Tras una experiencia solidaria fallida cuando envió ayuda a los damnificados por las históricas inundaciones en la provincia de Santa Fe en 2003, el locutor tunuyanino Héctor Manzano (60) decidió que nunca más volvería a enviar ropa, mercadería y otras colaboraciones a quienes lo necesitaran si él no viajaba al lugar para corroborar que todo se entregara realmente. Y es que en aquella oportunidad, de la que en 2022 se cumplen 19 años ya, Manzano –junto a quienes se sumaron a la colecta- llenaron un camión de 17 metros con mercadería, ropa y colchones para ayudar a los ciudadanos que habían perdido todo con el agua. Pero esa ayuda no llegó nunca a sus destinatarios, y desde ese momento Héctor decidió que no volvería a enviar ayuda si él no la acompañaba y se encargaba por su cuenta de entregarla.
Así fue como en 2004 organizó un primer viaje solidario con quienes quisieron sumarse y acompañarlo, y para el que encabezó en la previa una colecta de ropa, alimentos, agua y hasta golosinas y juguetes. El destino en aquella oportunidad fue el Impenetrable, bosque que comparte extensión entre Chaco y Formosa. A 18 años de ese primer viaje, este jueves y viernes santo Héctor Manzano y otros 20 voluntarios que partieron de Tunuyán el miércoles pasado se encuentran en este mismo paraje, en “el monte” –como se lo conoce-. Y a donde llegaron para entregar comida, ropa y mercadería a las comunidades de pueblos originarios que viven (o sobreviven) en el lugar.
“Salimos el miércoles 13 de Tunuyán, llegamos el Jueves Santo a las 2 de la mañana al hotel. A las 7 ya estábamos arriba, cargamos las camionetas y nos fuimos al monte”, resume Héctor desde Chaco a Los Andes. “Dormimos 4 horas, pero la verdad es que vale la pena si la misión es ayudar. Ayer (por el jueves) repartimos poco más de la mitad de lo que habíamos traído y hoy –por el viernes- vamos a completar otros 120 kilómetros e ir a escuelas dentro del monte para terminar de repartir lo que trajimos”, agrega el locutor solidario, quien ya se ha convertido en un referente solidario en Tunuyán y ya ha viajado tantas veces para ayudar a quienes viven en el Impenetrable que ya perdió la cuenta.
“Hay mucha gente de las comunidades Toba, Wichi, Qom. Pero lo que más hay es mucha hambre. Cada año es peor, los gobiernos están ausentes y la gente en el lugar ni siquiera tiene agua. ¡Ven que les llevamos agua y se vuelven locos, es terrible lo que está pasando!”, describe Héctor Manzano antes de iniciar el segundo día de reparto de ayuda antes de regresar a Mendoza.
En total son 20 personas las que viajaron en esta ocasión y partieron desde Tunuyán para la más reciente edición de esta campaña solidaria. Entre los voluntarios hay enfermeros, personal médico, nutricionistas, odontólogos y otros profesionales que se encargarán de hacer chequeos de salud a los habitantes de este agreste e inhóspito paraje (en el que viven más de 20 familias). Y también hay otros voluntarios que, con lo suyo y en sus oficios u ocupaciones, también aportan su granito de arena y que complementa la distribución de la ayuda. “Esto no es político, ni partidario. Simplemente es una campaña solidaria, personas que nos organizamos para juntar y mandar ayuda y vamos en nuestros vehículos. Este año pude venir y aproveché que tengo varios seguidores para difundir la colecta también”, destaca a su turno la esteticista –también tunuyanina- Eliana Caballero y quien es conocida en el Valle de Uco por su campaña para reconstruir cejas a aquellas mujeres en tratamiento oncológico y que han perdido su cabello como consecuencia de la quimioterapia.
Todo a pulmón
Divididos en camionetas particulares –quienes pudieron, aportaron las suyas y en esos vehículos se distribuyeron los 20 voluntarios que viajaron-, el miércoles por la mañana partieron desde Tunuyán los participantes de esta nueva campaña de ayuda a quienes viven en El Impenetrable.
