Los 30 años de la fundación Vivencias Argentinas, que preside Carlos Pincolini, fueron celebrados en el Colegio San José de los Hermanos Maristas con la presencia de su equipo de colaboradores, docentes y público en general y una sorpresa, la participación de la banda del Servicio Penitenciario, que hizo emocionar al público con el himno y otros temas alusivos a la Patria.
Pincolini, que en octubre, con su camión, llevó a cabo la campaña número 23 en conmemoración al Día del Niño, cuando se entregaron zapatillas por un valor de 1 millón de pesos, recordó que este sueño se inició en 1993 junto a un grupo de alumnos que deseaban hacer algo por los demás.
Vivencias tuvo como objetivo promover, realizar y apoyar actividades científicas, tecnológicas, educativas y culturales que favorezcan el desarrollo del conocimiento y de la formación integral de la persona.
En el comienzo estuvo formada por jóvenes, una característica que hoy sigue, con el apoyo de personas mayores que permiten que la organización funcione en forma proactiva. La última y exitosa campaña se llevó a cabo en el secano de Lavalle y en Calingasta, San Juan. Mediante rifas y el aporte de muchísimos allegados, se entregaron nada menos que 300 pares de zapatillas por un valor de un millón de pesos.
Así, los días 26 y 27 de agosto la fundación llegó a escuelas rurales de San Juan, en Calingasta, llevando juegos inflables y juguetes, además de zapatillas, mientras que el 7 y 8 de octubre hizo lo propio en seis establecimientos pertenecientes a Lavalle, Santa Rosa y La Paz.
Con el clásico camión con el que suelen hacer este tipo de cruzadas, además de una camioneta doble tracción, recorrieron en esta última oportunidad un total de 500 kilómetros, la mitad de tierra. “De ese total, 50 kilómetros fueron casi a paso de hombre por el estado del camino. Es decir, demoramos cinco horas solamente para esa escasa distancia, pero fue tan increíble el recibimiento y el cariño recibido que regresamos con el corazón lleno”, indicó Pincolini.
Aclaró: “Con el dinero recaudado compramos zapatillas de primera calidad, las que entregamos en cajas a cada niño con su número correspondiente”. “Quiero agradecer a quienes nos acompañaron e hicieron posible con su aporte concretar esta acción tan importante para nosotros”, dijo el referente de la fundación, para hacer mención al cantante ciego Andy Arlín, uno de los miembros del equipo, que brindó emotivos espectáculos en cada lugar visitado. Durante su alocución, Pincolini recordó iniciativas muy loables y solidarias que continúan hoy sin prisa ni pausa alentadas por un importante equipo de trabajo. “Todas las actividades, como siempre, están orientarlas a los dos grandes objetivos de nuestra fundación, solidaridad y conocimiento, haciendo lo que más nos gusta y trabajando por un mundo mejor para nosotros y nuestros hijos”, concluyó.