Los 100 años del pasaje San Martín: preparativos para el festejo del ícono de la Ciudad de Mendoza

El primer edificio en altura cumplirá un siglo en 2026, pero ya empezaron las tareas de acondicionamiento de este sitio patrimonial que refleja la vida comercial de Mendoza. Quieren un espacio abierto a las manifestaciones culturales.

Los 100 años del pasaje San Martín: preparativos para el festejo del ícono de la Ciudad de Mendoza
Peatonal Sarmiento y Av. San Martín. A casi un siglo de su inauguración, el Pasaje continúa siendo uno de los edificios emblemáticos de la Ciudad de Mendoza. Foto: Orlando Pelichotti/ Los Andes

La Filarmónica dentro del Pasaje es un sueño que cada vez está más cerca para Leonardo Aguilera y Osvaldo Aruani, intendente y administrador del histórico Pasaje San Martín respectivamente. Es que el ícono de la ciudad ya prepara la celebración de sus 100 años de vida, que se cumplirán en noviembre de 2026 y la idea es poner en valor tanto el área comercial como así también el interior de la histórica construcción que marcó el punto de partida de la edificación en altura en Mendoza. En los próximos meses, una tarea de acondicionamiento general y apertura de sectores “privados”, como la terraza, podrán ser utilizados para distintas manifestaciones culturales de bajo impacto.

Los vitrales franceses. Patrimonio realiza el refuerzo de la estructura.

Foto:  Orlando Pelichotti/ Los Andes
Los vitrales franceses. Patrimonio realiza el refuerzo de la estructura. Foto: Orlando Pelichotti/ Los Andes

El Pasaje es la postal de la ciudad de Mendoza y más allá de los locales externos e internos y de los vitrales, que son los elementos distintivos, existe una riqueza de tal magnitud, que vale la pena que mendocinos y turistas conozcan”, asegura Aruani, contador de profesión, ya jubilado, con oficina en el lugar y que hace casi 40 años decidió establecer su residencia permanente en el edificio de propiedad horizontal. Es que aquí muchos propietarios tienen o alquilan oficinas, y otros tantos viven aquí.

“Sentimos amor por este edificio”, acota Osvaldo y cuenta que tiene imágenes del sitio. “Tomábamos el tranvía en la esquina y allí estaba la imponente construcción con sus detalles arquitectónicos y artísticos realizados por verdaderos maestros. Y además me imagino cuando se inauguró, en una zona rodeada de viñedos todavía, con una vista imponente”.

Leonardo Aguilera cuenta que hace un tiempo pusieron en valor los murales de la cúpula. “Allí, en el lugar más alto de la ciudad, el artista Hernán Abal desplegaba su talento. Sin embargo, hace un tiempo descubrimos que tales murales fueron pintados por Blanca Sgro, esposa del artista”. El psicólogo y docente señala que la noticia sirvió sirvió de homenaje póstumo a Sgro, que se realizó en la terraza del Pasaje en ocasión del Día de la Mujer.

Pinturas realizadas en la cúpula del edificio por la artista y docente Blanca Sgro, esposa del artista Hernán Abal.
Foto:  Orlando Pelichotti/ Los Andes
Pinturas realizadas en la cúpula del edificio por la artista y docente Blanca Sgro, esposa del artista Hernán Abal. Foto: Orlando Pelichotti/ Los Andes

Aguilera y Aruani destacan un sinnúmero de elementos, anécdotas, historias dignas de ser contadas en una visita guiada, por ejemplo. Desde los ascensores Otis de EE.UU., todavía en funcionamiento; un sistema de registro de las guardias también de origen estadounidense; hasta los sótanos de la edificiación. En el más importante, ubicado en la esquina de Peatonal y San Martín, funcionaron discotecas. Dimensión 17 y Quijotes fueron las más recordadas. En el mismo lugar, pero al nivel de superficie estaba el histórico café Bahía, que cerró sus puertas hace tres décadas. “Consideramos que nuestro Pasaje debe ser puesto en valor, como nuestros edificios cercanos, que comparten una rica historia, como el edificio de Turismo (ex Jockey Club) o el mismo diario Los Andes, que pertenciera a la familia Calle”, resaltan Aruani y Aguilera. Y añaden que aquí se concentra una gran parte de la historia de la ciudad en menos de 100 metros.

