La ley ómnibus que el gobierno de Javier Milei envió al Congreso contempla diversos cambios dentro del sistema educativo. Entre ellos, habilitar los estudios a distancia híbridos como alternativa a la educación presencial a partir del segundo ciclo del nivel primario. Esto implica que desde cuarto grado podría habilitarse esta alternativa. “Para menores de edad, jóvenes y adultos, podrán impartirse en las distintas modalidades educativas”, detalla el texto.
Esto implica un formato que contemple la actividad a distancia, de modo virtual, para chicos que tienen a partir de 9 años. Hasta ahora esto puede hacerse desde los 18 años.
Cabe recordar que las actividades virtuales tuvieron una abrupta irrupción en 2020 con la pandemia de Covid, que empujó a implementarlas como la alternativa posible para continuar con las clases ante la emergencia epidemiológica.
Luego su uso quedó como opción, en el caso de primaria y secundaria cuando por algún motivo no se dictan clases, como un hecho de viento Zonda.
Pero asimismo, el sistema tiene sus reparos y exigencias. Uno de ellos es la necesidad de tener acceso a conectividad y dispositivos, lo cual deja sin acceso a muchos alumnos y genera disparidades. Otro, que los docentes deberían ver cómo resuelven el dictado de clases tanto presenciales como virtuales. Por ello, habrá que esperar primero si se aprueba la mega norma y luego cómo se reglamente para conocer en qué casos se aplica y como.
Otro aspecto que establece es que al finalizar los estudios de educación secundaria el Estado Nacional tomará un examen censal obligatorio que mida los aprendizajes adquiridos y las capacidades desarrolladas por los adolescentes que egresan. Además, señala que los docentes deberán ser evaluados al ingreso a la docencia y periódicamente.
“Evaluar a los docentes que se incorporan a la docencia mediante un examen que certifique las capacidades y conocimientos adquiridos. La evaluación periódica será una condición y un aliciente para poder desempeñarse como docente en el país (...) Revalidar las capacidades y conocimientos de docentes cada 5 años mediante un proceso de
evaluación continua”, expresa el texto.