A una joven la despidieron de un local de comidas rápidas por “fea” y ahora deberán indemnizarla. El hecho ocurrió en la hamburguesería Williamsburg, en Palermo, en la Ciudad de Buenos Aires. La víctima se había desempeñado desde el 2016 hasta junio del 2017, en una jornada laboral de jueves a domingo de 10 a 18 y con un salario menor a 25 mil pesos.
Según señala el expediente judicial, en todos esos meses la joven fue víctima de malos tratos y un mal salario. Un día de rutina laboral, el encargado del local le dijo que debía irse porque “una persona fea no puede ser la cara de Williamsburg”.
Según el expediente, ante la pregunta de por qué la estaban despidiendo, el superior le respondió “te hecho por fea”, cuenta TN. Al día siguiente, la chica intentó ingresar a su trabajo pero se lo negaron. Hizo el reclamo ante la empresa pero no obtuvo respuesta.
La joven demandó a la empresa Ahumar S.A., pero la empresa desconoció el vínculo. Sin embargo, el juez definió que la situación de despido indirecto en que se colocó la empleada, fue “ajustada a derecho ante la negativa de la demandada a registrar la relación laboral”.
La empresa criticó esa sentencia debido a que la empleada era quien debía probar la existencia del contrato de trabajo. Sin embargo, la Cámara de Apelaciones del Trabajo explicó que “contrariamente a lo afirmado por Ahumar S.A., una vez acreditada la prestación no es exigible a la persona trabajadora la acreditación del carácter de dependiente de la relación, extremo que se encuentra alcanzado por la presunción legal”.
Tras la sentencia, luego de las pruebas y la declaración de los testigos, la empresa Ahumar S.A. deberá pagar las indemnizaciones correspondientes por despido indirecto y violencia laboral
Violencia laboral
En el informe psicológico se detalló que la mujer “al momento de la evaluación es de angustia y vergüenza, a causa de haber sido sometida durante meses a constantes humillaciones, denostaciones y violencia psíquica en su lugar de trabajo, hasta llevar al violento despido; con el consecuente impacto de todo ello en su psiquismo”.
Además, añadió: “La situación sufrida ha llevado a que la capacidad de humor-goce-sublimación de la accionante sea escaso, que presenta un disturbio que afecta su esfera afectiva, limitando su capacidad de goce individual, social y recreativo. Finalmente, es contundente respecto a que la actora fue víctima de acoso laboral y requiere tratamiento psicológico por no menos de dos años”.