En las sierras que rodean a Potrero de los Funes, a tan solo 20 kilómetros de la Capital de San Luis, se encuentra un tesoro natural oculto: el Salto de la Moneda, una impresionante caída de agua con una altura que oscila entre los 12 y 15 metros. A pesar de su majestuosidad, este rincón paradisíaco es accesible a pie mediante un trekking de dificultad media.
El recorrido para llegar al Salto de la Moneda implica una caminata de aproximadamente 50 minutos por las sierras, sorteando piedras, siguiendo indicaciones y disfrutando de hermosas panorámicas. Aunque requiere un esfuerzo moderado, la belleza del entorno y la magnitud de la cascada hacen que valga la pena cada paso.
CÓMO LLEGAR A EL SALTO DE LA MONEDA
Para llegar al lugar en auto simplemente hay que buscar el nombre “Salto de la Moneda” en Google Maps. La app proporcionará las indicaciones precisas hasta el estacionamiento, que es gratuito, aunque se cobra un pequeño monto por persona como entrada. El camino, en su mayoría asfaltado, se torna de ripio en los últimos 400 metros, donde se asciende por la sierra hasta el punto donde se deja el vehículo.
En temporada alta, existe la opción de contratar a un guía turístico presente en el lugar, quien puede llevar a los visitantes hasta la cascada. Sin embargo, el recorrido puede realizarse sin la asistencia de un profesional, ya que está marcado con pintura roja en las piedras y cuenta con huellas que indican el sendero.
Aunque catalogado como trekking de dificultad media, el camino es fácil de seguir, se necesita un buen calzado y estado físico adecuado. Algunos tramos requieren equilibrio para superar obstáculos, como subir, bajar y cruzar un arroyo, pero el sendero es seguro y oportuno para familias que deseen disfrutar de la naturaleza.
Durante todo el recorrido hay señal 4G en los teléfonos que brinda la capacidad de comunicarse de forma rápida en caso de una de emergencia. Además, se permite el ingreso con perros, lo que hace que esta aventura sea aún más inclusiva y apta para los amantes de la naturaleza y sus fieles compañeros de cuatro patas.
