Ver fútbol, mirar un partido -cualquiera sea- es algo que la mayoría de la gente puede hacer, sin necesidad de demasiado lujo de detalle ni análisis. Sin embargo, entenderlo y sentirlo, vivirlo con todos los sentidos, es una experiencia que queda para pocos y pocas. Incluso, hasta para personas que no pueden verlo. Y “Las Petroleras” de YPF son una clara muestra de ello.
Dirigidas por Federico Accardi (33), el mendocino que es un emblema en la selección argentina de fútbol para ciegos, conocida como “Los Murciélagos”, las Petroleras son el primer equipo fútbol femenino para ciegas de Mendoza. Las chicas, de entre 16 y 43 años, entrenan todas las semanas en el Club YPF (Godoy Cruz), mientras que los sábados juegan de un torneo nacional junto con otros 5 equipos de distintas provincias.
Y, a menos de un año de haber comenzado a jugar juntas y de poder cumplir el sueño de jugar al fútbol –ese deporte que tanto las apasiona sin siquiera haberlo podido ver alguna vez (en la mayoría de los casos)-, las Petroleras ya “metieron” tres jugadoras en la selección femenina de fútbol para ciegas, “Las Murciélagas”.
“Jugar al fútbol para mí es todo. Esa inclusión e integración dentro de la sociedad, como persona, te dignifica. Y poder llamarme a mi misma deportista y estar en el seleccionado nacional es un orgullo para todo el fútbol”, resume con alegría y humildad Agustina Medina (16), a quien apodan “Uru” ya que, aunque está viviendo en Mendoza y jugando para la selección argentina, nació en Uruguay. “No sabía que existía también el fútbol para ciegas y, cuando supe de la existencia del equipo en Mendoza, me anoté”, agrega la adolescente, quien es capitana en Petroleras y juega de enganche, aunque en “Las Murciélagas” se desenvuelve como 5 o 2, “más en la defensa”, como ella dice.
“Es un orgullo tremendo el estar en la selección, ver que después de meses de esfuerzo y trabajo me estén convocando a todas las concentraciones”, agrega con emoción.
El fútbol que se siente
Agustina Medina, Agustina Miranda y Zoe Amaya son las 3 mendocinas de Petroleras que llegaron a la selección femenina de fútbol para ciegas. A ellas, en el equipo dirigido por Fede Accardi, las acompañan -entre otras- Mica y Jorgelina. Al igual que en el fútbol masculino para ciegos, en el caso de las chicas las arqueras son las únicas jugadoras videntes y entran a la cancha sin gafas ni antifaces. El resto del equipo, en tanto, sale con los ojos cubiertos y hasta con cinta adhesiva a la altura de los ojos, ya que hay algunas jugadoras que no han perdido la totalidad de la visión, sino que tienen una marcada y progresiva disminución. Pero, dentro de la cancha, todas están en las mismas condiciones.
“Además de arqueras, también funcionamos como guías para las jugadoras, tanto en defensa como en ataque. Y ayudamos a las chicas. Es una experiencia nueva para mí, ya que soy jugadora de futsal. Pero estoy muy contenta de poder vivir esta experiencia y haber podido conocer más este deporte, para mí era todo nuevo”, sintetiza en diálogo con Los Andes Zoe Amaya (21), arquera de Petroleras y de la selección de “Las Murciélagas”. Zoe, en su equipo, y la arquera rival -en el otro- son las únicas dos jugadoras videntes en cancha mientras se disputa un partido. “En el fútbol encontré una pasión, algo que no sabía que tenía adentro. Y la verdad es que es entrar al arco y sentirme plena”, se sincera.
Las pelotas que usan las chicas que juegan al fútbol para ciegas -al igual que las de los varones- tiene las mismas dimensiones que las del fútbol tradicional, aunque en su interior llevan varios cascabeles. Cada vez que la pelota se mueve o gira, los cascabeles suenan y son fundamentales para que las jugadoras logren orientarse, saber dónde está o hacia donde se dirige.