“Hace ya varias semanas iniciamos la colecta para juntar alimentos, mercadería, ropa, zapatillas, colchones, golosinas y juguetes. Y también vendimos números para rifas y, con ese dinero, pudimos comprar mercadería y también combustible para viajar. La ayuda del pueblo de Tunuyán y de otros lados ha sido clave para poder completar una nueva campaña. Hay otra realidad que no se puede negar, y es que la gente cada vez dona menos alimentos, porque la situación no está bien”, agrega por su parte Manzano, quien aclara que tras completar la campaña este viernes, regresarán a Mendoza el sábado. “Estamos molidos, se ha trabajado mucho, se ha descansado poco y todavía queda todo lo de hoy (por el viernes). Pero estamos felices”, resalta con orgullo y emoción.
Una vida solidaria
Manzano es dueño de dos conocidas radios FM de Tunuyán. Y aunque trabajar en ellas es una de sus grandes pasiones y a la que ha dedicado prácticamente su vida, su pasión principal -y que funciona como el combustible de su vida- es ayudar. De hecho, el comunicador reconoce que muchas veces la gente va a pedir ayuda a la oficina de Asistencia Social y desde el lugar le recomiendan que directamente vayan a verlo a la radio. Hace 22 años que Héctor Manzano decidió no solo vivir su vida, sino también vivir para ayudar a los demás.
Cualquier acción solidaria o campaña para buscar y conseguir ayuda para quien sea que lo necesite, siempre encontrará lugar en la FM Frontera (91.3), una de las más importantes de esta región mendocina al pie de la precordillera de los Andes.
“´Siempre que hacemos el viaje al Impenetrable, el camión sale un día antes. Se llena una carga de entre 35 y 40 toneladas de mercadería y productos para donar, sale para el lugar y nosotros salimos al día siguiente”, resume Manzano.
Cuando llegan al último punto relativamente amigable para cualquier tipo de vehículo o de incursión, allí los suele esperar personal de Gendarmería o de la Policía del lugar. Y, en conjunto y aprovechando que las camionetas pueden meterse en huellas donde otros vehículos no, inician su incursión al monte, ya en el interior de este árido y poco amigable bosque. “Siempre vamos con alguien del lugar. Porque, si vamos solos, y aunque ya hayamos ido muchas veces, no terminás de conocer el Impenetrable y te podés perder”, describió Manzano en diálogo con Vía Mendoza hace unas semanas, antes de partir para una nueva caravana solidaria.
La dura realidad del impenetrable
Las comunidades que habitan en el Impenetrable (como se conoce al bosque que extiende su territorio en la frontera entre Chaco y Formosa) pertenecen a los pueblos originarios. Tobas, Wichi y Qom son las tribus a las que pertenecen quienes viven en el lugar y quienes ya esperan a los tunuyaninos y los reciben cada año como si fuesen parte de sus familias.
“Siempre vamos al Impenetrable. Casi siempre vamos los que más conocemos la zona, pero se agregan personas que quieren ayudar. Vamos en nuestras camionetas -algunas-, y también en autos, Cuando llegamos allá, Gendarmería o la Policía pone a disposición sus camionetas y hasta tenemos gente de la zona que nos ayuda como guías, ayudándonos a entrar y a salir, ya que conocen hasta cada uno de los yuyitos del lugar”, resumió Héctor en la mencionada entrevista del 26 de marzo.
Luego de los primeros viajes con ayuda material y mercadería, y de detectar las carencias y necesidades de las personas que habitan en el lugar - la mayoría en condiciones infrahumanas-, durante las últimas caravanas incluyeron a médicos, nutricionistas, enfermeros, odontólogos y otros especialistas en las caravanas para que puedan brindar una atención primaria, básica e indispensable en lo que tiene que ver con la salud.
“Nos ha pasado de encontrarnos nosotros mismos, dentro del Impenetrable, con muertos que nadie había registrado. Gente que se muere y la entierran como puedan debajo de chozas. Muchas veces hemos avisado nosotros a la Policía o a Gendarmería de muertes en el lugar”, resumió Héctor a Vía Mendoza, con dolor.
A ello se suman los graves casos de desnutrición y embarazo adolescente. “Hay nenas de 12 años con embarazos de más de 6 meses”, grafica el locutor solidario.