De la misma manera en que se combate a la mosca del mediterráneo en la provincia, el Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (Iscamen) ha puesto en práctica un original e innovador ensayo para intentar controlar -en la medida de lo posible- el dengue en Mendoza. Concretamente, el trabajo se enfoca en intentar frenar la propagación del mosquito Aedes aegipty, principal vector transmisor de esta enfermedad que, con el comienzo de los días calurosos, se convierte en una preocupación concreta. Y los casos se multiplican.
Y para conseguir este objetivo, se liberaron 10.000 mosquitos machos estériles de esta especie en un barrio de Bermejo, en Guaymallén. Se trata de un ensayo piloto al que estarán atentos tanto desde el Iscamen, como desde el Ministerio de Salud y la Municipalidad de Guaymallén con miras a los resultados que este experimento pueda dar.
Al igual que ocurre con la técnica de control para la mosca del mediterráneo -que perjudica y genera pérdidas millonarias al sector frutihortícola y productivo en Mendoza al hechar a perder los frutos-, en la misma planta del Iscamen se “crearon” estos mosquitos estériles. De esta manera, se apunta a que copulen a las hembras -que es el mosquito que pica- y no dejen descendencia.
La idea es poner en prueba esta misma estrategia de control, ahora con los mosquitos que son vectores de dengue. A diferencia de los mosquitos silvestres, los Aedes aegipty creados en el laboratorio tienen una pigmentación rojiza. Han sido pigmentados intencionalmente con ese color para que la ciudadanía los diferencie. Y, en la medida de lo posible, intente no matarlos como suele hacerse con estos molestos -y peligrosos- insectos.
ASÍ SE CREARON LOS MOSQUITOS ESTÉRILES PARA INTENTAR CONTROLAR EL DENGUE EN MENDOZA
Este ensayo, llevado adelante en Guaymallén, es una de las tantas pruebas y ensayos que se pondrán a la práctica en todo el territorio provincial en plena temporada de dengue y siguiendo el mismo procedimiento que se usa con la mosca Ceratitis Capitata (nombre científico de la que se conoce popularmente como mosca del mediterráneo).
Mendoza cuenta con una bioplanta modelo para “crear” moscas estériles y que son liberadas en Mendoza, pero también exportadas a otras provincias y otros países. Y es en esta misma planta donde se han “creado” estos primeros 10.000 mosquitos machos estériles. En el lugar se generan las condiciones para que se reproduzcan los insectos y, al igual que se hace con las moscas, a los mosquitos machos que se producen se los esterilizó con radiación y una estrategia por demás cuidada para infiltrarlos en la población silvestre.
De este modo se pretende reducir la presencia de mosquitos silvestres y fértiles que facilitan la reproducción sin control.
En la planta del Iscamen donde se generan de manera artificial las condiciones para tener un “laboratorio” de reproducción sistematizada y en serie de moscas del mediterráneo (se producen 15.000 millones de pupas -estadío posterior a la larva- al año) es donde ahora se han desarrollado estos machos 10.000 mosquitos machos estériles. Y el resultado de este ensayo puede ser trascendental para acciones a futuro.
CÓMO IDENTIFICAR A LOS MOSQUITOS ESTÉRILES Y LA IMPORTANCIA DE NO MATARLOS
Como parte de este ensayo, las autoridades y referentes realizaron previamente un minucioso trabajo de comunicación en el lugar, informando puerta por puerta a los vecinos a sobre las acciones a realizar y las ventajas de disponer a futuro de esta herramienta.
En ese sentido, se instó a la gente a que no maten a aquellos mosquitos que tuviesen una pigmentación rojiza en su cuerpo, ya que esos son los machos alterados y esterilizados con radiación. Los silvestres, en tanto, no tienen ese color rojizo, y son los peligrosos.
Dentro del mosquito Aedes aegipty, es la hembra la que pica y transmite el dengue. Por ello es que, a través de la esterilización, se pretende poner en marcha una práctica de control de población por medio de la reducción de natalidad.