Luz Arias, la argentina a quien debieron amputarle una pierna y posteriormente debió ser intervenida en un brazo, tras el accidente que ocurrió el 26 de marzo, habló sobre su futuro y sus ganas de volver a Bahía Blanca con su familia.
La joven, en una entrevista con Clarín contó que cuando abrió los ojos luego de su accidente, sus primeras reacciones fueron: confusión, dolor y llanto.
“Escuchaba voces de los médicos y de a poco fui entrando en razón, me explicaron lo que pasó y me diagnosticaron fractura expuesta de tibia y peroné. Era un panorama difícil pero nada pronosticaba que perdería una pierna. En un momento los doctores me preguntaron si sentía los dedos del pie, les dije que no y la cara de los médicos denotaban preocupación”.
Luz, estaba totalmente confundida pero ella confiaba en los médicos, quienes le anticiparon desde un primer momento que el panorama era bastante complicado.
“Cuando me dijeron que me operarían y que iban a tratar de salvarme la pierna...bueno, me explicaron que el cuadro estaba complicado, pero no creí que me la sacarían. Cuando me desperte y me fijé debajo de las sábanas que no estaba fue un shock. Siempre fui una mujer de ir para adelante, de fuerza, de no caerme a pesar de los golpes y ahora, con esta pérdida, no voy a aflojar. Perdí una pierna, no la esencia, ni tampoco el humor, sigo siendo la misma Luz optimista, positiva, con una gamba menos”.
El miércoles pasado, Luz fue operada, le soldaron la fractura en su brazo y ya está tratando de retomar sus actividades.
“Espero que pueda viajar, no veo la hora de volver, necesito estar con mi familia en Bahía Blanca, mi papá y mis hermanos, que están desesperados, mis amigas ansiosas esperándome y eso me estimula para lo que se viene, que tengo en claro que no será sencillo. Mi realidad pega un giro de ciento ochenta grados y tengo que ver cómo me reinvento, creo que será importante que tenga ayuda psicológica. Estoy fuerte, bien acompañada, pero eso no quita que no tenga bajones”.
“Primero tengo que estar bien, tengo que sentirme fuerte de los brazos para manejar la silla de ruedas y más tarde las muletas. Necesito tiempo, tuve un brazo fracturado y sólo el paso de los días me irá dando confianza. Pero confío en mí, insisto en eso, no me voy a deprimir ni a quedar tirada en la cama. Me hablo mucho, me doy manija y la clave es la adaptación, ¿no? Me tengo que adaptar a esta Luz que hoy dependo de otros, pero no para siempre. Es un proceso”.
Con respecto a su futuro, la joven está segura que quiere ir a Buenos Aires a visitar a su amigo, Darian. Y luego, la más importante: volver a caminar.
“Voy a conseguir la prótesis que me permita volver a dar pasos por mí misma y ser autosuficiente. Quiero volver a ser lo más parecida a la Luz de antes del accidente”, concluyó.