Las horas pasan pero el dolor y la tristeza no, por lo que, en medio de una conmoción total, la familia de Agostina Trigo despidió los restos de la joven asesinada, en un velorio que tuvo el acompañamiento de decenas de vecinos. Mientras tanto, en San Martín continúa la indignación por su asesinato y la tensión por los disturbios de la marcha del último miércoles. Además, no se descarta que haya nuevas manifestaciones pidiendo aceleración en el proceso de justicia.
Más de 100 personas asistieron ayer a la cochería Salvador Milio, en San Martín, a metros de una municipalidad que lucía totalmente vallada, para despedir los restos de la joven madre asesinada, cuyo cuerpo se encontró el miércoles pasado.
Todavía consternados por el crimen y exigiendo justicia, la comunidad volvió a estar presente para acompañar a la familia de la víctima, y decenas de jóvenes y adultos, hombres y mujeres, allegados y desconocidos, se acercaron para dar su pésame.
Incluso quienes no conocieron a Agostina personalmente hicieron llegar su cariño a la familia, acercándose al coche para despedir a la joven. Otros, un poco más alejados, igualmente acompañaron con un respetuoso y sentido aplauso el paso del coche fúnebre. Hasta hubo vecinos que pusieron sus autos a disposición para sumarse a la fila de vehículos camino al cementerio.
Así, la comunidad de San Martín se volvió a mostrar unida por Agostina, no sólo en el pedido de justicia sino también en la empatía con su familia. Finalmente, cerca de las 17.30 el coche fúnebre partió desde la cochería Milio hasta el cementerio de Buen Orden, donde tuvo lugar el entierro.
Su abuela, que ofició de madre y la crió desde la niñez, y que es quien ha tomado las riendas de la difícil situación, escribió un sentido mensaje después de despedirla: “Llegó el momento más triste de mi vida. Dios, ¿cómo empiezo?¿cómo hago para despedirte mi bella nieta, mi reina, mi compañera?
“Tantas cosas que pasamos juntas, 22 años, ¿cómo hago para seguir, qué le digo a nuestro pollito? Te juro que hasta el último día de mi vida voy a cuidar y amar a nuestro pollito”, escribió en relación a Paul, el hijo de 4 años de Agostina. “Vuela alto mi vida, mi reina”, culminó Gladys.
El próximo sábado 9 de julio, en tanto, la comunidad escolar del pequeño hará una misa en las instalaciones del jardín 0-180 “San Martín, padre ejemplar”, ubicada en el cruce de calles Breyer y Moreno 999, institución a la que asiste Paul, para que Agostina pudiera trabajar.
Las autoridades escolares informaron que la invitación es abierta al público y también anunciaron que abrirán una vía de colaboración para ayudar a la familia con recursos. Quienes tengan la intención de solidarizarse, podrán hacerlo comunicándose al 263-4533548.
Además, no se descarta que se repitan otras marchas o manifestaciones para reclamar que se avance con la investigación. Mientras tanto, el cuerpo de Agostina reposará en el cementerio de Buen Orden, donde su alma esperará a que se haga justicia para ahí, recién, descansar en paz.
