Con mucha emoción por parte de alumnos, actores, vecinos y familiares se realizó un homenaje a Lita Haydée Tancredi por su trabajo, sus cualidades, su trayectoria y también como vecina de la Ciudad de Mendoza. En este encuentro, el intendente Ulpiano Suarez le entregó la declaración de Ciudadana Ilustre a esta histórica hacedora cultural de la provincia.
El acto contó con la presencia del subsecretario de Cultura de la provincia, Diego Gareca; el secretario de Turismo, Cultura y Relaciones Internacionales de la Ciudad, Roberto Ríos; el presidente del Honorable Concejo Deliberante, Marcelo Rubio; entre otros concejales, funcionarios y autoridades.
La velada comenzó con una puesta en escena por parte de sus colegas, ex alumnos y por supuesto amigos: Aníbal Villa, Adrián Sorrentino y Lola Moreno, quienes hicieron una representación para demostrar al público lo que Lita significa en sus vidas. Aníbal, el primer actor que salió a escena, realizó una exquisita introducción que relató con humor cómo era compartir momentos con Lita Tancredi.
Luego, Adrián entró bailando tap, disciplina que aprendió junto a la reconocida artista y, para finalizar, Lola contó las mejores anécdotas vividas junto a la homenajeada. Todo fue perfecto para recordar momentos compartidos pero también dar pie a un video final en el que sus ex alumnos, compañeros y amigos le dedicaron hermosas palabras.
Posteriormente, subió al escenario uno de los invitados más elocuentes y queridos también por el público mendocino, el también Ciudadano Ilustre Ernesto Suárez. El «Flaco», con mucha emoción, habló de Lita, contó anécdotas, agradeció su aporte incansable a la cultura de la provincia y, entre otras cosas, dijo: “Ojalá existieran muchas Litas, porque habría más chicos haciendo teatro. Es muy difícil que alguien entregue su casa para hacer esto y ella lo hizo siempre. Has sido un ejemplo ético y de entrega. Compañera, amiga, madre de tus alumnos. Gracias.
”Cuando Ernesto Suárez concluyó, el intendente Ulpiano Suarez hizo entrega a Lita de la designación de Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Mendoza, como también de la esfinge del General José de San Martín. Tancredi recibió con mucha emoción este gesto, para luego tomar, de manos de Diego Gareca, un hermoso ramo de flores preparado especialmente para ella.
Ulpiano Suarez agradeció el acompañamiento del Honorable Concejo Deliberante que llevó a cabo la iniciativa y a Diego Gareca por estar presente desde la provincia y expresó: “Hay momentos especiales en la vida de una sociedad, y este es uno de esos momentos, donde la Ciudad de Lita la reconoce y le rinde homenaje. Recibir la distinción de ciudadano ilustre significa haber aportado a la comunidad y no quedan dudas de que esto ha hecho Lita. Quiero resaltar sus cualidades éticas, sus valores, su invaluable contribución. Sin dudas, Lita sintetiza todo eso, su trayectoria, sus condiciones, lo que ha hecho y lo que hace”.
Posteriormente, Ulpiano Suarez recordó que, en una nota hace pocos meses, Lita había expresado no hallarse merecedora de una distinción y que se consideraba a sí misma simplemente como una trabajadora del arte. De esta manera, el intendente explicó que esas palabras lo conmovieron y, al respecto, manifestó: “Quiero rescatar fundamentalmente su humildad, porque no es habitual en los tiempos en que vivimos, además de su compromiso, pasión y amor por lo que hace y aporta a la cultura». Y, a ella puntualmente, le dijo: «Todo esto conlleva a que hoy tu ciudad te identifique y reconozca como ciudadana ilustre”, cerró Ulpiano Suarez.
