Un hecho insólito tuvo lugar en un control vial de la localidad de Pueblo Esther, al sur de Rosario, en Santa Fe, cuando un conductor que fue detenido para ser sometido a un test de alcoholemia, pero estaba tan borracho que el aparato no pudo registrarlo. Los uniformados creyeron que el alcoholímetro estaba roto, pero no fue así.
Todo ocurrió este miércoles en la madrugada, cuando los agentes de tránsito de Pueblo Esther detectaron que un auto circulaba en contramano y sin luces cerca de la una de la mañana, por lo que rápidamente debió ser detenido para ver si manejaba en estado de ebriedad, según relató el agente Luis Ayala en diálogo con Cadena 3.
Luego, Ayala detalló que los uniformados detuvieron el vehículo para controlar los papeles y realizar el test de alcoholemia. Pero lo inédito fue que una vez que el hombre sopló, en la pantalla figuraba que “superaba los límites de calibración”.
Fue entonces que a raíz de lo sucedido, desde la Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) de Santa Fe hicieron una publicación en redes sociales sobre el caso y aclararon: “El dispositivo no está roto. El conductor tenía un nivel de alcohol superior al que el dispositivo puede medir: más de 3 ml”. Y agregaron: “Acordemos como sociedad que está conducta es inadmisible. Al volante cero alcohol”.
“Es algo insólito y triste a la vez”, señaló el agente de tránsito que participó del operativo. “Mide hasta 4 gramos por litro de alcohol en sangre y a los tres se considera coma alcohólico. Superó ambas”, se lamentó. Tras la medición, el hombre fue reducido en la ruta por personal policial, quedó demorado y fue puesto a disposición de la Justicia.