Tras la tormenta, la calma; después de la oscuridad, sale el sol. Luego de sufrir un asalto en el que les sustrajeron el auto, la documentación personal y hasta la silla de ruedas adaptada para él, Efraín Dalcecco (6) recibió una silla de ruedas que le permite –por lo pronto- poder volver a trasladarse sin inconvenientes.
Efra es famoso en toda Mendoza. El niño, quien nació con parálisis cerebral, ha conmovido con su historia a toda la comunidad y hasta ha movilizado una verdadera cadena solidaria que le ha permitido juntar dinero para iniciar un costoso y complejo tratamiento que le permitirá mejorar su calidad de vida.
Pero el más reciente de los eslabones de esa cadena solidaria se terminó de formar esta mañana. Porque una concesionaria de autos le donó a Efra y a su familia una silla de ruedas, para que el niño pueda suplir la que le robaron el domingo por la noche. Y, de a poco, Efraín y su familia comienzan a levantarse tras sufrir un nuevo golpe, uno de los tantos que ya les ha dado la vida. Pero de los que ellos nunca se quejarán o acusarán recibo, porque siempre se mantendrán de pie para ayudar. Y hacerle frente a lo que venga.
“La silla de ruedas le queda pintada a Efra, es como si se la hubieran hecho especialmente a él”, resumió Verónica Morales –mamá de Efra- a Los Andes y tras salir de la sede de Automotores San Martín, donde le donaron la nueva silla de ruedas al pequeño.
“Se enteraron por la nota en Los Andes de lo que nos había pasado y se pusieron en contacto con nosotros. Coordinamos para ir a buscarla hoy y, cuando Efra se sentó, estaba muy cómodo. Imaginate que se reía y le agarraba las manos a la gente, y él siempre se despierta idiota a la mañana”, reconstruyó la mamá del niño, feliz, quien llegó a la sede de la concesionaria junto a su hijo y a la abuela de Efra –y mamá de Vero-, Elsa.
Hay esperanza
El domingo por la noche, Verónica, su madre Elsa, Efra y la cuñada de Vero circulaban en el auto de la tía del niño por el barrio Jorge Newbery, de El Algarrobal (Las Heras). Eran cerca de las 22, venían de la iglesia cuando, repentinamente, otro auto se cruzó en el camino del vehículo de las mujeres y las obligó a detenerse.
“Los ladrones se bajaron armados, nos pidieron que nos bajemos y se fueron con el auto. Dentro de todo, no fue violento. Pero se llevaron el auto con la silla de ruedas de Efra y todos los documentos. Yo tuve que bajar a Efra alzado y, por suerte, pudo apoyarse en el piso. Después mi hermana me ayudó a alzarlo y pedimos ayuda, la gente salió de inmediato, pero no pudimos recuperar nada”, contó la mamá de Efraín.
Desde ese momento comenzó a viralizarse la búsqueda de lo robado (principalmente, la silla de ruedas y los documentos), pero no hubo resultados positivos. Aunque fue a partir de ese momento y de la búsqueda cuando, una vez más, tomó protagonismo la solidaridad de la comunidad.
“Ayer (por el martes) nos llamaron de Automotores San Martín para decirnos que tenían una silla de ruedas para darnos y que vayamos a ver si servía. ¡Y se adaptó perfecto!”, resumió Verónica.
Ya con la nueva silla de ruedas –y, una vez más, con la sonrisa dibujada en su rostro-, Efra acompañó a su mamá al Aeropuerto para tramitar la renovación del documento.
“Necesito hacerlo cuanto antes, porque la plata para el tratamiento de Efra estaba en Mercado Pago. Y, como me robaron el teléfono, tuve que bloquear la cuenta. Entonces, para abrirla en otro celular, necesito el documento de identidad. Y por eso lo estoy yendo a hacer”, contó.
Efra comenzó un costoso tratamiento
El 20 de mayo, en la ciudad de Asunción (Paraguay), Efraín completó su primera sesión de un complejo y costoso tratamiento con células madres.
Lo hizo en la clínica Mercoplab, especializada en el continente en la temática. Y no se trata de un proceso económico, ya que cada sesión cuesta 3.000 dólares. Por ello mismo fue que se inició la campaña solidaria para ayudar a juntar fondos, de la que –además- participó el comedor Horneritos (El Algarrobal).