La luz solar ingresa al sótano, donde funcionaron discotemas como Dimensión 17 y Quijotes, en la esquina de Peatonal Sarmiento y San Martín. Foto:  Orlando Pelichotti/ Los Andes
La luz solar ingresa al sótano, donde funcionaron discotemas como Dimensión 17 y Quijotes, en la esquina de Peatonal Sarmiento y San Martín. Foto: Orlando Pelichotti/ Los Andes

De 4 plantas, 154 unidades de vivienda, oficinas y comercios, una torre de 7 pisos coronada por una cúpula y galería con ingresos por Peatonal, 9 de Julio y San Martín, la propiedad cuenta con declaratorias de patrimonio provincial y municipal. Elsa Rodríguez, titular de Patrimonio del Municipio de la Ciudad destaca: “estamos acompañando por una decisión del Intendente, para lograr poner en valor el edificio del Pasaje con vistas a sus cien años. Desde la Dirección de Patrimonio de la Provincia también están apoyando esta iniciativa y ellos se han hecho cargo de la primera etapa del restauro de los vitrales de la galería principal. Mientras el municipio ha encarado la tarea de ordenamiento y adecuación de la cartelería comercial interna y externa del edificio”. Y agrega que el municipio ha realizado distintos eventos en la terraza del Pasaje San Martín con el objetivo de difundir y hacer conocer a los mendocinos este histórico lugar.

Pasaje San Martín 
A casi un siglo de su inauguración, continúa siendo uno de los edificios emblemáticos de la Ciudad de Mendoza.  Foto:  Orlando Pelichotti/ Los Andes
Pasaje San Martín A casi un siglo de su inauguración, continúa siendo uno de los edificios emblemáticos de la Ciudad de Mendoza. Foto: Orlando Pelichotti/ Los Andes

Por iniciativa del empresario vitivinícola de origen español, Miguel Escorihuela Gascón, se encargó la construcción del edificio, que fue inaugurado el 11 de noviembre de 1926. Este primer edificio en altura significó un antes y un después, en una Mendoza que mantenía sus construcciones de baja altura producto del trauma que generó el terremoto de 1861. Hasta 1954 fue el más alto de la ciudad, fecha en que se inauguró el edificio Gómez (Garibaldi y San Martín). Hoy pertenece a un consorcio de propietarios privados y es el primer antecedente de una galería comercial en Mendoza . Un consorcio privado que administra el Pasaje trabaja en un plan de puesta en valor turísticocultural con el objetivo de dotar al pasaje de mayor dinamismo comercial.

Pasaje San Martín 
Una vista hacia el oeste, desde Peatonal Sarmiento y Avenida San Martín. Foto:  Orlando Pelichotti/ Los Andes
Pasaje San Martín Una vista hacia el oeste, desde Peatonal Sarmiento y Avenida San Martín. Foto: Orlando Pelichotti/ Los Andes

En el municipio capitalino informan que la construcción estuvo a cargo de la empresa constructora F.H. Schmidt, el encargado del proyecto fue el ing. Ludovig (Ludwig) Freude quien concibió los planos y la dirección técnica estuvo a cargo del Ing. Edmundo Guilllermo Romero. Esta misma empresa realizó la escuela Belgrano de Godoy Cruz, las oficinas de la bodega Escorihuela entre otras obras. El propietario, Miguel Escorihuela Gascón, quiso desarrollar en la ciudad de Mendoza un tipo de edificio que había surgido en Europa a comienzos del siglo XIX, la galería comercial con cubierta acristalada.

Los proyectistas tomaron como antecedentes obras ya emblemáticas como la Burlington Arcade en Londres (1819) y la Galería Vittorio Emanuele II en Milán, diseñada en 1861. Buenos Aires también contaba con dos obras similares: el Pasaje Güemes y las Galerías Pacífico. Su estructura fue planificada con una gran preocupación por el aprovechamiento de la luz solar y una buena ventilación, por eso es que además de los grandes vitrales de la galería, posee varios patios interiores y tragaluces en la parte interna de los departamentos, con un gran patio central en el sector de oficinas.

El Pasaje desde el edifio Gómez. Foto:  Orlando Pelichotti/ Los Andes
El Pasaje desde el edifio Gómez. Foto: Orlando Pelichotti/ Los Andes

El estudio elaborado por la municipalidad destaca que en sus orígenes, en los pasillos del pasaje no existían los locales comerciales o kioscos que se observan en la actualidad. En los pasillos centrales, por problemas económicos surgidos hacia la época de la segunda presidencia de Perón (1954), cuando se congelaron los alquileres; la viuda de Escorihuela, quien era dueña (mayoritaria) del edificio en aquel momento, construyó los kioscos en el centro de los pasillos, y los alquiló para poder obtener más ganancias. Luego en la década de 1960, estos kioscos fueron vendidos a particulares y por eso hoy no es posible retirarlos ya que cada uno tiene un propietario. Entre las personalidades que habitaron allí se destaca a los artistas Sergio Sergi, Hernán Abal, Marcelo Santángelo y Filomena Moyano, como también numerosos políticos y escritores entre otros. Entre los negocios históricos figura la Sastrería London, el Club de Pesca General San Martín, la Sociedad Argentina de Escritores (SADE) Seccional Mendoza y la Sociedad Teosófica.

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