Los hoteles alojamiento o albergues transitorios (“telos”, en la jerga cotidiana) vuelven a funcionar normalmente en Mendoza.
Esto es gracias a que el gobierno provincial dejó sin efecto una medida que, en el fondo, transgredía una de las “esencias” de estos emprendimientos: el anonimato de sus clientes.
Desde ahora, los moteles de este tipo no deberán exigir a los que decidan alojarse allí transitoriamente una declaración jurada con sus datos personales.
Durante la pandemia, el Gobierno de Mendoza (como muchas otras legislaciones en todo el país), las restricciones para los hoteles transitorios resultaron en el cierre de los mismos durante varios meses. Cuando llegaron ciertas flexibilizaciones o aperturas, estas no dejaron de ser obstáculos: por un lado, se les permitió en algunas localidades (Las Heras, entre las primeras) funcionar como hoteles convencionales.
Por el otro, se les exigía a los asistentes presentar la declaración jurada de los que asistían: es decir, la pareja que asistiera debía dar la identidad no sólo de quien hacía la reserva, sino también de su acompañante.
Esto, claramente, subvertía lo que suele ser una de las esencias del hotel alojamiento, adonde asisten parejas no siempre “de hecho”, así que eso conspiraba contra el funcionamiento de los establecimientos y los clientes preferían no asistir a ellos.
Con esta flexibilización, se abre una luz de esperanza después de tantos meses, a juzgar por los propietarios mendocinos. Según cita el portal Vía País, por ejemplo, uno de los propietarios del motel La Luna, expresó: “Estábamos esperando con ansias. Sabíamos que en algún momento iba a llegar y lo vemos con buenos ojos, ya que en el proceso de modificar los protocolos esto era una prioridad”.