Una médica mendocina que vive en Inglaterra y que conoció la historia de Efra tras leer una nota en Los Andes, ayudó a la familia costeando la primera sesión, la misma que Efra completó hace 11 días.
“Nos manejamos súper bien con mi marido y el Efra en esta primera sesión. La atención de Aerolíneas Argentinas fue muy buena, muy personalizada en todos los vuelos, todo perfecto”, destacó la mujer.
De hecho, cuando Efra se disponía a abordar el avión para salir a Buenos Aires –previo a viajar a Paraguay-, toda la tripulación salió a recibir al niño en el ingreso a la aeronave. “¡Ahí viene el Efra!”, repitieron.
En cuanto a la sesión propiamente dicha, Verónica también hizo un buen balance. “Tanto al principio como al final fue un poco invasivo. Porque le sacan sangre, lo pinchan mucho. Duró 3 horas más o menos, pero estuvimos todo el tiempo con él, vimos todo el proceso y él no se sintió solo. Además, pudimos hablar con papás de otros chicos de Chile y Buenos Aires que están con sus hijos en su misma situación, aunque ellos iban ya por la cuarta terapia del tratamiento con células madres”, resumió Vero.
El médico les dio un próximo turno a Efra y su familia para el 17 de junio, por lo que ahora están con miras a reunir el dinero suficiente para poder volver a viajar, así como también para reunir los 3.000 dólares necesarios para una nueva sesión.
“El intendente de Ciudad Ulpiano Suarez me ha consultado para ver si nos puede ayudar, ojalá podamos reunir el dinero para volver el 17. Pero por eso necesito el DNI de nuevo, para volver a habilitar Mercado Pago y recuperar el dinero que ya habíamos recaudado”, siguió Vero.
La conmovedora historia de Efra
Efraín Dalcecco (6) nació con parálisis cerebral y, con ayuda de la comunidad, pudo comenzar el complejo y costoso tratamiento.
El niño vive en Guaymallén, aunque pasa gran parte de su día en El Algarrobal. Y es que Efra, su mamá y su abuela son colaboradores asiduos del comedor Horneritos, que cada martes y jueves da de comer a más de 1.500 personas.
Una de las pocas esperanzas -casi la única- que tiene para intentar mejorar su calidad de vida está relacionada a un costoso y complejo tratamiento con células madres. Es el mismo tratamiento que pudo iniciar en mayo, por el que viajaron a Paraguay y que inició una destacable cadena de favores y solidaridad de mendocinos en todo el mundo.
Sin importar qué ocurra a su alrededor, Efra siempre está sonriente. Y es algo que entusiasma a su familia -su mamá Verónica, su papá Fabián y su abuela Elsa-, quienes se dejan contagiar por esa sonrisa.
El niño está yendo a la escuela y, en paralelo -y a contraturno- asiste a las sesiones y talleres de terapia. Sin embargo, cada vez más grande, por lo que se va haciendo difícil trasladarlo para sus padres.
En este contexto fue que surgió la posibilidad de iniciar el tratamiento con células madres y, con la intención de juntar fondos para poder concretar el viaje para la primera sesión -que, finalmente, completaron el sábado 20 de mayo-, los padres de Efra iniciaron una campaña solidaria, a la que se sumó el comedor Horneritos.
Por medio de una colecta y de la venta de pastas caseras, comenzó la campaña para ayudar a Efra.
Solidaridad sin fronteras
Alejandra, una médica mendocina que vive en Manchester (Inglaterra) y quien prefiere que no se publique su apellido, conoció a Efra y su historia.
Sin pensarlo dos veces, la solidaria mendocina se contactó con Vero para ayudar a la familia costeando una de las sesiones en la clínica paraguaya (3.000 dólares) y hasta articuló con los profesionales de la clínica para coordinar la primera sesión.
De hecho, Alejandra hasta ayudó a los papás y a Efra a sacar los pasajes aéreos para viajar a Paraguay para completar la primera sesión.
Pero Efraín necesita, por lo menos, una o dos sesiones más, con sus respectivos traslados.