El jueves se llevó a cabo la última movilización piquetera en el centro porteño, durante la marcha una mujer de 28 años se volvió viral luego de expresar una frase polémica en diálogo con el medio TN: “Nos quiere mandar a trabajar a la calle y no es justo, porque toda la vida vivimos trabajando de esto”.
La madre de tres hijos marchó junto a su esposo, que se exhibió enojado antes las cámaras y le pidió que “hablara” y contara todo lo que atraviesan a diario.
Los cinco viven en una casa propia en el partido de Venticinco de Mayo. “No pago alquiler, solo $10 mil de servicios”, expresó. Durante su testimonio también narró una historia de abandono y tragedia familiar que le tocó atravesar desde muy chica.
Las tragedias que marcaron su vida cuando tenía 9 años
Reveló que perdió a su mamá cuando tenía nueve años y que ese suceso marcó su vida para siempre. “Me fui a colegio de internado, mi familia no se hizo cargo. Mi tío tenía seis chicos para darle de comer, después mi tía tuvo mellizos. No le podemos cargar a otra persona. Mi familia es muy humilde”, contó.
Tras aquel episodio, la situación se agravó luego de la muerte de su tía y de que otro de sus tíos se suicidara.
“Tengo mi esposo, tengo mis hijos, y hacemos las cuatro comidas. Si vos decís que no comés en un país rico... Mal o bien, la gente con los planes sociales subsiste. No digo que esté bien, pero es lo que hay. Yo me pregunto por qué hay tanta miseria”, expresó.
Luego indicó que aquellos sucesos familiares imposibilitaron que pudiera finalizar la escuela secundaria. “Nunca tuve un trabajo en blanco porque no tengo el secundario completo”, dijo.
Y agregó: “Nunca conseguí un trabajo en blanco. Me gustaría tener un trabajo en blanco. Quiero jubilarme y estar mejor, que mis hijos vayan a una escuela privada”.
Luego sostuvo: “Limpiaba casas y ganaba $4500 por semana. Estaba de ocho de la mañana hasta las 16, y eso no es justo. Mi marido tuvo un trabajo en blanco, pero no sirve. Te pagan dos monedas. El que te emplea va a ganar más que vos porque es así”.
Entre los planes sociales que cobran los dos reciben cerca de $50 mil por mes. “No es que nos rinde o nos guste, tampoco llegamos a fin de mes, pero nos sirve. No queremos vivir toda la vida de esto”.
La mujer estaba junto a su hija de cuatro años, que estaba durmiendo en un cartón en el piso en medio de los bombos y ruidos de la concentración.
“Subsistimos haciendo ollas populares y roperitos. Siempre estamos tratando de solventar los gastos para que la gente pueda llevarse un plato de comida. Con el plan no llegamos a fin de mes, no nos gusta hacer esto”, completó.