La variante Ómicron del coronavirus se propaga “a un ritmo que no hemos visto con ninguna otra variante”, advirtió el martes la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Europa, Países Bajos anunciaron el cierre de las escuelas primarias a partir del 20 de noviembre, una semana antes del inicio de las vacaciones de Navidad, y la ampliación de las actuales restricciones sanitarias hasta el 14 de enero, incluyendo el cierre de tiendas no esenciales, bares y restaurantes todos los días entre las 17 y las 5 de la mañana.
Reino Unido, en pleno auge de contagios y con una primera víctima mortal debido a Ómicron, también decidió aplicar nuevas medidas.
“En la actualidad, 77 países han notificado casos de ómicron, pero la realidad es que probablemente ómicron esté en la mayoría de los países, aunque todavía no se haya detectado”, dijo el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, en rueda de prensa.
“Nos preocupa el hecho de que la gente considere ómicron como leve (...) Aunque ómicron provoque enfermedades menos graves, el número de casos podría de nuevo desbordar los sistemas sanitarios que no están preparados”, agregó.
Abdi Mahamud, experto de la OMS, la propagación de esta variante es tan rápida que podría convertirse en dominante en varios países de Europa a mediados de diciembre.
Por su parte, el doctor Bruce Aylward, consejero del jefe de la OMS, también advirtió: “Tenemos un virus más transmisible del que no conocemos muy claramente su evolución clínica”.
A las puertas de las fiestas de fin año, con muchas familias reuniéndose, “podríamos situarnos en una posición muy peligrosa”.
Todavía hay muchos interrogantes en torno a esta nueva variante, que ha sembrado de nuevo el pánico en el mundo desde que fue identificada por primera vez en noviembre en Sudáfrica.