Eris llegó para recordarnos que el Covid no es historia. Lejos de la fama que cargara antaño, el virus Sars-CoV-2 siguió mutando, como se espera de este tipo de microorganismos y volvió a reclamar su tiempo en las noticias con una nueva subvariante: EG.5, conocida coloquialmente como Eris. Se trata de una mutación de la ya conocida Ómicron, responsable en la última gran ola de la pandemia que tuvieron Mendoza y Argentina, con pico máximo allá por enero de 2022.
Eris, ha logrado posicionarse y ya se ha identificado en 52 países y en Estados Unidos ya es la responsable de 17,3% de los casos de Covid, muy cerca de la segunda con mayor presencia, la XBB.1.16 que causa 15,6% de los casos.
Argentina no ha estado exenta y ya se ha detectado en dos provincias: Córdoba y Buenos Aires. Mendoza sigue sin detectarla y tal cual señalaron desde la Red de Laboratorios de la provincia, la próxima semana harán una evaluación para tener datos frescos sobre qué está circulando.
El asunto es ¿hasta donde debe preocupar eris? Por ahora, quizás lo que hay que decir es que no hay que preocuparse sino ocuparse.
Lo que se ha detectado es que esta nueva cepa es más contagiosa. Claro, el virus muta para sobrevivir y poder así evadir la respuesta del organismo humano, ya sea adquirida por la vacunación o natural, por contacto con el microorganismo. Pero, de acuerdo a lo que observan los especialistas, no está ocasionando más cuadros graves y tampoco más internaciones. Cabe recordar que justamente esta fue la particularidad que ha tenido ómicron desde su surgimiento: gran capacidad de contagio pero con cuadros leves.
Cómo es la nueva subvariante de Covid
“Es parte de la evolución natural del virus, todo ser vivo tiende a perpetuarse y dentro de eso empieza a modificarse para tratar de sortear el obstáculo que es la respuesta que tenemos”, explicó Carlos Espul, responsable de la mencionada red.
“No es para generar alarma porque la OMS está viendo que no se ha visto un aumento de internaciones en el mundo, se está presentando igual que las anteriores, puede llegar a ser la variante dominante en un tiempo o no”, agregó.
La subvariante EG.5 se identificó en China en febrero de 2023. Tiene una mutación en la proteína de la Espiga adicional Q52H, que le ayuda a evadir los anticuerpos desarrollados por el sistema inmune. Justamente esto es lo que les ha permitido a cepas anteriores con impacto lograr su gran poder de contagio.
En Estados Unidos, tras un tiempo de tranquilidad, los casos de Covid están comenzando a aumentar nuevamente,
El 9 de agosto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) publicó su primera evaluación de riesgos y la clasificó como variante de interés (hay que recordar que las más agresivas eran consideradas “de preocupación”).
En julio, Maria Van Kerkhove, de la OMS señaló que la nueva preponderancia de eris plantea el problema de que este virus continúa circulando y sigue cambiando.Según la entidad, su prevalencia mundial está aumentando: a mediados de junio era la causa de 7,6% de este tipo de infecciones en el mundo, un mes después, llegó a 17,4%.
“Es rápido”, consideró Espul. El especialista detalló que se aprecia que posee un bajo riesgo sanitario a nivel global. “Si bien tiene un aumento en la prevalencia, en EEUU es preponderante, tiene la posibilidad del escape inmune pero no ha mostrado cambios en la severidad a la fecha y no hay una asociación entre esta cepa y mayor número de hospitalizaciones”, refirió.
Los síntomas notificados en personas con la subvariante EG.5 son: dolor de garganta, secreción nasal, congestión nasal, estornudos, tos, dolor de cabeza y voz ronca. También puede generar dolores musculares y un sentido del olfato alterado. En tanto, la dificultad para respirar y la fiebre son menos frecuentes.
Relajo con la vacunación
El asunto es en qué escenario llega esta nueva cepa. Las personas ya volvieron a la normalidad y olvidaron ciertas conductas en el camino que resultan protectoras. Ya no se hace tanto diagnóstico, pocos mantienen la vacunación actualizada y las medidas preventivas son mínimas.
El bioquímico explicó que la evaluación es difícil porque el diagnóstico está subestimado. “Hay una disminución en la solicitud de diagnóstico porque la gente se ha acostumbrado a vivir con esto y lo pasa en la casa como cualquier estado gripal”, señaló.
Por su parte, la infectóloga Victoria Codina expresó que desde su punto de vista lo que se tiene que tener en cuenta es que aún no se sabe qué impacto puede tener. “Cuando surgen nuevas variantes producto de mutaciones, el peligro que se corre es que empiecen a ser más contagiosos. Entonces la recomendación que yo daría es que las personas que tengan indicación actualicen sus esquemas de vacunación para estar más protegidos en el caso de que esta variante empiece a circular en los próximos meses”, comentó.
La realidad es que la proporción de población que mantiene actualizado su esquema es escasa. En Mendoza, solo 112.064 personas se aplicaron el tercer refuerzo, versus 1.588.236 que habían recibido el esquema primario. El Monitor de Vacunación muestra cómo ha ido decreciendo de manera notoria la aplicación de los refuerzos hasta llegar al tercero. Prácticamente puede decirse que un tercio de quienes recibieron el primero (927.810) se colocaron el segundo (343.767) y un tercio de estos últimos se colocaron el tercero. Cabe señalar que las poblaciones sin factores de riesgo la recomendación era una vacuna de refuerzo anual.
“En realidad también se está asociando a que la inmunización no tiene la fuerza que tenía antes”, subrayó Espul. Además de la desactualización de vacunación hay que decir que quienes adquirieron cierta protección al estar en contacto con el virus, porque enfermaron o aunque no hayan presentado síntomas, la van perdiendo con el tiempo.
“Las recomendaciones de vacunación siguen existiendo para personas con riesgo de enfermedad, pero en todos los casos se recomienda para las personas de bajo riesgo dosis de refuerzo anual, personas sin comorbilidades menores de 50 años”, detalló el bioquímico.
Remarcó que incluso la gente olvidó evitar los lugares cuando hay hacinamiento o que las personas con síntomas se queden en casa y usan barbijo. Hay que recordar el lavado frecuente de manos y la ventilación de ambientes.
Respecto de la circulación de personas y la particularidad de Mendoza como provincia turística opinó: “El riesgo está presente con respecto al tema del turismo porque las fronteras están abiertas y la gente ha bajado la guardia en las medidas básicas de precaución entonces evidentemente existe el riesgo asociado al contacto social”.
Covid en Mendoza
En tanto, respecto de la situación actual del virus en Mendoza explicó: “Hemos visto que en las últimas semanas ha aumentado el número de casos en la provincia”. Es justamente lo mismo que se está observando en el país.
En la semana epidemiológica 31, entre el 30 de junio y el 5 de julio, se detectaron 41 casos. Luego, la semana pasada fueron 78 y esta, hasta el jueves, ya eran 60.
“Es lo mismo que se ve en el resto del país, aunque no se puede atribuir a esta nueva variante EG.5 porque los reportes de esta variante son recientes y porque hay poco diagnóstico”, comentó. Agregó que en cuanto al seguimiento epidemiológico el sistema sigue tal cual estaba en la época más crítica de la pandemia y la oferta diagnóstica está disponible, tanto en efectores públicos como en privados a través de las obras sociales.
