En los últimos días se han encendido las alarmas por las precipitaciones y nevadas ocurridas en las zonas de alta montaña, produciendo cortes en el Corredor Internacional que une Argentina y Chile mediante la RN7. Las consecuencias han sido importantes crecidas, desprendimiento de rocas y daños en la infraestructura vial tanto del lado argentino como del chileno, más serias en el vecino país. Y en Mendoza grave también es la situación que se ha dado en el paso Pehuenche, en Malargüe.
Hay otros eventos que aún están frescos en la memoria de los mendocinos, como el colapso del puente de la RN40 sobre el Arroyo Los Pozos, ocurrido el 27 de febrero de 2021 por una precipitación intensa, la falla del puente de la misma ruta sobre el Arroyo Chañares, el 8 de febrero de 2020 o la tormenta del 12 de noviembre de 2020 donde precipitaron 52 mm, por momentos a razón de 4 mm por minuto, lo que convirtió la calle Emilio Civit de Ciudad en un río caudaloso.
Es inevitable recordar ante estos eventos otras noticias que se publican a diario como el incipiente Fenómeno del Niño, el Calentamiento Global y el Cambio Climático. A nivel local se menciona la reiterada situación de sequía, y las realidades antrópicas como el avance de la frontera urbana hacia el piedemonte, el cambio en el uso del suelo y el consecuente riesgo hidrológico asociado a los aluviones.
Cambio Climático y Calentamiento Global
En el marco del ODS 13 de Naciones Unidas “Acción por el Clima”, se puede definir al Cambio Climático como a los cambios a largo plazo de las temperaturas y los patrones climáticos. Hay que tener en cuenta que estos cambios pueden ser naturales por la actividad solar o grandes erupciones volcánicas, sin embargo, el principal motivo actual es antrópico, debido a las emisiones de gases de efecto invernadero para la atmósfera en los últimos 200 años.
El Calentamiento Global se produce por el uso de combustibles fósiles, la quema de carbón, el desmonte de tierra y la agricultura intensiva que incorporan a la atmósfera metano y dióxido de carbono. Estos son los principales gases de efecto invernadero (GI), que atrapan la radiación térmica que emite la Tierra impidiendo que salga al espacio exterior. Este efecto ocurre en forma natural evitando el enfriamiento de la atmósfera, pero al incrementar la radiación terrestre atrapada por los GI por la actividad humana producen una elevación en la temperatura media global.
Fenómeno del Niño
La Organización Meteorológica Mundial define a El Niño/Oscilación del Sur (ENOS) como un fenómeno natural caracterizado por la fluctuación de las temperaturas del océano en la parte central y oriental del Pacífico ecuatorial, asociada a cambios en la atmósfera, que comúnmente se lo conoce como Fenómeno del Niño o su opuesto de la Niña.
La denominación proviene del siglo XIX cuando los pescadores del puerto de Paita, en el norte de Perú, durante la época de Navidad notaron corrientes inusualmente cálidas y la llamaron Corriente del Niño. El estudio más exhaustivo del origen de estas corrientes llevó a la denominación actual de Fenómeno del Niño.
En términos simples el proceso consiste en un aumento de la temperatura superficial del mar desde la costa de Ecuador hacia el oeste que aumenta la actividad convectiva del aire y disminuye la intensidad de los vientos alisios que normalmente se dirigen hacia el oeste. Los efectos del Niño no se circunscriben únicamente a esta parte del planeta y se extienden produciendo alteraciones en el clima a nivel global.
El Fenómeno del Niño en la zona andina está asociado en general a un aumento de las precipitaciones níveas, aunque algunos investigadores indican que no es una relación única, tal como expresan Poblete & Albeiro Castro en el trabajo “Influencia del ENSO en los factores y agentes climáticos que inciden en las precipitaciones níveas de los Andes Áridos” del año 2020.
El Servicio Meteorológico Nacional para los meses de julio, agosto y setiembre próximos estima precipitaciones normales a por encima de lo normal en nuestra provincia. Respecto a la temperatura en el trimestre mencionado pronostica también que las mismas sean normales o superior en la zona cuyana.
Hace un par de meses distintas agencias del mundo pronosticaban la probabilidad de ocurrencia de un nuevo ciclo El Niño, cuestión que ha sido confirmada en los últimos días por las observaciones satelitales, donde se destaca y sorprende la rapidez con que se está formando el fenómeno. El mismo se desarrollaría en lo que resta del año y principios del próximo y si bien no se puede saber aún con certeza la intensidad que tendrá, se estima que será un evento importante, incluso algunos investigadores que podría ser uno de gran intensidad.
Los eventos ENOS no producen directamente cambio climático porque es cíclico, pero temporalmente aumentan las temperaturas medias globales, potenciando los efectos del calentamiento global. Es materia de estudio si el cambio climático va a producir Fenómenos del Niño cada vez más frecuentes e intensos.
Eventos Hidrometeorológicos Extremos
La pregunta que surge en este momento es si los eventos extremos observados en los últimos años están causados por los efectos globales descriptos.
La respuesta no es sencilla. No se puede establecer una relación directa porque por ejemplo las tormentas intensas y las crecidas de los ríos, se han registrado desde épocas remotas, incluso mucho antes de que el desarrollo produjera los efectos indeseables mencionados.
