Lunes 7 de agosto de 2023. Son las 10:30 y es precisamente ese momento en que el sol comienza a tomar cada vez más protagonismo en el cielo. Sin embargo, al tratarse de la zona de puna, no hay indicios del calorcito atípico que comienza a evidenciarse en el llano mendocino a esa hora, aún en pleno invierno. Aunque está despejado y el sol es pleno, en la zona de Hornillos, a un kilómetro de Paramillos (dentro de la Reserva Natural de Villavicencio, de Las Heras) el frío invernal es crudo.
El guardaparques Martín Pérez se encuentra, junto a algunos compañeros, haciendo un recorrido de rutina. Cámara en mano, como siempre, y con la ilusión de ser testigo (una vez más) de uno de aquellos momentos únicos que solo la naturaleza puede regalar.
Martín -quien además es un apasionado de la fotografía (comparte muchas de sus fotos en su Instagram)- y sus compañeros están a segundos de ser testigos privilegiados de uno de esos espectáculos. Porque a metros de ellos, de forma abrupta, entran en escena una puma hembra y sus dos crías –ya jóvenes-. La escenografía la completa el cadáver de un guanaco que ellos mismos han cazado (tal vez hace apenas unos instantes, quizás ya hace algunas horas), y del que –de a poco- se alimentan.
Toda la secuencia queda registrada en decenas de fotos y de videos captados por Martín Pérez con su cámara. Y las imágenes pasan a ser parte de uno de los tantos registros de uno de los habitantes más majestuosos de esa área protegida: el puma.
“Estábamos realizando una recorrida, y era justo en la zona donde los encontramos siempre (NdA: a los pumas). Íbamos atentos por si se veían indicios de actividad de puma - veníamos hablando con los colegas de que teníamos ganas de ver a uno-, cuando, de repente, vi un movimiento raro entre la vegetación. Nos acercamos un poco con la camioneta y salieron corriendo dos pumas”, cuenta Martín a Los Andes, reconstruyendo el momento.
“Nos quedamos un rato en el lugar, viendo y sin llamar la atención. De repente, reapareció uno de ellos en el lugar y se puso a comer. Después de un rato apareció una hembra a comer. Parece que era la madre, ya que los otros dos eran cachorrones”, agrega Martín.
Según explica la responsable de la Reserva Natural Villavicencio, Silvina Giudici, el lugar donde se hizo este nuevo avistaje de pumas este lunes es una zona que se regeneró en los últimos años.
“Es una zona de una pristinidad y una fragilidad muy grandes. Es el último reducto de puna de la Argentina (esta microrregión culmina en Mendoza justamente), y, a nivel de valores de conservación, tiene una importancia alta ya que es la zona de recarga de todos los acuíferos de Villavicencio”, explicó Giudici.
Zona de pumas
Los registros fotográficos y audiovisuales de pumas en Villavicencio han crecido en los últimos años, y ello tiene que ver con la recuperación ecosistémica en el lugar que ha permitido recomponer la presencia de estos ejemplares y de quienes son componentes fundamentales en sus dietas: los guanacos. De hecho, estos –al menos- 3 ejemplares felinos fueron captados en las inmediaciones de la zona donde, hace poco más de un mes, un grupo de turistas filmó a una tropilla de guanacos huyendo de la presencia de un puma que irrumpió en el lugar segundos después de que los camélidos emprendieran la huida.
“Al haberse registrado esta situación en la misma zona donde se tomó la de los guanacos, podría presumirse que alguno de los ejemplares de pumas que se ven es o sería el mismo de aquel video”, agrega la responsable de la Reserva Natural Villavicencio.
La zona de Hornillos se puede transitar por los visitantes, mientras que en Paramillos hay un acceso a los balcones. Todo se encuentra localizado en la ruta que vincula el área protegida con Uspallata (Ruta 52).
Sin embargo, el sitio exacto donde se tomaron las fotografías y se filmaron los videos recientes no está abierto al público en general y los visitantes.
“Donde se sacó la foto y se filmaron los videos se encuentra el humedal de mayor importancia de la reserva, es parte de los sitios Ramsar, lo que habla de su importancia. Y hay un puesto de Guardaparques, pero –dada la fragilidad del humedal- no se permite el ingreso de la gente”, explicó Giudici. Y agregó que en los últimos años desde la reserva lograron confeccionar un inventario de los humedales ubicados en el lugar.
En esta tarea trabajaron en conjunto con el departamento de Fauna de la Dirección de Recursos Naturales Renovables. Y es que desde esta dependencia de la Secretaría de Ambiente se les da soporte en la periferia de la Reserva –sobre todo en lo que tiene que ver con el control de la cacería-, mientras que quienes se desempeñan en Villavicencio también trabajan conjuntamente en otros ámbitos junto a Fauna, como por ejemplo el censo de cardenales amarillos y otras aves.
