Si hay algo característico de Semana Santa es la presencia de la Luna llena. Esta es fiel testigo de nuestra historia y aparece como parte de la descripción en los escritos bíblicos, por eso en muchas ocasiones, científicos e historiadores la utilizan para precisar fechas, en este caso la de la crucifixión y muerte de Jesucristo.
Este año la celebración de Pascua es el domingo 17 de abril, mientras que la Luna entra en fase llena el 16 de abril. Con estos datos, los científicos deducen que el día de Pascua está ligado a las estaciones y la fase de la Luna.
¿POR QUÉ SIEMPRE HAY LUNA LLENA?
La fecha para celebrar exactamente la resurrección de Jesucristo estaba en duda, ya que había pasado mucho tiempo y no se sabía cómo calcular.
Fue entonces en el año 314, cuando el Concilio de Arlés, obligó a todos los cristianos a celebrar la Pascua en una fecha que fue fijada por el Papa para todas las iglesias. Pero, algunos grupos hacían su propio cálculo para obtener la fecha pero seguían desfasados.
Luego, en el año 325 el emperador romano Constantino I convocó al Primer Concilio de Nicea, un sínodo de obispos en la ciudad de Nicea, del Imperio Romano. Ahí se probó el cálculo de una fecha para la celebración de la Pascua, y fue establecido según el calendario juliano.
Acordaron que la celebración se tenía que realizar siempre un día domingo y sólo una vez al año, además no tenía que coincidir con la Pascua Judía.
Frente a esa situación, decidieron que sea el primer domingo posterior a la primera luna llena después del equinoccio de marzo. Desde entonces, el Domingo de Pascua se celebra cada año y comprende siempre el período entre el 22 de marzo y el 25 de abril.
ECLIPSE LUNAR
Para calcular en base a la Luna, comenzaron a filtrar aquellos días que correspondieran a 14 o 15 Nisán que hayan caído viernes, entre los años 26 y 36 de la era cristiana.
Obtuvieron como resultado el 11 de abril del año 27, el 7 de abril del año 30, el 3 de abril del año 33 y el 23 de abril del año 34.
Con esos datos adquiridos, dos historiadores de la Universidad de Oxford, Humphreys y Waddington, argumentaron que el año de la crucifixión fue el 33, y por lo tanto la fecha correspondía al 3 de abril.
Los historiadores, se basan en el libro de los Hechos de los Apóstoles (2,16-20), el Apóstol Pedro refiriéndose a la crucifixión y resurrección de Cristo el cual dice: “...esto es lo dicho por el profeta Joel: “...El sol se tornará tinieblas, y la luna sangre, antes de que llegue el día del Señor, grande y manifiesto.”
En el día de la crucifixión se oscureció el sol por tres horas, esto lo mencionan varios evangelios (Mt. 27,45, Mc. 15,33, Lc. 23,45). El responsable de esa oscuridad no pudo ser un eclipse solar porque solo tiene lugar durante la luna nueva.
Entonces Humphreys y Waddington proponen que se está hablando de una noche de eclipse de Luna, en estos eventos astronómicos nuestro satélite natural se tiñe de color “rojo sangre”.
Al parecer el 3 de abril del 33 ocurrió un eclipse parcial de Luna, y según calcularon ellos pudo ser justo en el momento en que la luna se alzó sobre el horizonte, por eso lo vieron con mayor espectacularidad.