agua, pero el daño estaba hecho. No sólo nosotros resultamos damnificados y con pérdidas totales, sino mucha gente que perdió el techo de su casa y tuvo que trasladarse a otros lugares”, relató la mujer desde un pequeño almacén que ayer recibía electricidad gracias a un grupo electrógeno.
Las aceitunas que históricamente produjo la finca son vendidas a la fábrica de aceite La Portada, que está en las inmediaciones. “Ya nos hicimos a la idea de que este año no habrá producción, no tenemos nada para vender”, dijo Laura dolida.
Ella estaba por salir a hacer compras para su negocio cuando la sorprendió la tormenta. Todavía no eran las 19 y le preocupaba saber que su mamá, una mujer mayor, estaba sola en la finca y sin posibilidades de comunicarse. La electricidad se cortó y tampoco había señal.
“Llegamos apenas pasó la lluvia y la encontramos llorando, asustada”, confesó Laura. También, dijo, la invadía una profunda tristeza de ver el esfuerzo de sus hijos derrumbarse en pocos minutos.
“Anoche (por el miércoles) llegó gente del municipio a ver los daños, a constatar las familias y los productores afectados y, por supuesto, se fueron llenos de reclamos. Da mucha impotencia porque no se trata de buscar culpables, la naturaleza es así”, reflexionó la agricultora.
Una “cachetada” al esfuerzo
Daniel “Chiqui” Garnica es salteño, tiene 35 años y llegó a Fray Luis Beltrán para probar suerte en la tarea que lleva a cabo desde muy pequeño: trabajador rural. Su vida fueron siempre las fincas y supo que en Mendoza había una gran oportunidad de sembrar y cosechar tomate, zapatillo y algo de morrón.
Alquiló una hectárea y media de tierra y una piecita donde poder albergarse en la zona rural de calle Los Valencianos, en Maipú, y puso manos a la obra con lo único que sabe hacer y con un esfuerzo extra, ya que en Salta dejó a su esposa y a sus dos hijas chiquitas, que van a la escuela.
Dice que no recibió ningún alerta meteorológico, que la tormenta lo tomó desprevenido. El miércoles, alrededor de las 19, con la producción lista para empezar a cosechar, el cielo se oscureció de repente y la tormenta de granizo lo dejó perplejo, sin poder actuar. Sólo atinó a contemplar cómo el esfuerzo de meses quedaba completamente desvanecido.
En diálogo con Los Andes, abatido y con una profunda angustia, sostuvo que el 100 por ciento de la producción quedó destruida. “No se salvó nada, excepto el alambre. No tuve tiempo a nada, sólo a mirar cómo todo se destruía en pocos minutos”, confesó.
“Todo esto me superó”, dijo “Chiqui”, a quien miles de escenas se le cruzaron por la cabeza. Una de ellas, regresar a Salta y seguir allá trabajando en la próxima temporada.
Sin embargo, ayer se levantó y comenzó a peregrinar de finca en finca. “Para hablar, para hacer trámites, para ver cómo seguir”, dijo. Y aseguró que hasta ahora sigue “perdido”. “Agachar la cabeza, levantarse y seguir trabajando”, atinó a decir.
Patricia Navarro vive a metros de “Chiqui” y también el granizo hizo estragos en su casa. “Pero esto de los productores de la zona es devastador porque se agotan las esperanzas. No les quedó nada y fue en pleno inicio de cosecha”, dijo a este diario.
“Están todos muy mal, ni siquiera quieren hablar con nosotros. La angustia es total”, resumió.
Tal como se informó, una fuerte tormenta de granizo azotó el miércoles a parte de la provincia de Mendoza. Las localidades más afectadas fueron, además de Maipú, Guaymallén y Luján de Cuyo, donde el fenómeno meteorológico provocó daños en las estructuras de las calles, viviendas y automóviles. Según el último reporte de Defensa Civil, se registraron cerca de 200 incidentes y se estima que un total de 12.000 hectáreas resultaron perjudicadas.
Residentes mendocinos compartieron en redes sociales imágenes de los estragos que causó el temporal que, con piedras del tamaño de una pelota de tenis, produjo la destrucción de vidrios, derrumbes de techos, y hasta caídas de árboles y postes.
La lluvia comenzó alrededor de las 14 en diversas zonas de la provincia, extendiéndose también a la ciudad de Mendoza, Las Heras, Godoy Cruz, Lavalle, San Martín, Tupungato y el Valle de Uco. La peor inclemencia se inició poco antes de las 19 en la localidad maipucina Fray Luis Beltrán.
Debido a esta situación, el tránsito en la ruta provincial 14, a la altura del arroyo Claro en Barrancas (Maipú) fue completamente interrumpido durante algunas horas. La crecida repentina del cauce provocó el anegamiento del desvío sobre la calle Gardella, debido a las obras del puente arroyo Claro, las cuales fueron afectadas por las tormentas, según informó la Dirección Provincial de Vialidad.
En Maipú se registraron 18 incidentes, que incluyeron caídas de árboles y ramas, viviendas inundadas, caída de postes y derrumbes parciales de techos, principalmente en los distritos Fray Luis Beltrán, Villa Chachingo, Russell, Barrancas y Rodeo del Medio. En esta última localidad, un vehículo resultó afectado por el impacto de piedras de gran tamaño en los vidrios.
Por otro lado, un usuario compartió en redes sociales el estado del puente de Beltrán, que quedó intransitable debido a que muchos conductores decidieron detenerse para protegerse, una acción peligrosa que va en contra de las recomendaciones ante situaciones de emergencia.