En los últimos años la idea de zoológico tradicional fue mutando gracias a un proceso de transformación en la sociedad y la forma de percibimos estos espacios.
En la actualidad se prioriza el bienestar y la conservación de la vida silvestre. Y en este contexto existen varias provincias de Argentina que han iniciado el camino para cambiar los Zoológicos por Ecoparques.
El puntapié inicial lo dieron organizaciones ambientalistas y ciudadanos comunes que, citando a la Declaración Universal de los Derechos del Animal, plantearon la idea de cambiar hacia un nuevo paradigma.
Actualmente existen varios ex zoológicos y acuarios que priorizan la calidad de vida de los animales. Para ser más específicos, dejaron atrás el antiguo modelo de exponer animales con fines comerciales para transformarse en algo más parecido a un ecosistema sustentable, cumpliendo los estándares establecidos internacionalmente.
El Parque de la Biodiversidad de Córdoba, es uno de los pioneros en ese sentido. Su plan de transformación comenzó en agosto de 2020, por iniciativa del intendente, Martín Llaryora.
El ex zoo pasó de manos privadas a convertirse en un espacio público, destinado a la preservación y protección de los animales y a la educación sobre el cuidado ambiental.
Gracias a la iniciativa, tanto la fauna silvestre como la nacida en cautiverio que reside en el Bioparque se conservan en espacios lo más parecidos a sus hábitats naturales.
También hubo una readecuación del plantel de especialistas para el rescate, preservación, rehabilitación y posible reinserción de animales en la vida salvaje.
Ubicado en pleno centro de la ciudad de Córdoba, el Bioparque consta de 17 hectáreas que se pueden recorrer libremente o con un guía especializado. Durante el recorrido se pueden observar múltiples postas de espacios patrimoniales recuperados, además de recintos y jaulas vacías, como memoria del cambio de paradigma respecto al trato animal.
El acceso es por calle Amado Roldán en el Parque Sarmiento, mientras que el egreso se realiza por el Corredor Ambiental de calle Rondeau. Sin embargo, las personas con alguna discapacidad y, quienes realicen el recorrido con cochecitos o las personas mayores, pueden entrar y salir por ésta última vía.
Ecoparque de Buenos Aires
Tras un largo debate que tuvo como exponente el caso de la elefanta Mara, de 50 años, que estuvo casi tres décadas encerrada y luego fue traslada a una reserva en Brasil, el zoológico de Buenos Aires cerró sus puertas definitivamente en 2016 y se convirtió en lo que hoy se conoce como el Ecoparque Buenos Aires.
Si bien Mara como muchos otros animales del ex zoo porteño pudieron ser reubicados, existen aún animales en proceso o ya no se pueden trasladar por cuestiones físicas. También hay otros ejemplares que se encuentran en rehabilitación o forman parte del Programa de conservación para especies amenazadas.
Justamente, esas tareas son los nuevos pilares del establecimiento, que busca no sólo mitigar los efectos de la crisis ambiental sino también contribuir a generar un vínculo más respetuoso con la naturaleza.
El Ecoparque de Mendoza
A principios del 2016 el gobierno cerró el zoológico para su remodelación. En diciembre de 2017 se llamó al Concurso Nacional de Master Plan, Ideas y Anteproyecto para el nuevo Ecoparque Mendoza.
El objetivo general fue obtener propuestas para transformar el predio y el entorno inmediato del ex Parque Zoológico en el actual Ecoparque. Sin embargo, seis años después, sigue sin abrir sus puertas.
El Ecoparque Mendoza será un espacio inspirador, que invitará a los visitantes a volver a conectarse con la naturaleza a través de su magnífica forestación y las especies que habitan libres en el predio, un espacio educador, que mostrará herramientas y estrategias de vanguardia en la protección del ambiente, y será la cara de Mendoza al mundo, siendo el disparador para que turistas y mendocinos decidan conocer más acerca de los recursos naturales de la Provincia, a partir del conocimiento de su historia y el espíritu vanguardista en la búsqueda de la sustentabilidad en el uso de los recursos.
En este espacio la prioridad será respetar la vida en todas sus formas y velar por su bienestar, lo que implica emitir un potente llamado a cuidar los hábitats naturales.