Villavicencio cuenta con la particularidad de tener en toda su extensión tres ecorregiones: puna (parte alta, a 3.200 msnm y donde se avistaron estos pumas), cardonal (parte media) y monte (abajo).
Recuperación e importancia del ecosistema
“Es importante poder ver una hembra con sus crías grandes en el lugar, alimentándose. Esto habla también del éxito de crianza de la hembra y es porque no está presionada por el hombre, y la comunidad de guanacos está sanísima”, explica Silvina Giudici, responsable de la Reserva Natural Villavicencio.
Y es que el puma es lo que se considera una “especie paragua” y que aporta al control poblacional. En Villavicencio existe una comunidad muy buena de guanacos y está contenida también por el puma. Si no existiera este felino, su predador natural, habría una superpoblación de guanacos. Pero, al no haber puesteros en la zona, el puma está protegido.
Esto difiere por completo con lo que ocurre en algunas zonas de la Patagonia, donde los productores ganaderos han arremetido contra el puma, cazándolo para que no ataque a sus animales, y ha disminuido su presencia. Esto ha llevado, en consecuencia, a que haya una superpoblación de guanacos, y se los vea –peligrosamente- como una plaga.
“Julio ha sido un mes maravilloso para turistas que vinieron poder ver las comunidades de guanacos cerca de los jardines del hotel. Muchos turistas reportaron también haber vistos pumas en las zonas de Paramillos. Y eso habla del nivel de conservación y eficiencia de gestión. Hoy las áreas naturales no son tales si no se puede medir la eficiencia de gestión. Y no es algo casual, sino causal”, sostiene Giudici.
En ese sentido, agrega en las próximas semanas se incorporarán 5 cámaras trampas nuevas y recibirán a referentes de la red mundial Alianza Gato Andino (AGA) con la intención de seguir monitoreando la presencia de los felinos en la reserva.
Cómo actuar ante la presencia de un puma
Si bien los pumas son animales que suelen evitar a toda costa a los humanos, ello no quita que en ocasiones puedan generarse encuentros. Por esto mismo hay una serie de recomendaciones detalladas por la Dirección de Recursos Naturales Renovables de la Secretaría de Ambiente y que suelen aplicarse para áreas naturales protegidas. Porque, si bien el puma es un animal que está presente en el campo siempre, no es fácil de ver.
En Villavicencio existe un protocolo puntual y específico que se activa ante la presencia de estos ejemplares en zonas turísticas. Concretamente, consiste en evacuar a los visitantes de la zona (sin perder la calma) –primero-, mientras que luego se pone en marcha el protocolo de ahuyentamiento. Para ello se utiliza pirotecnia autorizada de ruido, y se colocan trampas de arena para confirmar luego que el puma pasó por el lugar y se fue (se constata con la huella).
En la cartelería pública dispuesta en la Reserva Natural Villavicencio, en toda la ruta 52 y en otras áreas protegidas donde frecuentan estos ejemplares (la Pampa del Leoncito –San Juan-, pegado Uspallata es una de ellas, por ejemplo) se detallan las principales recomendaciones referidas a cómo actuar en caso de toparse con un puma.
Qué hacer si nos encontramos con un puma
-Mantener la calma.
-No agacharse ni sentarse. Permanecer erguido.
-Estar siempre de frente al animal para tener siempre contacto visual.
-No acercarse al animal, sobre todo si está comiendo o con sus crías.
-En caso de estar con niños, tomarlos en brazos para que no corran.
-Alejarse caminando despacio, hacia atrás. No correr.
-No acorralarlo y dejar siempre una vía de escape.
Si el puma se vuelve agresivo:
-Levantar los brazos y agitar camperas o prendas para agigantar tu figura-
-Gritar fuerte.
Al recorrer zonas donde habiten pumas, tener en cuenta:
-No caminar solos (menos de noche). En caso de estar con niños, mantenerlos siempre a la vista.
-Si se encuentran restos de animales muertos, mantener la distancia.
-Si se está acampando, guardar todos los residuos en un lugar adecuado. Mantener los alimentos en recipientes herméticos y los utensilios limpios.
-Sentarse en lugares abiertos, lejos de zonas de rocas, cuevas o monte.
-Estar atento a la presencia de huellas grandes de felino.
-El puma está protegido por ley. Su caza, captura o tenencia hogareñas están prohibidas y penadas.
Ante casos de avistamientos, avisar al 911 o a través de www.ambiente.mendoza.gov.ar