Lo que si se puede afirmar es que los eventos hidrometeorológicos extremos se ven potenciados por el cambio climático, como han constatado desde publicaciones científicas a organismos internacionales. Si a esto se suma que el Fenómeno del Niño que se ha comenzado a desarrollar en 2023 va a aumentar la temperatura media global, es probable que se produzcan con más frecuencia y mayor intensidad.
Escurrimientos de los Ríos de Mendoza
Los registros de las estaciones de la Red Hidrológica Nacional perteneciente a la Secretaría de Infraestructura y Política Hídrica, concesionada y cuyo organismo de contralor es el Instituto Nacional del Agua, muestran que en los últimos 10 años los caudales medios de los ríos de Mendoza han disminuido significativamente, en consonancia con menores áreas cubiertas de nieve que es la principal fuente de agua por fusión nival en la época estival.
El Departamento General de Irrigación de Mendoza elabora anualmente un pronóstico de escurrimiento de los principales ríos de la provincia, estimando para el período 2022-2023 que los caudales estarán entre el 40% y el 58% del año normal, clasificando esta situación como Sequía Hidrológica Extrema para la mayoría de los cauces, excepto para el Río Mendoza y el Río Malargüe donde se identifica una Sequía Hidrológica Severa.
El incipiente Fenómeno del Niño se estima que puede incrementar la precipitación nívea, lo que podría mejorar los pronósticos de escurrimiento para el próximo año hidrológico (desde julio 2023 a junio 2024). Aún es muy pronto para realizar una estimación certera si esto se producirá y en tal caso en que medida afectará a los caudales.
Crecidas por Tormentas Intensas
El otro aspecto hidrológico que afecta particularmente a las zonas de montaña como Mendoza son las crecidas de los cauces (muchas veces sin agua la mayor parte del año), por las lluvias intensas de verano. Todo lo expresado anteriormente induce a pensar que este problema también se va a ver agravado en la Provincia, en especial en las zonas del piedemonte.
Hay que sumar al avance de la frontera urbana hacia el piedemonte, muchas veces ilegales y sin control municipal, la deforestación e impermeabilización del suelo, el desvío de cauces, la extracción de áridos para construcción entre otros aspectos, que incrementan los caudales de escurrimiento poniendo en riesgo la infraestructura y las vidas humanas.
Todos estos aspectos han sido estudiados históricamente por Instituto Nacional del Agua en el Centro Regional Andino (INA-SCRA) con sede en Mendoza y hoy es el organismo nacional de referencia en la materia. Los estudios hidrológicos para los nuevos puentes rotos o colapsados en la RN40 fueron realizados por los investigadores del INA en el marco de un convenio de colaboración técnica con la Dirección Nacional de Vialidad, incorporando las últimas tecnologías desarrolladas para el cálculo.
Conclusiones
La situación hidrológica de Mendoza como se propone en el título de esta nota es delicada. Está afectada por los efectos globales del Cambio Climático y el Calentamiento Global, y particularmente este año por un Fenómeno del Niño que se espera que sea quizás uno de los más potentes de la historia.
La disminución de los caudales de los ríos y las áreas cubiertas de nieve es preocupante y todo parece indicar que va a ser persistente en el tiempo, incluso el Departamento General de Irrigación la ha denominado la “nueva normalidad”. Quizás esta situación hídrica se revertiría parcialmente por el desarrollo del actual fenómeno El Niño.
La estimación de un aumento en la probabilidad de ocurrencia de eventos extremos lleva asociado un riesgo hidrológico mayor a las infraestructuras y a las zonas pobladas del piedemonte. Los últimos estudios hidrológicos realizados en el INA-SCRA han incorporado Sistemas de Alerta Temprana para reducir el riesgo asociado a estos eventos, que por sus condiciones pueden superar los parámetros de diseño.
A tal efecto, el Instituto Nacional del Agua y la Dirección de Vialidad Nacional, han suscripto el 30 de junio de 2023 en Mendoza, un Acuerdo para la asistencia técnica y el desarrollo de estudios que brinden herramientas de prevención y alerta para la conservación y el diseño de la infraestructura vial nacional que recorre nuestra provincia.
Finalmente, y en otro rumbo, debe mencionarse el reciente memorándum de entendimiento entre el Instituto Nacional del Agua, el Servicio Meteorológico Nacional y la Organización Meteorológica Mundial para un proyecto de alerta hidrometeorológica temprana en la Cuenca del Plata, que puede ser la base para generar herramientas similares para la Provincia de Mendoza. A partir del 1 de enero de 2024 se ha designado a la Dra. Celeste Saulo, actual directora del Servicio Meteorológico Nacional Argentino, como Secretaria General de la OMM. Esto brinda una oportunidad única para la Argentina de lograr convenios con este organismo. La Organización Meteorológica Mundial (OMM) es un organismo especializado de las Naciones Unidas, integrado por 193 Estados.
Santiago Ruiz Freites, Subgerente INA-Centro Regional Andino (Mendoza)
Ing. Jorge Bonilla, Investigador en Recursos Hídricos INA-SCRA (Mendoza)
Lic. Gustavo Almeira, Investigador en Hidrometeorologia INA-SSH (Ezeiza)
