En Mendoza desde hace semanas se respira clima de festejo. Por la cosecha y por el vino nuevo. Pero también es tiempo de agradecer, por lo que el próximo domingo la clásica celebración vendimial ecuménica volverá a congregar a miles de locales y turistas en un acto de gratitud. Así, la Bendición de los Frutos abrió el calendario oficial de la Vendimia 2024 y el pueblo de Mendoza ofrenda sus frutos para que sean bendecidos.
A las 21 del domingo 25 de febrero comenzó la ceremonia interreligiosa que, retomando la iniciativa de recorrer distintos puntos de la provincia para federalizar el acceso a la cultura, se realiza en el Predio de la Virgen, situado en Guaymallén. La entrada al público es libre y gratuita, como todos los años. Allí también se realizó este año el Paseo Federal, donde cada departamento mostró su producción, servicios y paisajes y les permitió a quienes se acercaron conocer a las soberanas departamentales.
La celebración litúrgica rescata el verdadero espíritu de esta ceremonia que agradece el vino nuevo y ruega por la cosecha futura. Con la presencia de la Virgen de la Carrodilla, Patrona de los viñedos, se elevará la oración del Consejo Interreligioso de Mendoza junto a representantes de pueblos originarios. Uniendo sus voces, realizarán una única plegaria, demostrando que la unidad, la paz y el bienestar común son posibles en Mendoza, en el país y en todo el mundo.
Luego se realizará el tradicional golpe de reja como símbolo del trabajo de los mendocinos, que hicieron del desierto un oasis. Será el gobernador Alfredo Cornejo quien vuelva a realizar el esperado ritual, como ya lo hizo en su gestión pasada.
También participarán del evento el intendente anfitrión, Marcos Calvente, el presidente de la Federación Gaucha de Mendoza, la Reina y Virreina Nacional de la Vendimia y la Flor Provincial de la Tradición.
Según anunciaron desde el Ejecutivo provincial, también habrá espacio para un colorido espectáculo, una vez que finalice la celebración religiosa. El amor, el reencuentro, el brindis y la cosecha guiarán los cuadros artísticos, que también hablarán de unidad, agradecimiento, orígenes, ritmos y cantos.
“Se anuncia un nuevo año de Vendimia y eso es motivo de celebración. Una invitación a viajar por los senderos de la música y para compartir los frutos de un tiempo que comienza con la identidad de un pueblo”, señaló el Gobierno en un comunicado.
“El milagro de la vida”
La propuesta artística tendrá el eje en los diversos elementos que conforman la cultura mendocina y rendirá homenaje a los productores, cosechadores, hombres y mujeres protagonistas del trabajo vitivinícola. Este año la puesta en escena se denomina “El milagro de la vida” y se realiza bajo la dirección de Alberto Giménez.
El argumento invita a reflexionar si en ocasiones nos olvidamos de quiénes somos. “El milagro de la vida” habla de todas las formas en que, a través de del devenir del pueblo se honra la vida. Ya sea cuidando los frutos que da la Tierra, protegiendo a la madre naturaleza, buscando una nueva vida o acompañando a las nuevas generaciones en su desarrollo.
“Proteger es un acto de amor y se manifiesta de muchas maneras. Esa es la historia que veremos a través de un viaje temporal, que nos llevará a reconocernos en el andar de todos los habitantes de este suelo, para ser conscientes de lo que pasó, pasa y está por venir, siempre con la esperanza intacta de un futuro mejor”, se anunció oficialmente.
El año pasado congregó a 3.000 personas
El año pasado el acto litúrgico estuvo enfocado en los productores damnificados por heladas y granizo de la temporada, que castigaron severamente a la cosecha. Fueron cerca de 3.000 espectadores los que acompañaron la ceremonia, que cumplió con la tradicional oración del arzobispo de Mendoza, monseñor Marcelo Colombo, el golpe de arado por parte del Gobernador y el canto a las 18 reinas departamentales, con la vuelta de Los Trovadores de Cuyo al escenario.
El Prado Gaucho del parque General San Martín albergó a la celebración en 2023. Este evento, junto a la Fiesta de la Cosecha, son las únicas dos oportunidades en que las soberanas visten ropa gaucha en la agenda vendimial, por lo que suele resultar uno de los detalles de color de la noche y ser disfrutado por los presentes.