El número de fallecidos por coronavirus durante la pandemia ya supera los 100 mil muertos en la Argentina. Pero este es más que un número: son 100.000 vidas, sueños, historias, familias que el Covid-19 arrasó en su camino tras llegar al país en marzo del año pasado.
Es por eso que, familiares, amigos o personas que han perdido a sus seres queridos durante este período han decido organizar la Marcha de las Piedras. El objetivo de la misma es recordar a cada una de las personas que perdieron la vida por culpa del COVID- 19.
Se trata de una manifestación simbólica en donde cada una de las personas que han perdido a un familiar o amigo, llevará una piedra en representación a ese ser querido y la dejará, en esta oportunidad, en la puerta de la Quinta de Olivos.
Algunos usuarios de Twitter han anunciado que la misma se realizará el próximo lunes 16 de Agosto en la Residencia de Alberto Fernández, sin embargo, aún no hay un comunicado oficial sobre la misma.
Dónde nace esta tradición
La práctica de poner piedras sobre las sepulturas está basada en una tradición judía. La mayoría de las tumbas de los cementerios judíos tienen al menos unas pocas piedras encima, ya que los visitantes judíos dejan piedras cada vez que visitan el lugar de entierro de un ser querido. Los orígenes de esta tradición van desde lo simbólico hasta lo supersticioso.
Para algunas personas, poner una piedra sobre una tumba es igual al gesto de llevar flores. Poner una piedra es un tributo al muerto y deja la marca de la visita de alguien.
Además la piedra tiene la particularidad de ser una creación muy antigua y de vida muy larga, podríamos llegar a decir que la piedra es “eterna” en cierto modo, esto refleja un poco la visión del judaísmo frente a la muerte, cuando nosotros nos enfrentamos a la muerte sabemos que el alma sigue existiendo y lo único que se fue es el cuerpo el alma es eterna, la flor tiene corta vida y rápidamente se marchita demostrando justamente lo contrario la fragilidad del cuerpo.