Cuando una jugadora lleva la bola en sus pies -con un dominio sorprendente y admirable-, la jugadora rival que sale a marcarla debe gritar “¡Voy!”, para que la otra chica se ubique de dónde está parada su rival. En simultáneo, la compañera de quien lleva la pelota se hace notar al grito de “¡Estoy!” para que quien maneja el esférico sepa que tiene opción de pase, y también dónde la tiene.
Fede Accardi comenzó a trabajar con las Petroleras YPF en enero de este año, aunque el proyecto comenzó a tomar forma a fines del 2022. “Las chicas habían armado un equipo y estaban entrenando en la Municipalidad de Godoy Cruz, pero muy por encima. Y cuando me contactaron, se juntó el hecho de que yo siempre quise enseñarles fútbol a niños o a personas adultas. Siento que el proyecto prendió porque me di cuenta de que el fútbol femenino es un deporte que está en pleno desarrollo y entendía que hacía falta una persona idónea para la causa. Vi que había gente que no sabía lo que era el fútbol para ciegos y se estaba intentando adueñar de una causa. Entonces me di cuenta de que cada zapato tiene que estar con su zapatero, y así nació la idea”, repasa el mendocino que brilló y sigue brillando en Los Murciélagos. De hecho, se prepara por estos días para disputar con la Selección Argentina la Copa América. “Aunque suene egocéntrico, siento que nadie sabe en Mendoza más que yo de fútbol para ciegos”, se sincera, con humildad. Y confiesa que es su primera experiencia como profesor y DT, algo que lo enorgullece.
Dentro del campeonato nacional que están jugando las Petroleras -y en el que disputan fechas todos los sábados-, se enfrentan y comparten la pasión con Las Guerreras (Córdoba), Las Pirañas (Avellaneda), Centro Vasco (La Plata) y Las Romanas (San Isidro).
“Es todo un aprendizaje, es la primera vez que juego al fútbol. De hecho, nunca había hecho un deporte en equipo. Pero me motiva la idea de probar, de experimentar cosas nuevas”, resume Agustina Miranda (26), la tercera “petrolera” que a menos de un año de haber empezado a jugar ya llegó a la selección femenina de fútbol para ciegas.
“Nunca había habido fútbol femenino para mujeres ciegas. Poder jugarlo es algo que me genera mucha adrenalina, me gusta mucho toda la dinámica de poder estar en la cancha y me gusta mucho el deporte en equipo”, reflexiona a su turno Micaela Ortiz (24), quien viaja de Las Heras para jugar y entrenar. “Me siento libre en la cancha, siento el apoyo de las chicas. Se siente que todos vamos para el mismo lado, que jugamos en equipo y eso está buenísimo”, concluye.
Lo esencial, invisible a los ojos
Inflando el pecho -y merecidamente-, Federico Accardi aclara que las verdaderas protagonistas de esta experiencia son las jugadoras, aquellas a quienes él dirige. “Ya tenemos jugadoras en la selección nacional y todavía no tenemos ni un año de participación oficial. Hemos tenido 3 convocadas en la selección y eso es algo que, más que para mí, es un logro espectacular para ellas”, resume el futbolista.
Accardi está viviendo con mucha intensidad su primera experiencia como DT, pero lo sabe y lo disfruta. “Soy totalmente enfermo como técnico, y las pibas me lo dicen”, se sincera entre risas. “Lo más lindo es que he podido transmitirle esa locura a ellas, y mi equipo me responde totalmente y juegan con la misma intensidad que les pido”, resalta.
Al final de la cancha, detrás de los arcos, hay dos guías -cerca de las arqueras, uno por bando-. Y, al igual que estas jugadoras, son personas videntes y se encargan de orientar con su voz a las chicas. Durante uno de los entrenamientos de Petroleras en el Club YPF, y mientras las chicas entrenan en la previa a una fecha doble del campeonato nacional de fútbol para chicas ciegas, uno de los guías se sincera con una honestidad brutal. “¿Alguna vez jugaste vos con los ojos vendados? ¡Es increíble cómo se orientan las chicas! Yo te digo, vos acá lo traés a Messi y lo hacés jugar con los ojos tapados y no puede dar ni dos pases seguidos”, reflexiona en voz alta.