Si tenemos una certeza es que nos vamos a morir; pero hablar de la muerte tiene mala prensa. La evitamos y, muchas veces, nos negamos a afrontar el duelo, ese tiempo en el que nos vamos acostumbrando a no tener la compañía del otro.
Para Laura Yofe, la muerte nos confronta con la vida; no sólo nos confronta con esa persona que no está más, sino con qué estoy haciendo yo con mi vida. Tomamos dimensión del milagro de la vida cuando alguien parte y no me lo esperaba.
A Laura -que es correntina de nacimiento y mendocina por adopción- le gusta decir que acompaña personas en proceso de transformación personal. “En ese transitar tengo herramientas”, dice y enumera que es consultora en decodificación bioemocional y bioexistencia conciente; coach ejecutivo, tiene trayectoria en la industria de la hospitalidad y, actualmente, está haciendo la capacitación en constelaciones familiares.
Justamente, con la idea de acompañar a quienes quieran sumarse es que se ha abierto este espacio de encuentros a través de Los Andes Streaming con Laura Yofe. En poco más de quince minutos, proponemos reflexionar diferentes tópicos para tener otra mirada sobre nuestra vida.
¿Cómo es el proceso del duelo?
Aceptar que el camino se termina es poder conectar, es vivir más consciente con las personas que me rodean. Por supuesto que es doloroso. Y de hecho existe la palabra duelo que es transitar esa emoción, ese tiempo en el que yo me voy acostumbrando a no tener la compañía del otro.
Y es sano que pase: cuando los duelos se bloquean, después pasan cosas. Es sano extrañar, es sano estar enojado, es sano llorar… Es sano perdonarse por cosas que no hice a tiempo… Todo eso tiene un tiempo.
Cuando me quedo estancado ahí más del tiempo que un duelo suele llevar, ahí tengo que pedir ayuda. Sabemos que el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. Pero muchas veces no tenemos las herramientas y nos vamos metiendo en el sufrimiento.
Ojalá que transitado ese duelo o mientras lo vas transitando -agrega Laura-, por cada tristeza tengas una alegría que recordar; por cada enojo, un perdón; por cada reclamo, una propuesta proactiva de acá para adelante en tu vida.