Casi tres meses después de que se anunciara que estaba todo listo para que las elefantas Pocha y Guillermina, alojadas en el ex zoológico mendocino –hoy Ecoparque-, viajaran al santuario de Brasil, ambas aún siguen en la provincia.
Allá por agosto se indicó que habían llegado a la provincia los dos contenedores en que las elefantas asiáticas, madre e hija, serían trasladadas en un viaje de 5 días al vecino país. También se dijo que las entrenadoras y entrenadores estaban trabajando junto al equipo veterinario y especialistas del santuario para adaptarlas a un viaje complicado. Pero, pasada esta fecha, no hubo más novedades del tema.
Consultados al respecto, desde la secretaria de Ambiente de la provincia indicaron que el traslado sigue en pie en el corto plazo. “La demora ha sido porque estamos esperando que el Gobierno de Brasil termine de firmar el CITES, que posiblemente llegue en las próximas semanas. Las elefantas continúan en entrenamiento para no bajar el ritmo. Antes de fin de año se van”, aseguraron sin dar mayores detalles.
Vale indicar que CITES es, por sus siglas, la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres. Este constituye un acuerdo internacional concertado entre los gobiernos. El mismo tiene por finalidad velar por que el comercio internacional de especímenes de animales y plantas silvestres no constituye una amenaza para la supervivencia de las especies.
Para recordar, es importante señalar que en su momento el traslado era tan inminente que incluso desde la secretaría se indicó que “los camiones estaban alertas”, que se enviaría un mapa a la prensa con el recorrido que realizarían las elefantas hasta el Arco Desaguadero y que luego se informaría periódicamente del recorrido hasta el santuario. Sin embargo, hasta el momento no hubo más noticias.
El santuario de Brasil
SEB es una organización sin fines de lucro que ayuda a transformar las vidas y el futuro de los elefantes cautivos en América del Sur. Su origen se remonta a 2012, a partir de la alianza internacional entre Elephant Voices y Scott Blais, cofundador de The Elephant Sanctuary en Tennessee, EEUU. Esta alianza dio lugar a Global Sanctuary for Elephants, que en 2013 sienta las bases de la Asociación SEB en suelo brasileño.
El Santuario obtuvo la habilitación de operación por parte del gobierno brasileño en 2018. Recientemente certificó estándares de excelencia por parte de The Global Federation of Animal Sanctuaries, convirtiéndose en la única institución latinoamericana con este prestigioso aval.
Cada recinto por los que pasarán Pocha y Guillermina tiene dimensiones muy amplias (entre 40 y 400 hectáreas cada uno). Allí se les proveen dietas excepcionales a los animales y tienen atención veterinaria de alta calidad durante toda su vida. En los recintos internos la temperatura está controlada en un valor constante todo el año y los animales tienen libre acceso a ellos.
De esta manera, se valora positivamente que el Santuario es una instalación diseñada para satisfacer las necesidades individuales y específicas de los elefantes que han permanecido cautivos, posibilitando una nueva vida en ambientes naturales y en convivencia con otros congéneres.