El club Newbery fue fundado en 1921 y, luego de sus años dorados; quedó abandonado. En medio del descuido, a partir de 2010 comenzaron a instalarse familias en el lugar. Llegó a haber casi 100 familias, que levantaron sus humildes y vulnerables casas.
Milagros peina a su prima, mientras Keila las observa. Son una de las 13 familias que continúan viviendo en el lugar. En 2017, por medio de la Provincia y la Municipalidad de Las Heras, implementaron un plan de desarraigo. La mayoría de las familias aceptó el acuerdo, pero algunas familias se quedaron y el caso llegó a la Justicia.
El proyecto para que la comisión directiva del club Jorge Newbery pueda disponer de las tierras y avanzar en la recuperación del espacio ya tiene media sanción en la Legislatura. Entre las prioridades que implicará este proceso, se destaca dar una solución a quienes viven en el lugar.
Janet Moreno (32) tiende la ropa en el patio de su "nueva casa". Aunque hace varios años vive en el predio, hace unos días debió trasladarse a otro de los sectores luego de que se la forzara a reubicarse.
El déficit habitacional incidió en que, con un club en avanzado estado de abandono, varias familias ocuparan los terrenos a partir de 2010. Allí se instalaron, levantando casas precarias y vulnerables.
La pandemia golpea con fuerza a quienes viven en el asentamiento ubicado en el club Newbery. Muchas mujeres y hombres perdieron sus trabajos -"changas temporales"-, por lo que viven de las pensiones de personas con discapacidad y de la Asignación Universal por Hijo.
Janet Moreno, en lo que alguna vez fueron las tribunas que daban a la cancha. Lo que antes era un campo de juego, hoy es el pozo séptico de la barriada.
Kevin y Gonzalo, hijos de Daniela Paredes, se divierten jugando con pistolas de juguete. La madre de los chicos fue la única mujer que no firmó el plan de desarraigo en 2017, que entregaba 40.000 pesos y materiales de construcción a las familias para mudarse a otro lado. "No era una solución, íbamos a terminar volviendo", resume la mujer.
El confinamiento recomendado en épocas de pandemia no es fácil en las vulnerables casas del asentamiento Newbery: condiciones vulnerables y hacinamiento hacen difícil la rutina de las familias.
Adrián Junco y su familia se dedican a vender productos de limpieza dentro del asentamiento.
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