Por su parte, Lita -con lágrimas en los ojos- afirmó: “Es un verdadero agasajo que me hace la vida y les agradezco profundamente, a todos los que están acá, en este teatro que quiero tanto, y a todos los que pasaron por la academia. Allí había mucho amor, también rectitud, pero tenían un lugar en mi sala y en mi corazón. Es verdad, he colaborado con el arte en Mendoza que es tan importante para recrearlos pero también cultivarlos. Estoy íntimamente agradecida, ha sido un momento inimaginable en mi vida ver todas estas caritas conocidas que ya tienen algunas canitas».
Y agregó: «Este es el premio número 28 de mi carrera y se lo dedico a mi bisnieto que tiene una semana de vida y a toda mi familia, a los alumnos, profesores a los que pude enseñarles mi experiencia y el amor por el arte, la cultura y el teatro. Es uno de los momentos más bellos de mi vida y espero haber hecho todo el trabajo para merecerlo. Yo ya no puedo con mis 90 años, pero con el corazón pido para que todos los que se dedican al arte lo sigan haciendo, que sigan luchando. Todo se consigue con sacrificio, pero sobre todo con amor. Fundamentalmente hay que dar amor para que la gente trabaje feliz. Gracias”.
Así cerró el homenaje a la querida Lita Tancredi, quien se despidió agradeciendo entre abrazos y fotos, siempre sonriente. Sus familiares también se mostraron felices y emocionados, mientras que sus alumnos no hicieron más que corear su nombre desde el principio y hasta finalizar el acto.
Biografía de Lita Tancredi
Lita Haydée Tancredi nació el 16 de abril de 1934, en la Ciudad de Mendoza. Es hija de Juan Jorge Tancredi Dibaldi que era ferroviario (orindo de Buenos Aires) y María Diana Olmos (mendocina). Es la mayor de tres hermanas, siendo Mirta y Diana (fallecida hace tres años), las que le siguen.
Su infancia la vivió en el centro mendocino, ya que la casa de los Tancredi estaba ubicada en Colón y Mitre; después la familia se mudó a la calle Juan de Dios Videla, de la Sexta Sección. Lita vive en esa calle pero en una casa distinta a la de sus padres.
Su escuela primaria y secundaria fue el Normal Tomás Godoy Cruz donde egresó como maestra. Inmediatamente fue a la UNCuyo y estudió en la Escuela de Música; también estudió inglés, Ciencias Políticas y Sociales y paralelamente lo hizo en la Academia Santa Cecilia (de Adela Ponce de Bosshardt) ubicada en calle de 9 de Julio. Allí, Lita estudió danza, teatro y recibió el título de Profesora de Arte Escénico y Teatro.
Lita pisó por primera vez un escenario a los 5 años en la obra «Las bodas de Flordeluna y Pirimpilo», de Alfredo Bufano, en el Teatro Independencia. Allí salió de hormiguita. Y desde ese momento supo que lo suyo era la actuación, el amor por el teatro y así lo ha reflejado como actriz, como directora y como docente.
Una vez recibida (a sus 19 años) empezó a dar clases de teatro y comenzó su carrera como directora ya que arrancó con el armado de elencos. También aprovechó para estudiar danzas españolas.
Abrió su propia sala teatral en 1957 y allí montaba obras de teatro danza. Para ello, empezó a trabajar con Elina Molina Estrella. La sala teatral la mantuvo hasta que llegó la pandemia. Desde entonces, no abrió más sus puertas y hoy está a la venta.
Uno de los grandes puntos fuertes que llevó Lita adelante fueron las obras infantiles. Pero la idea siempre fue clara: formar. Entonces, a los chicos les daba clases de danza, teatro y pintura. Una de sus obras emblemáticas fue «Sopa de jirafas», con la que giró por todo el país y algunos países de América.
Durante más de 60 años se dedicó a esta profesión, centrándose, en especial, en dos ejes fundamentales: la inclusión social y la educación a través del arte escénico. También le dio vida a un baile que estaba olvidado en la provincia: el tap y llegó a tener su propia compañía de baile.